—Usted alertó de un crecimiento bajo para este año, un descenso en el empleo, en el consumo y una menor inversión debido al incremento de las tasas de interés de la política monetaria, y esto podría generar recesión si no se hace nada. ¿Qué tiene planeado en política económica y fiscal para hacer frente a ello?
—Dar detalle del plan de reactivación se dificulta un poco porque todavía está en proceso de elaboración. No solo en la cuantificación fiscal de las medidas, sino también en el impacto en la actividad económica. Lo que observamos es que, si no hacemos nada, la economía va a continuar desacelerándose, lo que significa que la tasa de crecimiento va a revisarse a la baja y, eventualmente, podríamos llegar a complicaciones mayores.
—¿Cuáles serían esas primeras medidas que permitan echar a andar nuevamente la economía y salvar lo que queda del año y, obviamente, remontar al 5% estimado para dar empleo a los 300 mil jóvenes que se insertan al mercado laboral al año?
—Definitivamente, controlar la inflación es importante; pero también que la gente tenga oportunidades de empleo, y la demanda de empleo depende de las necesidades de producción. Por eso, es importante crecer a una tasa más alta. En términos muy cualitativos diría que tenemos que desarrollar acciones que incrementen el ingreso disponible para elevar el consumo y eso tiene que ver con mirar algunas tarifas, por ejemplo. También revertir la tendencia a la baja del gasto no financiero. El gasto público no financiero viene cayéndose desde mediados de octubre del año pasado. Pongo énfasis en la inversión pública por la sencilla razón de que es absolutamente funcional a la inversión privada. Si somos capaces de recobrar el ritmo de ejecución de la inversión pública, se puede facilitar la inversión privada. Se comete un error cuando se dice que la inversión pública es la parte menor de la inversión total. Es cierto, es más o menos un 25% o un 20% y el resto es inversión privada. Aritméticamente es correcta la cifra, pero lo que no se mira es que si avanzamos más fuerte y recuperamos el ritmo de ejecución de la inversión pública, eso facilita la inversión privada. Por lo tanto, el efecto multiplicativo de la inversión privada se potencia como consecuencia de avances, por ejemplo, en proyectos de infraestructura.
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—¿En los siguientes meses se notará un salto cuantitativo y cualitativo del gasto?
—Definitivamente tenemos que destrabar los obstáculos, o los problemas, o restricciones para avanzar más rápido con la inversión pública y ese es un tema de gestión. Esperamos que se acelere también la inversión privada en la medida que buscamos mejorar la capacidad de gestión del Estado respecto al gasto de capital.
—El problema es la ineficiencia y la corrupción en el uso del dinero público ¿Qué hacer para revertirlo?
—En el Ejecutivo en general, y en particular el MEF, tenemos un presupuesto que ejecutar y necesitamos recuperar el ritmo de ejecución. Nuestra función es desarrollar políticas públicas. La función de control y fiscalización está por el lado de otras instancias independientes del Ejecutivo, como la Contraloría, el Ministerio Público, el Poder Judicial. La prioridad ahora es recuperar el ritmo del gasto, así de claro.
—El titular del Mincetur adelantó que está previsto un nuevo Reactiva 3 y hasta el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias adelantó cómo sería. ¿Confirma un nuevo Reactiva?
—Se evalúan distintas opciones, pero la decisión las toma el MEF, y en ese sentido, en el MEF no se estaría considerando un Reactiva 3 por una sencilla razón, necesitamos recuperar los recursos de Reactiva 1 y 2, y como sabemos, los niveles de morosidad son importantes. Pero, por otro lado, necesitamos también efectivizar las devoluciones de los préstamos. Tan es así, que se aumentaron los periodos de gracia y, adicionalmente, se reprogramaron las obligaciones de las personas jurídicas que recibieron estos créditos. Necesitamos mejorar la recuperación de los recursos puestos a disposición en Reactiva 1 y 2 para después, a continuación, pensar en un Reactiva 3, pero eso no está considerado como prioritario dentro del plan de reactivación económica que estamos mirando en el MEF.
—¿Entonces cuáles serán los planes para la reactivación industrial?
—La única opción no solo son estos programas de garantía, como Reactiva 1 y 2. Hay otras opciones también. Lo que sí debo remarcar es que por supuesto están considerados elementos de ayuda o de promoción a las mypes. El detalle forma parte del plan de reactivación que estamos calibrando en el ministerio. Si la economía se reactiva, obviamente la demanda de empleo también, de eso se trata, porque los ciudadanos esperan también que las decisiones del gobierno impliquen tener más oportunidades de empleo. Ese es un elemento que va de la mano con la reactivación económica
—El BCR estimó en 0% el crecimiento de la inversión privada para este año y como un componente del gasto de la demanda en el corto plazo, esa carencia de inversión afecta la potencialidad del crecimiento. ¿Cómo abonar a la confianza de los inversores en el Perú?
