La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que este año la población ocupada disminuiría en cerca de 1,5 millones de personas con respecto al 2019, si el Producto Bruto Interno (PBI) nacional se contrae en -13% tal como lo proyecta la CEPAL.
En el escenario base de caída del PBI de 12,0% (estimado por el MEF) con elasticidad de empleo-producto igual a 0,49, a nivel nacional, para el año 2020 se esperaría, en promedio, una pérdida a un poco más de 1 millón de empleos respecto a lo registrado en 2019.
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De acuerdo a la OIT, la economía poco productiva y poco compleja no ha generado suficientes puestos de trabajos y provoca informalidad y trabajadores vulnerables (45% de los trabajadores informales son autoempleados, mayormente de subsistencia). Pero por otro lado, la informalidad es también causa de vulnerabilidad.
“De hecho, existe también una importante informalidad laboral en las empresas informales y formales, principalmente micro y pequeñas, así como en el propio sector formal. Esta otra realidad del mercado del trabajo ha tenido un impacto inmediato durante la pandemia. Los primeros trabajadores de las empresas en ser despedidos durante la cuarentena han sido precisamente aquellos que no tenían relación laboral formal y protección social”, resalta Philippe Vanhuynegem, director de la OIT para los Países Andinos.
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