Tarcila Rivera, presidenta de Chirapaq
De reducirse la cobertura de la educación intercultural bilingüe en las escuelas, los pueblos indígenas perderán la única oportunidad de construir su sociabilización y sus conocimientos desde los fundamentos de su propia cultura. En la práctica, sería un nuevo proceso de colonización y una traición del Estado a los esfuerzos realizados para contar con una educación que responda a nuestras necesidades e intereses.
La educación intercultural bilingüe surge ante la necesidad de expresar y fortalecer la diversidad de nuestros pueblos en su relacionamiento con el Estado. Y esto se logra únicamente partiendo de la realidad cultural y, sobre todo, de la experiencia y lógicas propias de nuestras comunidades. Desmontar todo lo avanzado para beneficiar la oferta laboral, es colocar intereses particulares por sobre derechos colectivos.
Por lo contrario, el Estado debe incentivar y fortalecer la formación del personal educativo en las regiones, brindando oportunidades a los y las docentes indígenas de consolidar su formación y, con ello, la de la niñez y la juventud indígenas.
Mónica Sicchar, profesora y especialista en EIB
Se les mutilará una parte de sus identidades, la identidad indígena, la cual quedará reducida a la familia, porque la escuela y el Estado decidieron darle la espalda a la enseñanza de sus lengua y culturas, y seremos testigos -como dice el antropólogo Rodrigo Montoya- del regreso a la “castellanización a palos”.
La situación en la que se encuentran las escuelas interculturales bilingües (EIB) es crítica, por eso la organización indígena AIDESEP viene exigiendo al Ministerio de Educación que se las declare en emergencia y se garantice el derecho de los estudiantes indígenas a una educación de calidad con maestros indígenas titulados.
Esto es una deuda histórica que tiene el Estado con los pueblos indígenas, por lo tanto se debe convocar a las organizaciones para implementar el proceso de titulación, en vez de reducir las escuelas EIB. Hay maestros castellanohablantes titulados que exigen ocupar plazas de contratos en colegios EIB, pero no cumplen con el requisito de hablar la lengua de los estudiantes, vulnerando el derecho a la educación intercultural a los niños y niñas indígenas.
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Nelly Aedo, Defensoría del Pueblo
Para garantizar el derecho a la educación intercultural bilingüe (EIB) se requieren condiciones mínimas. Sin embargo, algunas decisiones han impedido avances en su implementación. La reducción presupuestal progresiva, la falta de atención para cerrar la brecha de 25,769 docentes idóneos para las escuelas y, últimamente, una disposición del Minedu que autorizaba a las instancias educativas regionales se exceptúen de la correcta aplicación de la EIB.
Para frenar estás medidas regresivas que afectan la educación de más de un millón doscientos mil estudiantes, se requiere que el Minedu impulse la actualización de la Política Sectorial EIB (a cargo del Ceplan), y garantice recursos públicos para su implementación incluyendo la formación de docentes competentes en EIB.
No se trata de reducir estándares para cerrar brechas. Si no se brinda un adecuado servicio educativo EIB, los estudiantes indígenas no recibirán una enseñanza que respete sus lenguas originarias e incorpore su historia, sus conocimientos y técnicas, sus sistemas de valores y sus aspiraciones sociales, económicas y culturales, tal como se establece en normas internacionales y nacionales.