—Es muy importante entender que la economía es dinámica, no es estática. De lo que se trata es que haya una generación de mayor confianza y de mayor certidumbre. Y eso pasa, por diferenciar la política y del lado de la economía, como antes ocurría, que iban por cuerdas separadas. La confianza no cae del cielo, eso tiene que ver con un Estado mejor gestionado, por un lado y, por otro lado, que no haya sorpresas para el lado del sector privado.
—¿Para ayudar a controlar la inflación, el BCR debería ser más activo en el mercado cambiario para evitar una disparada del alza del dólar?
—El BCR tiene una serie de instrumentos o herramientas para intervenir el mercado cambiario y probablemente hubiese sido deseable que el año pasado no se hubiese dejado que el tipo de cambio llegue a S/4,13, porque eso impacta en la inflación. Pero, por lo que uno observa, veo que la intervención del BCR en el mercado cambiario es mucho más activa que el año pasado, porque se entiende con claridad que incrementos en el tipo de cambio impacta en la inflación que afecta sobre todo a los que menos tienen.
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—Este año hay todavía recursos interesantes gracias al boom de los precios internacionales. Pero, a partir del próximo año, la recaudación sería más complicada especialmente con las medidas dadas como la rebaja del IGV a los restaurantes y hoteles, por ejemplo. ¿Qué hacer al respecto?
—Parto por un elemento fundamental, desde el principio señalé que era necesario una mejor coordinación entre la política fiscal y la política monetaria. Eso en absoluto es restarle autonomía al Banco Central. La otra cosa es que necesitamos que haya consistencia en la política económica. No podemos referir por un lado que necesitamos que la economía se reactive para reactivar la demanda de empleo, reactivar la captación tributaria, si a la vez, por ejemplo, estamos planteando reducciones impositivas a cambio de nada. Desde el momento en que se reduce, en el caso específico que mencionas, la reducción del IGV al 8% al sector hotelería y restaurante, evidentemente es un beneficio que no lo tienen otros sectores. Hubiese sido ideal que ese beneficio de menor pago por IGV estuviera asociado con algunas condiciones por cumplir, por ejemplo, productividad laboral, inversión, por mencionar algunos elementos.
—¿Habrá afinamiento a esa ley que reduce IGV a ese sector en el país?
—Estamos mirando el tema del reglamento de esa norma, pero lo ideal es evitar situaciones para sectores que quizás no son los menos desfavorecidos en la economía.
—Todos deseamos que la economía se recupere, es importante avanzar en función del país. Pero ¿cómo hacerlo con un gobierno que se desmorona, que no genera confianza?
—La idea es tratar de conseguir que la economía y la política vayan por cuerdas separadas y, por el lado del MEF, estamos haciendo todos los esfuerzos por mejorar la calidad de gestión del gasto público. Y desde el MEF estamos apostando a dar medidas que tengan impacto, y que tengan en cuenta el día a día del ciudadano.
—¿Qué hace usted en el MEF cuando las críticas arrecian al Ejecutivo en sospecha, por inoperancia y con presunta corrupción?
—Yo respondo por lo que estoy haciendo y creo contribuir a la sostenibilidad más que del gobierno, de mi país. La razón por la cual acepté esta posición a pesar de los momentos difíciles. Es simplemente porque sentí que podía contribuir con lo poco que puede saber en cuanto a economía y a la parte financiera, contribuir para tener un mejor país a futuro. Eso pasa definitivamente porque la economía se reactive.
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Compartimos la entrevista emitida en el programa LR+ Economía en el siguiente link: VEA LA ENTREVISTA
Pero también le ofrecemos a continuación la transcripción de la entrevista en el citado programa:
—Vamos a hablar con el ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo Farfán. Lo invitamos a compartir el programa en sus redes sociales y a enviar también sus comentarios. El ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, estimó un bajo crecimiento en la economía peruana y que solo el país crecería entre 2.4% y 3.4% este año, y alertó de una posible recesión. Pero, para conocer de los planes del ministerio para hacer frente a estas complicaciones, justamente ya tenemos conectado en el programa al ministro Kurt Burneo Farfán. Muy buenos días señor ministro.
—Muy buenos días Rumi y saludos a tu audiencia.
—Muchísimas gracias. Usted alertó de un crecimiento bajo para este año, un descenso en el empleo, en el consumo y una menor inversión debido a este incremento de las tasas de interés de la política monetaria, y esto prácticamente es caldo de cultivo para una recesión si no se hace nada. En ese sentido, ¿cuáles son los anuncios que tiene usted planteados en materia de política económica y fiscal para hacer frente a ello?
