En los colegios, es común conocer la historia de Isaac Newton y la manzana. El físico observó cómo la fruta caía bajo un árbol, lo cual, según la creencia popular, lo llevó a reflexionar acerca del movimiento de los cuerpos. En 1687, publicó su obra Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica, en la que presentó sus tres famosas leyes: ley de la inercia, la ley de la fuerza y aceleración y la ley de la acción y reacción, que son fundamentales para el estudio de la física.
Alrededor de 300 años después, el filósofo y profesor Daniel Hoek —entonces alumno— estudiaba la primera ley de Newton en un instituto en los Países Bajos y se sintió desconcertado. La ley decía que “un cuerpo en reposo permanece en reposo, y un cuerpo en movimiento permanece en movimiento, a velocidad constante y línea recta, a menos que actúe sobre él una fuerza externa”. El joven no le encontró sentido porque ¿hay algún cuerpo en la Tierra que no esté sometido a la acción de otros?
“La forma en que me enseñaron la primera ley de Newton en la clase de física en la escuela nunca tuvo mucho sentido para mí. Y, de hecho, resulta que eso es cierto para mucha gente”, dijo Hoek en una entrevista para Virginia Tech, casa de estudios donde ahora enseña. Desde 2021, el filósofo se ha dedicado a estudiar las traducciones de la obra del físico y dos años después descubrió un error de interpretación con la adaptación del latín al inglés.
Hoek, en su estudio publicado en la revista Philosophy of Science, de la Universidad de Cambridge, ha indicado que el error de traducción ocurrió con la frase “nisi quatenus”. En la versión que ha sido difundida mundialmente, la frase en latín fue traducida como “a menos que”, cuando en realidad significa “excepto en la medida”.
Entonces, lo que la primera ley de Newton quiere decir es: “Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o de movimiento uniforme y recto hacia adelante, excepto en la medida en que se vea obligado a cambiar su estado por las fuerzas externas”.
El filósofo ha comentado que el cambio del detalle “puede parecer una nimiedad”, pero que representa una gran diferencia porque ahora la ley puede ser aplicada a todos los objetos en el mundo real.
El libro Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica es comúnmente conocido como Principia. Foto: Kharbine-Tapabor/imago images
Para explicar la primera ley de Newton, Hoek utiliza un ejemplo que está presente en el mismo libro donde aparecen las tres leyes. Este se relaciona a una peonza, un objeto que en Perú es conocido como trompo.
Un trompo es un juguete de forma cónica o esférica que gira sobre una base puntiaguda que toca el suelo cuando gira. El objeto se mantiene girando hasta que se detiene por las fuerzas de resistencia externas (fricción con la superficie, fricción con el aire, fuerza de gravedad).
“El punto de Newton era que los objetos, que están siendo constantemente empujados y atraídos, solo se desvían de sus movimientos en la medida en que las fuerzas externas los hagan”, explica el filósofo.
Un trompo es un juguete tradicional que gira sobre una base. Foto: M A/Flickr