Jorge López-Dóriga entrevistado por Rumi Cevallos en LR+ Economía. Foto: Captura.
—Un análisis realizado a través de imágenes satelitales por el proyecto de monitoreo de la Amazonía andina, indica que entre marzo del año 2019 y marzo de este año, la deforestación por minería ilegal aumentó entre 50% y 448% —esto es calamitoso— en cuatro comunidades indígenas. Estamos hablando de Puerto Luz, 3 islas, Barranco Chico y Boca Inambari, esto es en Madre de Dios. Pero solo es una parte, una pequeña porción, una pequeña muestra de todo lo que lamentablemente ocurre en la Amazonía. ¿Qué lectura tienes de estas cifras?
—Si vemos en otros territorios como Brasil, etc., es todavía más alarmante, la lectura que tengo es que la deforestación sigue. Y tenemos un problema muy grave, que si se llega al 20% de deforestación en la Amazonía el sistema colapsará. Ya debemos estar por el 18%. Entonces, el sistema completo colapsará porque es un ser vivo, es un organismo completo, no se puede parcelar en territorios. Si llegamos al 20%, según el Smithsonian Institute y otros científicos, si se llega al 20% de deforestación, la Amazonía se convertirá en una sabana, como la de África. Por eso, es tan importante parar inmediatamente la deforestación amazónica. Además, si en la Costa tenemos agua es debido a las lluvias en el Amazonas. La lluvia en el Amazonas es la que hace que la Sierra se llene de agua y de nieve, y que esto caiga en los ríos a nuestra Costa. Al deforestar el Amazonas estamos privando de agua a la Costa. El Amazonas no es un territorio aislado del Perú, es la base del oxígeno, del agua y de la retención del carbono de todo el Perú, y de toda la humanidad.
—Pero además de la deforestación por minería ilegal ¿Qué otros problemas identificaron en la Amazonía del país?
—El problema es la deforestación por varias causas, pero ¿Por qué ocurren estas causas? La gente no deforesta porque sea mala ni porque sea ignorante. Lo hacen porque la economía de mercado ya llegó a la Amazonía y piensan que van a tener más recursos económicos con una Amazonía deforestada que con una Amazonía sana y en pie. Por lo tanto, hay que revertir esto; hay que convencer al mundo que el “oro verde” tiene mucho más valor en la Amazonía que el “oro amarillo” o el “oro negro”. Es decir, que la Amazonía conservada y en pie tiene mucho más valor que una Amazonía depredada. Para eso, evidentemente, tenemos que empezar a poner en valor esa biodiversidad, poner en valor esos recursos, poner en valor ese oro verde a través de bionegocios sostenibles.
—Es importante darle valor a los productos de la Amazonía. Pero, las revoluciones en el mundo generaron grandes cambios, y ahora una que se acuña en el Perú, y que debe amplificarse, es la Revolución Natural. ¿Qué significa Revolución Natural? ¿Qué es lo que se busca con ello?
—Durante los últimos 150 años hemos vivido bajo el hechizo de la revolución industrial y, claro, la revolución industrial ha creado dos paradigmas. Número uno, ha transformado al ser humano en un consumidor ¿Y cuál es la función de un consumidor? Consumir. ¿Qué es lo que ha hecho el consumidor? Consumir los recursos naturales de la tierra y ha devastado la tierra, la está privando de sus recursos naturales. Segundo, ha creado empresas que su función es satisfacer las necesidades del consumidor. Pero al tener esta crisis medioambiental, climática y de biodiversidad que está viviendo la humanidad, esto ha hecho que cambie la relación de los seres humanos con lo que consumen y ha nacido lo que llamamos el usuario consciente. Este usuario consciente antes de comprar algo se pregunta 3 cosas: 1) ¿Es bueno para mí? ¿Es bueno para mi salud? Porque evidentemente los problemas de la pandemia han provocado que la gente se dé cuenta que tiene que levantar sus defensas. 2) ¿Es bueno para la sociedad lo que estoy comprando? 3) ¿Es bueno para el medio ambiente? Hoy en día la gente está dispuesta a cambiar sus hábitos de vida y a pagar más por un producto que sea sostenible y que proteja al medio ambiente, que por otro que no lo sea. ¿Y esto qué ha cambiado? ¡Cambia! Y se crea la nueva Revolución Natural ¿Por qué? Porque ahora el ser humano está buscando productos naturales y está dispuesto a pagar más por productos naturales, que por productos artificiales o de una fábrica. Este movimiento es el que crea esta nueva Revolución Natural para que ahora los productos naturales tengan más valor. Pero claro, estos productos naturales, esta nueva revolución, no puede nacer en los países industrializados porque ellos han depredado sus recursos naturales. Entonces, esta Revolución Natural solo puede nacer de países biodiversos como el Perú.