—Bueno, como comprenderás Rumi, dar un poco de detalle respecto al plan de reactivación se dificulta un poco porque todavía está en proceso de elaboración las medidas, no solamente de lo que es la cuantificación de las medidas en términos de costo fiscal en lo que corresponda, sino también está asociado a la responsabilidad de estas medidas respecto a lo que es el impacto en la actividad económica. Pero, la lógica en general es simple, lo que estamos observando es lo siguiente, si no hacemos nada, la economía va a continuar desacelerándose, lo que significa que la tasa de crecimiento va a revisarse a la baja en el tiempo si no hacemos nada.
Justamente, la idea es de plantear un plan de reactivación económica para elevar las previsiones de crecimiento de la economía, que como mencioné, ya en las fuentes oficiales estaban entre no más de 3.4%. En ese orden de ideas, con una tasa de crecimiento de 3.4%, por ejemplo, poco avanzamos o avanzamos demasiado lento respecto a la necesidad de tener una tasa de crecimiento de cuando menos un 5% anual. Dada la estructura productiva que tiene el país, en una tasa de crecimiento de 5% anual es la tasa mínima que permitiría absorber a los casi 300 mil jóvenes que anualmente se incorporan en el mercado laboral, o sea, para decirlo en términos sencillos, no hacer nada significa que la economía va a continuar desacelerándose y podría, y ese es el sentido de mis palabras, podría llegar a generarse una recesión si no hacemos nada.
Justamente, de ahí viene la necesidad de plantear un plan de reactivación económica que lo que busca es lograr una tasa de crecimiento mayor de la demanda y, por tanto, de la actividad económica en el corto plazo.
No perdamos de vista también lo siguiente, Rumi, tenemos una política monetaria desarrollada por el BCR que está basada en lo que es el incremento de la tasa de interés de referencia. Ese incremento en la tasa de interés de referencia lo que hace es incrementar el costo del crédito y esa elevación del costo del crédito por supuesto que tiene un impacto adverso sobre lo que es el consumo y la inversión y, además, tiende a hacer lo siguiente, de acuerdo al propio BCR, la posibilidad de que la inflación que ahora está en una tasa anualizada del 8.8%, en términos anualizados esa es la tasa de inflación y cuando sabemos que el rango de inflación establecido por el propio BCR es entre 3% y 1%.
Para que la inflación regrese a ese rango, vamos a decir de inflación puesto por el BCR, el propio BCR dice que eso ocurriría todavía el segundo semestre del próximo año en el mejor de los casos, si no es en el 2024. Eso significa, entonces, que esa afectación adversa de lo que es el consumo y la inversión vía un crédito más caro, definitivamente genera un efecto adverso sobre lo que es la actividad económica. Por ello, que por el lado de la política fiscal, necesitamos definitivamente revertir esta tendencia a la baja en el consumo de la inversión y por tanto de la actividad económica. Esa es la lógica de lo que estamos haciendo, excepto que alguien piense que no hacer nada es la mejor solución.
Si no hacemos nada, definitivamente lo que va a seguir pasando es que va a continuar la desaceleración de la actividad económica y, eventualmente, podríamos llegar a complicaciones mayores, por eso se necesita un plan de reactivación para poder revertir esta desaceleración que se está dando ahora.
—Ministro, justamente en ese plan de reactivación, ¿cuáles serían esas cinco primeras medidas que permitan justamente echar a andar nuevamente la economía del país y salvar lo que queda del año y, obviamente, crecer, remontar y llegar a ese 5% que usted estima para posibilitarle dar empleo a estos 300 mil jóvenes que se insertan justamente al mercado laboral.
—Definitivamente, controlar la inflación es importante, pero también lo es que la gente tenga oportunidades de empleo y la demanda de empleo depende de las necesidades de producción. Por eso, es importante crecer a una tasa más alta. En términos todavía muy cualitativos yo diría que tenemos que desarrollar acciones que vayan por el lado, por ejemplo, de incrementar el ingreso disponible para poder incrementar el consumo y eso tiene que ver, digamos, con mirar algunas tarifas, por ejemplo.
Por otro lado, también tendríamos que ver como otra posibilidad dentro de lo que es un plan de reactivación, mirar, por ejemplo, revertir la actual tendencia a la baja que se observa por el lado del gasto no financiero. El gasto público no financiero viene cayéndose desde mediados de octubre del año pasado. Tenemos que revertir esa tendencia en la caída del gasto público no financiero.
