Reinvención ante la COVID-19: un cambio necesario para evitar la quiebra
Resiliencia. Con la paralización de las actividades a causa de la pandemia, diversos emprendimientos optaron por girar o extender el alcance de sus negocios para subsistir. La República ubicó tres casos que reflejan la perseverancia del peruano, dejando claro que somos más fuertes que los problemas.
Las reglas del mercado cambiaron desde que estalló la emergencia sanitaria en el país, y ello lo saben bien los emprendedores. Aproximadamente uno de cada cuatro peruanos está iniciando un nuevo negocio o ya es dueño de uno recientemente creado, según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor Perú, desarrollado por el Centro de Desarrollo Emprendedor de la Universidad ESAN.
Desde Emprende UP calculan que hay 350 mil emprendedores impulsados por oportunidad en el país. “Este grupo encuentra un espacio en el mercado para resolver o proponer algo innovador y presenta una propuesta de negocio para validarse en el mercado y están identificados porque trabajan con incubadoras, universidades o cámaras de comercio en sus regiones”, explica a este diario Javier Salinas, director de dicho programa.
El otro torrente, detalla el especialista, es el de emprendimientos por necesidad, en donde millones de peruanos se han visto obligados a incursionar para mitigar la pérdida de empleo y caída de ingresos.
Vale todo menos rendirse
A poco de cumplir veinte años en el mercado, la discoteca Downtown –conocida también por la comunidad LGTBIQ+ como Vale Todo– se despidió de la festividad de la noche para abrir sus puertas de lunes a domingo hasta la puesta del sol, tras reinventarse como un market.
"Han sido semanas de mucho trabajo. No es que se nos ocurrió ayer, lo planeamos por mucho tiempo en la cuarentena y ahora que hemos reabierto, estamos contentos con el cariño que hemos recibido, no solo de la comunidad sino de la población en general", sostiene Claudia Achuy, gerente del Downtown.
"Nos aventuramos en hacer el Downtown Market. Hemos usado la infraestructura de la discoteca, que era un activo que estaba ahí y es completamente nuestro y se ha invertido más en luces, ya que la iluminación de discoteca no era la adecuada para un market. Sumado a los anaqueles y la mercadería", añade.
Achuy comenta que aplicaron la suspensión perfecta porque sabían que no iban a poder operar y tenían gasto cero desde el primer día de la emergencia, aunque destinaron un bono al personal que tuvo que interrumpir sus labores, y para el funcionamiento de la tienda acudieron a las drag queens y productores –previa capacitación– con el fin de mantener la empleabilidad.
“Como Vale Todo Downtown tenemos un trabajo más amplio, no solo como marca de entretenimiento, tuvimos también obras sociales y trabajos para visibilizar la comunidad LGTBIQ+, y ahora con el market abarcamos al público en general para todo aquel que le parece atractiva nuestra oferta y quiere una experiencia distinta”, sostiene la empresaria.
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Además, precisó que se aplican horarios rotativos para los trabajadores que se han reincorporado ante la sobredemanda presentada cuando se les avisó que iban a funcionar ahora como un market, el cual se quedaría como un negocio paralelo en caso todo vaya viento en popa.
La redes sociales, confiesa Achuy, tuvieron un valor fundamental en estas semanas de reinversión –teniendo en las mascarillas Eco Silver Plus del científico peruano Marino Morikawa uno de sus productos más solicitados- e implementarán el delivery para llegar a más partes de Lima.
Indagar y reinventar
“La cuarentena fue un golpe duro porque, de un momento a otro, nuestros clientes tuvieron que preocuparse más por la salud, dejando de lado a nuestro negocio”, recuerda Wendy Valdez, gerente de Aquaval, un emprendimiento familiar que nació en 2013, orientado al diseño, construcción y mantenimiento de piscinas, y que ahora da sus primeros pasos en el mercado agrícola, comerciando lombrices californianas para cultivos.
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Wendy hizo formal su negocio hace siete años tras ganar experiencia como diseñadora de interiores en el mundo de las piscinas, y junto a su esposo logró posicionarse fidelizando a embajadas y condominios, rozando ingresos de hasta S/ 6.000 al mes.