Jorge López-Dóriga, director global de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE. Foto: Captura.
—Es un paradigma nuevo que hay que alentar. Es el momento de la Revolución Natural, donde se ponga en valor los frutos de la Pachamama, de nuestra madre tierra, que nos permita contribuir no solo en la mitigación del impacto del cambio climático, sino también en generar valor en las comunidades ¿Cómo hacerlo?
—Esto es muy importante. En la COP 26, en representación del Grupo AJE, fui a presentar los proyectos que estamos haciendo. Precisamente algo que se comentaba ahí es que se están viendo muchas soluciones de energía verde. Cómo transformar nuestra energía dependiente de los hidrocarburos y del carbón a una energía más limpia, dependiendo de energías renovables. Pero hay muy pocas soluciones basadas en la naturaleza, y eso es lo que queremos. ¿Por qué? Porque para buscar soluciones basadas en la naturaleza, las compañías, los bancos, tienen que tratar con las comunidades que viven en esa naturaleza. Eso es lo que estamos haciendo y eso es lo que hay que promover, soluciones basadas en la naturaleza.
—Tenemos algunas preguntas del público. ¿Cuáles son las claves en el cuidado de la Amazonía peruana y cuál es el rol que le compete a los ciudadanos, a las familias?
—Muy bien, pues número uno, lo importante es parar la deforestación. El Perú tiene unos acuerdos que firmó en la Cumbre de París, del clima, y estos acuerdos son para reducción de su huella de carbono. Más del 60% de la huella de carbono del Perú viene por la deforestación y el cambio de uso de suelo. Por lo tanto, es prioritario parar esta deforestación ¿Cómo? Poniendo en valor este oro verde y manteniéndolo. ¿Qué pueden hacer los ciudadanos? Los ciudadanos, como evidentemente consumen productos, compran productos, pues, asegurarse y fomentar la compra de productos naturales, que surjan de la biodiversidad y que conserven el bosque. ¡Cuidado! Eso es muy importante. Asegurarse que cuando se compren productos de la Amazonía, sean productos que conserven el bosque y no que lo depreden.
—Recientemente el Grupo AJE presentó a través de la marca Bio Amayu, productos que dan justamente ese valor de la Amazonía. Cuéntanos de este tipo de labor que hacen a través de Bio Amayu y la sostenibilidad ambiental.
—Precisamente esta es la historia. Como te dije, la revolución industrial creó empresas cuya función era satisfacer las necesidades del consumidor, pero en esta nueva Revolución Natural, las empresas se tienen que poner al servicio de la Pachamama y dar valor a la Pachamama. Y ¿Qué es lo que necesita la madre tierra en nuestro país? Parar la deforestación. Entonces, nosotros como hacemos bebidas, nos sentamos con el MINAM, con el SERNANP, con varias ONGs, con el Gobierno Británico y preguntamos cómo podemos contribuir como empresa de bebidas para en la protección de la Amazonía, y nos dijeron “poniendo en valor los super frutos del bosque, porque algo que tiene valor nadie lo va a cortar”. Por lo tanto, desde ahí nació Amarumayu. ¿Qué es este movimiento Amarumayu? Es el nombre en quechua del Amazonas. El Amazonas es un nombre que le pusieron los españoles, pero el nombre original en quechua es Amarumayu, el río de la vida. Entonces, lanzamos Bio Amayu, que son bebidas de súper frutos amazónicos.
—¿De dónde proceden esos frutos amazónicos?
—Pero estos súper frutos amazónicos vienen de áreas de bosque primario en la Amazonía, de áreas protegidas en la Amazonía, y lo compramos directamente a las comunidades amazónicas. ¿Qué es lo que han hecho durante miles de años las comunidades amazónicas? Recolectar los frutos del bosque. Ahora ellos pueden hacer lo que siempre han hecho y recibir ingresos por ello. Un ingreso, un precio justo, sostenible todo el año, porque nosotros tenemos un acuerdo con cada una de estas comunidades. Estamos trabajando ahora con más de 20 comunidades, más de 150 familias beneficiadas, más de 700 mil kilos de frutos amazónicos que les hemos comprado, y les compramos directamente al mismo precio todo el año para que no tengan esas oscilaciones y puedan planificar el futuro. Esto lo ponemos en nuestras bebidas de Bio Amayu. Por ejemplo, tenemos la de aguaje, camu camu, acaí, que ahora lo estamos trabajando con comunidades en Colombia, porque AJE está en más de 20 países. Estamos trabajando también en Ecuador y Colombia con comunidades para proteger bosques. Y, además, hemos sacado una nueva línea, que son los shots, donde en 60 mililitros se tiene toda la energía del Amazonas en 4 diferentes shots, de estos súper frutos que provienen directamente de las comunidades, sin intermediarios. Los compramos para que ellos se beneficien y vienen de 4 áreas protegidas del Perú, del SERNANP, porque somos aliados de la conservación con ellos.