También tenemos que considerar, por ejemplo, que hay la posibilidad, en ese orden, de poder inducir a que haya un mejor nivel de ejecución en cuanto a lo que es la inversión pública, porque definitivamente estamos rezagados respecto a lo que deberíamos de haber avanzado en cuanto al gasto al nivel de devengado, en cuanto a lo que es la inversión pública o gasto de capital del Estado.
El otro tema importante también es que ese último efecto, por ejemplo, de buscar que la inversión pública o el gasto de capital, por ejemplo, recupere su dinámica porque está atrasado, resulta también necesario explicar lo siguiente, pongo este énfasis en cuanto a lo que es la inversión pública por la sencilla razón que la inversión pública es absolutamente funcional a la inversión privada. Me explico, si nosotros somos capaces, por ejemplo, de recobrar el ritmo de ejecución en cuanto a la inversión pública, vamos a tener más proyectos de inversión en curso y eso puede facilitar la inversión privada.
Lo pongo con un ejemplo, imagínate tú Rumi que tienes agricultores que están en una zona donde no hay una carretera que los conecte al mercado. Si logramos, a través de la inversión pública, por ejemplo, generar esta carretera, estamos integrando esos agricultores al mercado, y al integrarlos al mercado, ya se convierte en sujetos de interés para lo que es la inversión privada porque ya tienen un canal de conexión a lo que es el mercado y eso, por supuesto, que puede inducir la inversión privada a continuación.
O sea, me parece que se comete un error cuando se dice que la inversión pública es la parte menor de lo que es la inversión total. Es cierto, estamos hablando, digamos, que la inversión pública es más o menos solamente un 25% o un 20% de toda la inversión total, el resto es inversión privada. En términos aritméticos es correcta la cifra, pero lo que no se mira es que si avanzamos más fuerte con un ritmo, recuperamos el ritmo de ejecución en cuanto a la inversión pública, esa inversión pública facilita lo que es la inversión privada a continuación. Por lo tanto, el efecto multiplicativo que puede tener la inversión pública se potencia a partir de la inversión privada que resulta como consecuencia de avances, por ejemplo, en proyectos de infraestructura como acabo de mencionar.
—Así es. Ministro, sobre el tema de la inversión pública, como sabemos, hay lentitud en el gasto, hay una sensación de austeridad en la ejecución del gasto. En ese sentido, ¿cuál es en este momento la trayectoria real de la inversión pública y si en los siguientes meses los agentes económicos notarán un salto cuantitativo y cualitativo también en función al gasto?
—Eso forma parte del planteamiento del plan de reactivación, Rumi, porque definitivamente tenemos que destrabar los obstáculos, o los problemas, o restricciones que tenemos para avanzar más rápido con lo que es la inversión pública y ese es un tema de gestión, por un lado. Primero, identificar los problemas que hay para lo que es tener una inversión pública que camine con una mayor velocidad; y segundo, conforme mejoremos el ritmo de ejecución, por un lado, digamos, el gasto del Estado va a apuntalar una mayor demanda y, por lo tanto, mayor Producto en el corto plazo; pero por otro, conforme los proyectos de inversión pública caminen en cuanto a su ejecución a una velocidad mayor, la posibilidad de que venga la inversión privada a continuación esperamos que se acelere también en la medida que se está funcionando el esquema donde buscamos mejorar la capacidad de gestión del Estado en cuanto a lo que es el gasto de capital.
O sea, el hecho de tener un Estado que es mucho más eficiente en cuanto a lo que vendría a ser el desarrollo de ejecución de los proyectos de inversión pública, creemos que va a ser un elemento inductor a lo que es la inversión privada.
—Ministro, justamente hay un tema importantísimo y es que debido a este freno de la inversión pública también hay un problema muy terrible en el país que tiene que ver con la ineficiencia y con la corrupción en el uso de esos dineros públicos. ¿Qué hacer, de alguna manera, para revertir esta situación tan deplorable en el país?
—Voy a decirlo con toda claridad, Rumi, nosotros en el Poder Ejecutivo en general, y en particular el MEF, tenemos un presupuesto que ejecutar y entonces, lo que necesitamos es recuperar el ritmo de ejecución del presupuesto. Si quisiera decirlo de otra manera, como acabo de comentarlo, revertir la caída en el gasto público no financiero que ha venido ocurriendo desde octubre del año pasado. Nosotros no ejercemos control, nosotros, nuestra función está por el lado lo que es desarrollar políticas públicas. El control corresponde a otras instancias, como el caso de la Contraloría General de la República.
