Hasta la fecha se han lanzado más de 20 publicaciones sobre Alianza Lima. En ellas siempre se busca resaltar (y sobre todo explicar) la relación de la institución con la cultura popular del país. Se ha destacado mucho que la comunidad afrodescendiente y los demás sectores populares siempre tomaron como propia las victorias del equipo porque sentían que, al menos, en un campo de juego simbólicamente podían vencer a la clase alta y blanca que tomaba las decisiones importantes de la nación en las primeras décadas del siglo pasado.
También se ha mencionado que su estilo de juego alegre, pícaro y quimboso se debe a que sus jugadores eran del pueblo; asimismo, que el plantel salía sobre todo al campo a brindar espectáculo.
Pero se habla poco del estilo de juego de la época, lo cual ayudaría a entender que la identidad de fútbol del equipo no tiene que ver con su (de todas formas) confirmada conexión con el pueblo, sino que hubo una influencia uruguaya en el estilo que le permitió conseguir grandes resultados por la práctica de un fútbol asociado. Comprender el estilo también apoyaría a desmentir esa premisa de que, al ser un equipo de las masas, el club priorizaba la diversión en vez de ganar un cotejo.
Así lo señala el investigador y técnico de fútbol José Carlos Rojas, quien lanzó en marzo de este 2021 el libro El fútbol de los íntimos (los orígenes y desarrollo del juego asociado de Alianza Lima desde 1924-1931). Él asevera que, con ayuda de la hemeroteca nacional, pudo revisar publicaciones de la época para llegar a esas conclusiones tras una minuciosa corroboración de las fuentes periodísticas de ese tiempo. Conversamos con él para que nos dé más detalles de su postura.
- El libro salió en el mejor escenario posible (Alianza Lima en primera división)…
Nunca nos propusimos sacar el libro cuando se diera el fallo del TAS. El libro iba a salir dos semanas antes (fines de febrero o principios de marzo). Pero que saliera cuando ocurrió lo del TAS le dio un empujón al libro porque el hincha de Alianza Lima se alegró de quedarse en primera y eso le dio otro realce al libro que quizá no iba a tener estando en segunda. Creo que igual mucha gente iba a adquirirlo por un tema de nostalgia histórica, pero (sin que no los propusiéramos) ayudó lo del TAS.
- ¿Cuál es la premisa principal que defiende tu publicación?
El punto fundamental es cuestionar cómo se ha construido la narrativa sobre el estilo e identidad de juego de Alianza. Alianza Lima jugó el fútbol moderno de su época (influencia de otro país y no del Perú popular). Asimismo, nos hemos quedado mucho con la parte de la técnica (…) y no se ha visto el lado táctico, el contexto de juego. Tiene que ver con que los historiadores no saben mucho de fútbol. A mí me hubiese sido difícil llegar a los puntos que señalo si no tuviera conocimientos de entrenador de fútbol. He combinado esos conocimientos porque, si no tienes conceptos de juego, hay una pata coja ahí.
- ¿Qué pudiste descubrir gracias a entender el estilo de juego de Alianza Lima?
Lo que cuenta el libro es una evolución del juego. Es una evolución de la táctica. Y estudio a Alianza Lima porque fue el equipo más importante en esa evolución futbolística. Antes de 1924 predominaba un estilo más individualista. Pero lo que jugó en los años 20 y los 30 el equipo de oro de Alianza Lima fue ese fútbol asociado, el cual no vino del callejón, del potrero, sino que viene desde otros lados como Uruguay (...).
Ojo, ese era el ideal de todas las clases sociales (y no solo de las populares como se dice), sino que en Alianza se juntaron jugadores que aprendieron rápido ese estilo. Nos ayudó enfrentarnos a jugadores de Río de la Plata. En síntesis, lo que señalo es que los uruguayos fueron nuestros maestros. Asimismo, que los aliancistas no salían a divertirse, como dicen algunos autores, sino salían a ganar los encuentros (…). Han convertido el tema en un circo, como si Alianza jugara para la tribuna como el Coliseo Romano, haciendo piruetas y malabares.
- ¿Qué hay de la técnica? ¿Eso no se aprende en la calle?
La técnica se va desarrollando en la calle, pero eso también pasó en Argentina. Es decir, no tiene nada que ver el tema de clases en el Perú. Lo que te enseña la calle es la habilidad motriz porque sin esa habilidad el jugador está frito, eso sí.
La identidad del fútbol de Alianza Lima no fue peruana ni popular, sino sudamericana, sobre todo de Uruguay. Los jugadores peruanos abrazaron la identidad continental. Después el tema se va partiendo por países.
- Entonces, ¿Alianza tampoco priorizaba la diversión como se señala en algunos libros?
La diversión tiene que ver con el aprendizaje, uno aprende divirtiéndose, no es que lo niegue. Ellos se divertían jugando fútbol porque si no, no se aprende. Pero lo que digo es que, en la competencia, lo fundamental no era la diversión, sino conseguir los resultados, el objetivo era competir y ganar. Y eso estaba claro, está en todas las declaraciones de la época. Ningún periodista de ese tiempo sale a decir que salían a divertirse. Que pueda haber un exceso individual de una persona, puede suceder, pero ese no era el patrón, el patrón era el juego asociado. Ahora, Alianza Lima se pulió bien con los equipos uruguayos que venían para jugar de forma asociada. Imagínate que si Alianza salía a divertirse, a bailar marinera, Vélez, Tucumán nos hubieran metido 10 goles. Los jugadores de Alianza no tenían en su registro el juego individual y sabían que, si hacían una de más, venía el gol en contra. (…) Alianza Lima solo hacía camoteo o cabreo cuando estaba ganando por goleada, pero si no, jugaba serio y eso puede demostrarse en las declaraciones de los jugadores.