—La tendencia es que las personas consuman productos naturales, que les den vitaminas. ¿Significa que, a través de estos shots, de esta cantidad que nos está mostrando, las personas pueden nutrirse, pueden llevar esas vitaminas de la Amazonía y con esto también se ayuda a las familias, a las comunidades, a cuidar sus territorios?
—Exactamente, esto es lo que propone la Revolución Natural. En la revolución industrial tenías el win win, yo gano, tú ganas; en la Revolución Natural es el triple win: bueno para ti, bueno para las comunidades, bueno para la naturaleza. Con estos productos, ¿Por qué bueno para ti? ¿Por qué se llaman súper frutos? Porque lo que tenemos concentrado en una botella, en 60 mililitros de un solo shot, son estos súper frutos amazónicos. Por ejemplo, 100 gramos de aguaje tienen la misma vitamina A, que es fundamental para rejuvenecer la piel y para protegerla, con la vitamina D, y 100 gramos de aguaje tiene la misma vitamina A que 2 kilos y medio de zanahoria o 6 kilos de melón. El camu camu tiene 50 veces más vitamina C que la naranja. La gente toma jugo de naranja, que es el más consumido en el mundo, por la vitamina C. Pero el camu camu tiene 50 veces más vitamina C que la naranja. En estos shots, lo que se puede conseguir es toda esa fuerza de la Amazonía. Y, además, es una innovación, porque en ningún sitio del mundo se han hecho shots de súper frutos amazónicos. Es una innovación amazónica porque evidentemente, estos elíxires, estas posiciones mágicas, las comunidades las llevan desarrollando en la Amazonía desde hace mucho tiempo. Lo que estamos haciendo es llevar al mundo esta sabiduría y este poder de la Amazonía.
—Jorge, nos preguntan sobre el justiprecio por ese cultivo, por esa recolección de frutos con las comunidades. ¿Cómo es el pago? ¿Cómo es el contrato con las comunidades para que ellos reciban lo que realmente deben recibir por esta labor?
—Esto es un acuerdo que se hace con ellos. Comunidad a comunidad, se acuerda con ellos un precio justo. Y hay dos cosas muy importantes: para comprar estos productos, lo primero que exigimos es que solo vamos a comprar donde las comunidades sean propietarias de la tierra o tengan planes de manejo, porque, por ejemplo, si es un área protegida y viven dentro, y tienen planes de manejo se pueden beneficiarse de esa compra. Se hace una compra directa con ellos y se acuerda este precio todo el año. Se han de acordar que el año pasado hubo esta enorme crisis con el café en Centroamérica, donde esta gran compañía americana tuvo que venir y contribuir a los cafeteros ¿Por qué? Porque el precio del café cayó, las comunidades empezaron a invertir y a pedir préstamos con ese precio, que cayó porque había mucho café, cae el precio café, se arruinaron las comunidades. ¿Qué es lo hacemos con ellos? Yo te voy a pagar el mismo precio todo el año, acordado, haya mucho o haya poco. Por lo tanto, ellos pueden planificar para el futuro y esto les permite tener recursos que antes no tenían para poder educar a sus hijos y cubrir sus necesidades básicas.
—¿Cómo se avanza la producción y cómo ha sido la recepción de estos productos en la comunidad internacional?
—Pues la verdad que estamos felices. Como digo, ya llevamos comprado 700 mil kilos de frutos, estamos en más de 20 comunidades amazónicas, 150 familias beneficiadas, y empezamos en el Perú. El Perú es pionero en el lanzamiento de estos productos, del Perú al mundo. Ya estamos en Estados Unidos, en Centroamérica, en Colombia, en Ecuador y próximamente en México, y la idea es extenderse a todo el mundo. Ah, en Tailandia también estamos. Entonces, un producto 100% peruano ahora está lanzándose en el mundo. Esto es innovación de la Revolución Natural, innovación peruana para el mundo.