Por supuesto que vamos a dar todas las facilidades a la Contraloría para que pueda desarrollar su labor en cuanto a lo que es el control de lo que se está haciendo, digamos, en términos de lo que es el tema de corrupción, pero la función básica de lo que es en este caso el Poder Ejecutivo en general, es desarrollar políticas públicas y ejecutar gasto. La función de control y fiscalización está por el lado de otras instancias que son independientes del Poder Ejecutivo, que tiene que ver con la Contraloría, tiene que ver con el Ministerio Público, tiene que ver con el Poder Judicial. Son instancias que están fuera del Poder Ejecutivo. La prioridad ahora es recuperar el ritmo del gasto, así de claro.
—Ministro, justamente el titular de la Producción adelantó que se tiene previsto un nuevo Reactiva, el tercero, Reactiva 3, y hasta el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias adelantó de cómo sería. ¿Usted puede confirmar si esto es así? ¿Efectivamente va a haber un nuevo Reactiva?
—Se evalúan distintas opciones, pero la decisión las toma en estas cosas el MEF, y en ese sentido, lo que debo decir en el MEF no estaría considerando todavía que haya un Reactiva 3 por una sencilla razón, necesitamos definitivamente recuperar los recursos de Reactiva 1 y 2, y como sabemos, los niveles de morosidad son importantes. Pero, por otro lado, necesitamos también que se puedan efectivizar las devoluciones de los préstamos realizados. Tal es así, que se han aumentado los periodos, se aumentó el periodo de gracia, tengo entendido y, adicionalmente, se ha reprogramado las obligaciones de las personas naturales, disculpe, de las personas jurídicas que han recibido estos créditos.
Necesitamos que se mejore la recuperación de los recursos puestos a disposición en Reactiva 1 y 2 para después, a continuación, pensar en lo que es un Reactiva 3, pero eso no está considerado como prioritario dentro de lo que es el plan de reactivación económica que estamos mirando en el MEF, en función de sus competencias, obviamente.
—¿Entonces qué hacer, cuáles serán los planes para la reactivación industrial, ministro?
—Hay algunos elementos de detalle, Rumi, que desafortunadamente no te puedo dar el alcance puntual, pero entendemos perfectamente que hay limitaciones en cuanto a lo que es la capacidad de, por ejemplo, inversión que tiene el sector de micro y pequeño empresario. Pero, recordemos que la única opción no solamente son esta suerte de programas de garantía, porque Reactiva 1 y 2 en realidad son programas de garantía. Hay otras opciones también para poder apuntalar, y eso forma parte de lo que es el detalle del plan de reactivación.
Lo que sí es claro, o debo remarcarlo en todo caso, que por supuesto que están considerados elementos de ayuda o de promoción a lo que son las mypes. El detalle forma parte del plan de reactivación que estamos calibrando acá en el ministerio, como te digo, no solamente se trata de ver cuánto cuesta estos programas, sino también el impacto que tienen respecto al PBI y así de esta manera plantear un plan de reactivación que implica costos y también implica señales claras e impactos claros sobre lo que es el nivel de actividad económica.
Y claro, si la economía se reactiva, obviamente la demanda de empleo también, de eso se trata, porque los ciudadanos están esperando también que las decisiones del gobierno impliquen definitivamente considerar la posibilidad de tener más oportunidades de empleo. Ese es un elemento que va de la mano con la reactivación económica, como todos sabemos.
—Ministro, el BCR estimó en 0% el crecimiento de la inversión privada para este año y como un componente del gasto de la demanda en el corto plazo, esa carencia de inversión afecta obviamente la potencialidad del crecimiento del país. ¿Cómo abonar a la confianza de los inversores en el Perú?
—Es muy importante entender que la economía es dinámica, no es estática. Entonces, el BCR ciertamente es una proyección de crecimiento en cuanto a la inversión privada, pero eso no tiene por qué ser estático o inmutable en el tiempo. De lo que se trata, como lo he mencionado varias veces, es que haya una generación de mayor confianza y de mayor certidumbre. Y eso pasa, como también lo he mencionado, por tratar de diferenciar el lado de la política y el lado de la economía, como antes ocurría, que iban por cuerdas separadas. A pesar de los problemas por la parte política, que dicho sea de paso no son nuevos en nuestro país, quizás hablemos de una intensidad mayor, pero no son nuevo, pero a pesar de los problemas por el lado del segmento político, la economía marchaba.
La idea aquí en el MEF es que en la medida que demos señales claras al sector privado en cuanto a lo que son los elementos de promoción, en cuanto a lo que es el respeto irrestricto a la normatividad, la estabilidad legal en el país, en esa medida vamos a ir generando gradualmente confianza y esa confianza creo que va a ser vista reforzada por dos cosas. Uno, por lo que es una mejor calidad de gestión por el lado del Estado, que comienza básicamente por gastar lo que tiene, eso va a contribuir evidentemente a la reactivación económica. Pero, por otro lado también, el tema de incentivo, o en todo caso, generación de confianza al sector privado en cuanto no va a haber sorpresas.