- Hablaste de una influencia uruguaya, ¿qué características tenía su fútbol?
Alianza Lima realizaba toque raso que aprendieron de los uruguayos, con esos pases buscaban generar espacios y, para ello, formaron sociedades (Lavalle con Montellanos, Neyra con Koochoi y Villanueva estaba en todos lados). Siempre hemos tenido la idea de que el fútbol de Alianza Lima viene de un origen nacional y de nuestras calles, y que su estilo responde a nuestro sentir criollo popular, como si de acá saliera todo, pero no es así.
Obviamente, ha habido calle al igual que en Argentina o Uruguay, mas el modelo asociado que jugó Alianza es uno internacional. De hecho, a ningún periodista de la época se le ocurría decir que Alianza debía jugar un fútbol nacional, ya que el fútbol peruano estaba en pañales y recién evolucionaba. No existió ningún estilo peruano, porque no teníamos aún el background para ello.
El fútbol uruguayo (antes de la garra charrúa) era uno eficiente y, a la vez, estético. Ellos son los inventores de la gambeta: cuando nosotros decimos que somos los dribleadores netos, no es así, son los rioplatenses. Los aliancistas adoptaron ese fútbol, que era hegemónico y mejor jugado de su época. Ese fútbol científico y, a la vez, estético que combinaba la solidez ofensiva y defensiva que llevó a Uruguay a ser multicampeón en esa época. Y el fútbol peruano lo adoptó, no solo Alianza, solo que los victorianos lo hicieron mejor.
- ¿Por qué Alianza Lima lo asimila mejor?
A principios de los años 20 se dieron condiciones para que los scouters de Alianza Lima de la época, como Guillermo Rivero y ‘Patuto’ Arana, comenzaran a reclutar jugadores de José Galvez, Sport Progreso, Teniente Ruiz (como Villanueva), etc. Con ello forma un buen plantel de jugadores; es un equipo que se va alineando y justo enfrenta a los equipos uruguayos que vienen a Perú. Ojo, si tú te das cuenta en el libro, es todo un proceso. No es que, en 1924, los jugadores de Alianza ya estaban consolidados. En el 24 y 25, los equipos peruanos miran el juego asociado de Uruguay y aprenden de eso.
Tiene que ver también con liderazgo. Alejandro Villanueva era un jugador excepcional, no solo dentro de la cancha, sino fuera de ella. Asimismo, el uruguayo Pedro Olivieri entrenó a la selección peruana en 1927, cuyo equipo base era el de Alianza. Eso sí, el hecho de jugar fútbol asociado no quiere decir que vas a campeonar siempre. Eso tiene, como todo en la vida, un punto alto y una decadencia, es parte del juego.
- ¿Qué te animó a escribir el libro?
Como todo hincha de Alianza Lima, incluso casi como investigador, básicamente he manejado las fuentes que rondan desde hace muchos años sobre la identidad del juego del equipo (relacionado con lo popular). (…) Si uno lee los libros de autores como Panfichi y Pulgar Vidal, te das cuenta de que falta una cierta rigurosidad en el manejo de las fuentes (sobre el estilo de juego).
(…) Mi ojo metodológico me decía que aquí había unas patas cojas porque a los argumentos y evidencias que planteaban no las encontraba sólidas, eran casi mitológicas. Porque cuando (por ejemplo) uno de ellos cita a César Miró sobre la historia del fútbol, está citando a un autor que escribió en los años 50 y no en los 20 o, cuando se habla de la identidad y se cita a Guillermo Thorndike, se está citando a alguien quien escribió en los 70. Jalan lo dicho por esos autores del 50 y 70 para entender lo sucedido en los años 20 y 30 y eso está mal.
Eso es un problema metodológico porque, si bien puedes manejar esas fuentes, debes tener el cuidado suficiente de no hacer calzar todo como un rompecabezas. En los 50 y 60 ya está consolidado otra visión de lo que pasó, por lo que puedes caer en un anacronismo. (…) El problema con la historiografía futbolística es que caen en eso. (…) El seguimiento de los análisis de los jugadores me dio qué estilos estaban jugando, qué identidad de juego tenían (uruguaya y no peruana y popular), entre otras cosas.
- ¿Qué tan importante fue Alejandro Villanueva en la consolidación de Alianza Lima en esa época?
Es el artífice de una revolución futbolística en el país porque al retrasarse comienza a construirse ese juego asociado de las paredes, pases cortos y buscando espacios. Podría driblear a uno y te abría el campo. (…) Él podía jugar en todos los puestos, tenía esa inteligencia. Si bien es fundamental el liderazgo, también lo es el juego. Él era superinteligente. He encontrado incluso unas declaraciones de ‘Lolo’ Fernández de 1935, en las que señala que Alejandro Villanueva podía jugar en todos los puestos con igual maestría. Y él siempre, en varios comentarios, ha señalado que con Villanueva empezó a comprender el juego.
- Por lo que entiendo, pudo haber una identificación con Alianza Lima por ser del pueblo y tener afrodescendientes en el equipo, pero también se generaba hinchaje por el juego y sus resultados…
El público fue hincha de Alianza por la demostración de su juego. Se ganó la popularidad por los enfrentamientos internacionales, ya que ahí demostró la valía de Alianza Lima y se puso en el bolsillo a la hinchada. (…) Esto también es importante, ‘Los Íntimos de La Victoria’ también tienen que ver con el juego asociado. Sin esa amistad fuera del campo, Alianza jamás hubiera podido jugar como lo hizo. Pero los hinchas hemos caído en la historia de que eran íntimos para tomar, irse de jarana (la corcova y la recorcova). Eso no era lo fundamental. Que después salieran a jaranearse, como todo el mundo lo hacía en la época, es otra cosa, pero no era el objetivo.
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