Sin embargo, con la pandemia del nuevo coronavirus vio cómo sus ganancias cayeron abismalmente hasta en 90 % y optó por buscar una solución en vez de dejarse tumbar.
"Comencé a indagar poco a poco sobre la venta de lombrices californianas para cultivos, y vi que la agricultura era un sustento que me podía brindar alguna economía para implementarla en la empresa. Busqué un huerto y ahí averigüé sobre su funcionamiento", alega.
Rápidamente se familiarizó con el tema adaptando la azotea de su vivienda –donde operaban como Aquaval– para que las lombrices puedan mantenerse en las condiciones adecuadas: temperatura ambiental y de preferencia húmedo.
"Por núcleo hay cerca de 250 mil lombrices y se van reproduciendo por su cuenta porque son hermafroditas. Comencé en abril y ahora comprendo cómo hay que cuidarlas. Ellas comen el desecho orgánico, como cáscaras de plátano o tomate, no se gasta tanto en alimentación. Todo lo que desechas lo producen ellas en humus, lo cual es una vitamina para la tierra, enriqueciéndola para cultivar cualquier fruta o verdura", apunta.
“Lo bueno de los emprendedores es que prueban un modelo de negocio y este puede mutar, replantando su modelo de negocio. El ser emprendedor es saber empezar algo de cero y tener la capacidad de cambiarlo, y ante la pandemia, se suma la obligación de hacerlo, ajustándose a una nueva realidad”, resume Javier Salinas de Emprende UP.
Sobre el capital humano que acompañaba a Valdez desde el negocio de las piscinas, reconoció que los técnicos mayores de 50 años fueron relegados a sus hogares y les abonó un sueldo a la mitad, debido a la caída de ingresos. Actualmente, emplea a cinco personas, dispersas entre el despacho, cuidado de lombrices y recepción, las cuales tuvieron que adaptarse al nuevo rubro.
Además, para reforzar la confianza en su nueva cartera de clientes –desde colegios que quieren trabajar en sus biohuertos hasta productores agrarios- adjunta una serie de documentos por cada transacción, explicando los puntos básicos para el correcto cuidado de las lombrices.
"Para darles seguridad a mis clientes fijos, considerando que algunos viven en Chaclacayo y cuentan con huertos, amplié el rubro de la empresa, y a través de OLX tenemos un buen canal de venta", sentencia.
Reinversión tecnológica
Platanitos comenzó como una tienda exclusivamente de zapatos en 1991 e importaba desde China con el fin de ofertar a un precio asequible en el mercado peruano. Actualmente poseen 68 locales a nivel nacional y para Pedro Mont, actual director del negocio, en el canal digital está el futuro para todos en este contexto del COVID-19.
"Con la cuarentena, incrementamos el catálogo de marcas para nuestros usuarios. A través de Platanitos Food traemos insumos para preparar platos chinos o japoneses, así como repostería. También ampliamos a productos home como cubrecamas y de decoración", acota.
Para acrecentar su postura en el mercado, destinará sus cartas al live stream desde la app de Platanitos, en donde los clientes podrán interactuar en tiempo real con un colaborador y hacer cualquier consulta sobre el producto que están mostrando.
Se puede vivir más digital de lo pensado
“Esta pandemia nos deja la lección de que podemos vivir más digitales de lo que pensábamos”, asegura Javier Salinas, director de Emprende UP.
Para el experto los emprendimientos han sabido responder al cambio desde antes de la pandemia, y en un escenario posterior, van a encontrar en el e-commerce nuevos nichos.
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Salinas considera que "en el rebote hay una gran oportunidad para los emprendedores", tomando en cuenta que se están creando nuevas modalidades de negocios, educación y empleos.
Por ejemplo, a través de la carta virtual de Platanitos, una cámara mostrará una persona preparando un platillo o exhibiendo unas zapatillas. “Todo lo que veas podrá comprarse con un solo botón, los cuales irán al carrito de compras”, detalló Pedro Mont.
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