Si estamos hablando de un marco normativo estable, absolutamente predecible y con un Estado que es más eficiente en cuanto a su gestión, no solamente por el tema de la reactivación económica, sino también hablamos de mejoras en la gestión porque definitivamente el Estado es un ente de servicio para los ciudadanos, incluidos el sector empresarial, claro está. Creo que esos elementos podrían abonar a una recuperación gradual de lo que es la confianza y, por tanto, que la inversión privada pueda dinamizarse y eso significa que se revisase al alza lo que son las expectativas respecto a la inversión por el lado del sector privada. Hay la confianza en ello, pero como digo una vez más, ahí tenemos que esa confianza no cae del cielo, eso tiene que ver con un Estado mejor gestionado, por un lado y, por otro lado, que no haya sorpresas para el lado del sector privado. De eso se trata.
—¿Cree usted que para ayudar a controlar la inflación el BCR debería ser más activo en el mercado cambiario para evitar una disparada del alza del dólar?
—Si miramos, por ejemplo, lo que pasó en el año anterior, hemos visto coyunturas en las cuales el tipo de cambio llegó a 4 soles, 4.5 o hasta 4.3 inclusive hacia octubre del año pasado, y una elevación del tipo de cambio, como sabemos todos, impacta en la inflación. Probablemente, hubiese sido más deseable una intervención más activa del BCR para tratar de lograr que el tipo de cambio no crezca a esos niveles porque obviamente eso afecta las expectativas de los agentes económicos en cuanto a la capacidad de manejo o de intervención que puede tener el BCR en el mercado cambiario.
Sin embargo, el tema de por medio es que no solamente se puede hablar de intervenciones en el mercado cambiario en situaciones del alza del tipo de cambio, no solamente uno puede pensar en lo que podría ser la venta de dólares en el mercado, también el BCR tiene otros instrumentos como podría ser, por ejemplo, intervenir en el mercado cambiario a través de lo que vendría a ser la subasta de certificado de depósitos al tipo de cambio, por ejemplo, como si fuese en dólares, solamente que son instrumentos nominados en soles. O también podría usarse el BCR como otra parte de sus instrumentos de intervención en el mercado cambiario los swaps de divisas.
En realidad, el BCR tiene una serie de instrumentos o herramientas para intervenir el mercado cambiario y probablemente hubiese sido deseable que el año pasado no se hubiese dejado que el tipo de cambio llegase a 4.13 soles, porque evidentemente eso impacta en la inflación. Pero, por lo que uno observa, veo que la intervención del BCR en el mercado cambiario es mucho más activa que el año pasado, porque obviamente se entiende con claridad que incrementos en el tipo de cambio impacta en la inflación y como sabemos, la inflación afecta sobre todo a los que menos tienen.
—Este año 2022 hay todavía recursos interesantes gracias al boom de los precios internacionales. Pero, a partir del próximo año 2023, la recaudación sería mucho más complicada para el país especialmente con esas medidas ya dadas como la rebaja del IGV a los restaurantes, por ejemplo, y otras más. ¿Qué hacer al respecto?
—Parto por un elemento fundamental, Rumi, desde el principio yo señalaba que era necesario, digamos, una mejor coordinación entre lo que es la política fiscal y la política monetaria.
—Importantísimo.
—Como sabemos, la política macroeconómica tiene dos ramas: la política monetaria a cargo del BCR, y la política fiscal a cargo del MEF. Cuando yo hablaba de coordinación, en absoluto yo pensaba restarle autonomía al BCR, porque además legalmente es imposible y ese tema lo conozco bien porque recuerda que en años atrás yo fui director del BCR, y la autonomía del BCR está garantizada no solamente por su ley orgánica, está garantizada por la propia Constitución. En ese orden de ideas, cuando uno habla de coordinación, en absoluto estoy pensando en lo que es intervención en la decisión del BCR, porque materialmente y legalmente sería imposible.
Lo que pasa es que, uno lo puede leer en libros de teoría económica de primer año para estudiantes, que se necesita que haya armonización entre lo que es la política fiscal y la política monetaria porque son ambos componentes de la política macro. Esa es una cosa. La otra cosa que debo decir también es que necesitamos, evidentemente, que haya consistencia entre la política económica. No podemos, por ejemplo, referir por un lado que necesitamos que la economía se reactive, necesitamos que con la reactivación económica se reactive la demanda de empleo, se reactive por ejemplo lo que es la captación tributaria, si a la vez, por ejemplo, estamos planteando reducciones impositivas a cambio de nada, porque obviamente, desde el momento en que se reduce, en el caso específico que tú mencionas, la reducción del IGV al 8% al sector hotelería y restaurante, evidentemente estamos hablando de un beneficio que no lo tienen otros sectores, pero hubiese sido ideal, por ejemplo, que ese beneficio de menor pago por IGV estuviera conectado o asociado con algunas condiciones por cumplir, por ejemplo, productividad laboral, por ejemplo inversión, por mencionar algunos elementos.
Es decir, tú das el incentivo, pero a cambio de qué. Es muy importante que haya un compromiso por el lado del sector privado, en este caso específico a partir de la ley que tú mencionas, en el sentido de cumplir alguna condición que si bien es cierto no está en la ley, pero sería ideal que hubiese existido. Es decir, tú das un beneficio tributario, porque en el fondo es eso, pero a cambio de cumplimiento de algún tipo de indicador que sea de beneficio para la economía, para el sector y para el país. Hacerlo sin nada es simplemente dar un incentivo sin pedir nada a cambio, o sea es a ciegas absolutamente y yo creo que eso no es lo deseable.
—En ese sentido, ¿cree usted que puede haber algún afinamiento a esta ley que permite reducir el IGV a ese sector en el país?
—Yo diría que estamos mirando el tema de reglamento de esa norma, pero lo ideal es evitar situaciones para sectores que quizás no son los menos desfavorecidos en la economía.
—Ministro, todos deseamos que la economía se recupere, obviamente, es importante avanzar en función del país. Pero, ¿cómo hacerlo con un gobierno que se desmorona, que no genera confianza?
—Como te decía Rumi, al final de cuentas, la idea es tratar de conseguir que la economía y la política vayan por cuerdas separadas y, por el lado por lo menos del MEF, estamos haciendo todos los esfuerzos por mejorar la calidad de gestión del gasto público, por ejemplo, cosa que no es casi inmediato, es algo que se da en el tiempo, pero a través de cambio en la normativa necesarios para poder incentivar a que por el lado del gasto del Estado en el tiempo es dar un paso en el sentido adecuado.
Por otro lado, también la idea de recuperar la confianza tiene que ver por el lado que las decisiones que se tomen en el MEF, la gente, el ciudadano de a pie sienta que también es parte o que se le toma en cuenta a la hora de plantear iniciativas por el lado de lo que es el MEF. Usualmente, siempre la mirada del ciudadano hacia las decisiones de política económica, como que han estado un poquito distantes en el tiempo. Lo que vamos a ver a continuación definitivamente son iniciativas que van por el lado de generar por el lado del MEF, pero que definitivamente consideran o toman en cuenta lo que es el día a día de los ciudadanos. Eso lo vamos a ver con claridad con el plan de reactivación que en los próximos días vamos a presentar.
—Estamos en LR+ Economía, el programa económico del diario La República. Envíen sus comentarios, sus preguntas de manera democrática, sin expresiones de odio, a las redes sociales de La República. ¿Qué hace usted en el MEF cuando las críticas arrecian al Ejecutivo en sospecha, en inoperancia y con presunta corrupción?
—Mira Rumi, yo llego acá al ministerio a las 7:30 am y me voy a las 11:30 pm o 12 de la noche todos los días. En estas dos semanas que tengo acá en el puesto, hay cosas que se tienen que hacer para ayer. Yo respondo por lo que estoy haciendo y creo contribuir a la sostenibilidad más que del gobierno, de mi país. La razón por la cual yo acepté esta posición a pesar de los momentos difíciles, es simplemente porque sentí que podía contribuir con lo poco que puede saber en cuanto a economía y a la parte financiera, contribuir para tener un mejor país a futuro. Eso pasa definitivamente porque la economía se reactive.
Si yo apuesto a que haya un crecimiento más alto, eso me da pie, por ejemplo, para una mayor cantidad de iniciativas que tienen que ver con los recursos tributarios incrementados como consecuencia de una tasa de crecimiento más alta de la que estamos observando ahora. Evidentemente, esta posición y este tipo de puesto también tiene su parte política, pero no sé si he tenido éxito en hacerlo, yo he tratado de desmarcarme de los temas políticos y solo hablo de mi tema sectorial, porque insisto que es muy importante en la economía, no solo para el sostenimiento del gobierno solamente, sino para el sostenimiento de lo que es el país en el que estamos todos. Opositores y gobierno estamos en el mismo bote, no hay que perder de vista eso.
—Estamos en el mismo barco. Justamente, hay un sector que señala que para que la situación mejore, ¿usted podría abonar a un cambio político drástico con nuevas elecciones, por ejemplo, tanto para el Ejecutivo como para el Congreso?
—Ese es un tema de carácter político. Yo creo que aquí lo urgente primero es cómo estabilizamos la economía, cómo hacemos que crezca más rápido. Todas las otras cosas pueden ser discutibles, debatibles, pero yo sí creo que no debería haber ninguna diferencia, como acabo de mencionar, como estamos todos en el mismo buque, se necesita definitivamente que colaboremos todos porque definitivamente si la economía se desacelera y no hacemos nada frente a eso, podrían darse problemas mucho más severos.
Justamente, por eso estamos siendo muy proactivos en cuanto a lo que es el planteamiento de este plan de reactivación y de ahí la importancia. Obviamente, el Presupuesto General de la República que va a regir el próximo año va a estar en línea con una política fiscal claramente expansiva.
—Ministro, usted ayer estuvo en el Congreso acompañando al Premier para explicar lo dicho recientemente. Allí se defendió obviamente y pidió trabajar, pese a las diferencias en puntos comunes en beneficio del país. ¿Cree usted que se va a aminorar este pugilato entre el Legislativo y el Ejecutivo, y viceversa?
—Creo que tiene mucho sentido común lo que menciona el primer ministro, independientemente de las diferencias que puedan darse en el nivel político, la pregunta es: ¿no nos damos cuenta que en la medida que se exacerba y en la medida que hay mayor crispación política estamos haciendo más daño a la confianza, estamos haciendo más daño a la certidumbre de los agentes económicos? ¿No nos damos cuenta que a través de ese pugilato absurdo entre el Poder Ejecutivo y Legislativo la consecuencia finalmente es hacer más difícil lo que es la gobernanza económica del país? Obviamente, la idea es no quitarle, no sacar el hombro en este esfuerzo, pero creo que tú y todos los que nos escuchan, concordarán, por ejemplo, que, si hubiese menos fricción política, el tema de la gestión económica tendría mejores resultados. Los resultados se van a lograr en términos de una mayor reactivación, una mayor tasa de crecimiento, pero si no hubiese estas pugnas absurdas por el lado político, los resultados serían muchos mejores de los que vamos a tener próximamente, por lo menos parto de esa confianza.
—Estamos terminando el programa, yo le agradezco muchísimo, pero una más del estribo. Usted ha señalado recientemente que las amas de casa son las mejores economistas porque hacen malabares con el dinero. ¿Qué les diría usted a ellas respecto a lo que hará el MEF, justamente, para que la platita alcance, para que haya trabajo y para que haya reactivación que todos esperamos?
—Rumi, lo que yo digo, para ser consistente con esa afirmación, tiene que ver con lo siguiente, las medidas que vamos a establecer o que forman parte del plan de reactivación económica, esas medidas no solamente van a mirar la parte macro, sino la parte micro, o sea lo que es la economía a nivel de lo que es la gente, la economía del empresario, la economía del ama de casa. Y digo yo que son las mejores economistas porque, por ejemplo, en la teoría económica nos enseñan que cuando el precio de un bien sube, puedo ocurrir lo que es la sustitución del mismo por otro producto que en términos de igualdad de calorías o proteínas sean un poco más barato.
Esa situación de sustitución la toman con mucha sapiencia y facilidad las amas de casa, o sea, dicho en otras palabras, lo que vendría a ser esa la sustitución sin conocer teoría económica, las amas de casa lo hacen a diario porque tienen un presupuesto que tiene que alcanzar para la alimentación de la familia. Por eso, que yo creo que a veces no se necesita saber teoría económica para tomar decisiones que son absolutamente razonables. Es ahí donde se ve el manejo de la economía a nivel individual por el lado de las amas de casa.
Insisto, la propuesta de reactivación que vamos a hacer no solamente va a considerar elementos macro, sino también elementos de microeconomía y eso es hablar de la economía de la gente.
—En los elementos microeconómicos, ministro, para terminar, ¿hay la posibilidad de nuevos bonos, por ejemplo, que la población más vulnerable podría esperar?
—Definitivamente, podríamos pensar en un esquema de bonos para los segmentos más vulnerables, pero creo que tan o más importante que los bonos, podamos mirar algunos elementos, por ejemplo, de costo en la canasta familiar que tienen las amas de casa o las familias en general en el Perú, y por ahí podría haber algunas iniciativas que tienen que ver obviamente por el lado de la microeconomía. O sea, vamos a tratar de plantear un plan de reactivación que también sea cercano a la gente, no perdernos en los ´números macro que son importantes y obviamente que van a ser considerados en el plan, sino también vamos a considerar algunos elementos por el lado de la microeconomía, que al final de cuentas es hablar de lo que son las decisiones por el lado de las empresas y los individuos, o sea las familias.
Esa parte microeconómica que quizás puede ser la parte más novedosa de lo que es la propuesta o el plan de reactivación que estamos terminando de elaborar aquí en el ministerio.