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Ciencia

Desde hace 60 años, Perú pierde la mitad de sus glaciares: la mayor reducción se dio en Áncash y Cusco

La formación de 45 lagunas nuevas en Cusco y 27 en Áncash, como consecuencia directa del retroceso glaciar, subraya la importancia crítica de implementar acciones para hacer frente a los impactos del cambio climático.

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Cusco y Áncash albergan la mayor superficie glaciar en Perú. Foto: composición LR/Inaigem

El Perú alberga el 68% de los glaciares tropicales del mundo. Así se denominan a las enormes masas de hielo y nieve cercanas a la línea ecuatorial y que son importantes reservorios de agua dulce. El actual agravamiento del calentamiento global ha ocasionado alarmantes pérdidas de estas formaciones, lo cual ha sido expuesto en cifras por un reciente informe del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem).

Los hallazgos revelan que, en Áncash y Cusco, precisamente las regiones donde hay más superficie glaciar, se han registrado las mayores pérdidas en los últimos años, lo que ha devenido en situaciones de riesgo para la población. Conversamos con Paola Moschella, directora de Investigación en Glaciares del Inaigem, para conocer más detalles.

Inaigem cuenta con 16 estaciones meteorológicas e imágenes satelitales en tiempo real. Foto: Flickr/Inaigem

La mayor pérdida de glaciares en Perú

Mientras que Áncash alberga el 42% de superficie glaciar en Perú, en Cusco se ubica el 32%. Es en estas regiones con extensas áreas cubiertas de glaciares —441.13 km2 y 341 km2, respectivamente— donde se ha identificado la mayor disminución.

“Al ser los departamentos que tienen mayor masa glaciar, la reducción de glaciares se distribuye más o menos proporcionalmente, por lo que aún se mantienen como los que tienen mayor superficie, actualmente”, indica la especialista. Sin embargo, ello no los salva de los efectos negativos.

El estudio señala el registro de 45 lagunas nuevas en Cusco y 27 en Áncash, producto del derretimiento de glaciares, una cifra preocupante. “Una laguna contiene menos agua que la que contenía el glaciar que antes estuvo allí”, explica Moschella. Además, la especialista advierte del potencial peligro de estos cuerpos de agua.

“Constantemente, caen bloques de hielo hacia las lagunas, parte de estos bloques pueden generar oleajes que hacen que el agua se desborde y al salir generan un aluvión”, detalla la experta. "De hecho, han ocurrido aluviones de tamaño regular en años recientes y está el riesgo de que pueda volver a pasar”, agrega.

Representación gráfica de un aluvión por derretimiento de glaciar. Foto: Inaigem

Menos reservas de agua en Cusco

“En Cusco, hay una pérdida del 6% de los glaciares en los últimos cuatro años, lo cual implica una reducción de las reservas de agua dulce, pero también la capacidad para amortiguar la estacionalidad de los caudales”, señala Moschella respecto a Cusco.

Los caudales en Cusco, como el río Vilcanota, almacenan y transportan el agua que reciben desde las precipitaciones en las épocas de lluvias. Pero, en periodos de estiaje (sequía), reciben agua de los glaciares.

La pérdida de las masas de hielo ocasiona que las aguas de los ríos se eleven más de lo normal durante las lluvias y en temporada secas se pierde la reserva. “Entonces, diversas actividades se ven afectadas, como la producción agrícola o las actividades hidroeléctricas durante épocas de estiaje”, apunta la especialista.

El glaciar Ausangate, de más de 6 mil metros de altura, es uno de los más altos de la región Cusco. Foto: Conservación Amazónica - ACCA

Riesgo de aluviones y de salud hídrica en Áncash

Paralelamente, en Áncash, la segunda región con un porcentaje significativo de pérdidas, se registró un 5,6% de retroceso glaciar en el mismo periodo de tiempo —que viene a ser el último monitoreo realizado por Inaigem—. En este caso, la formación de lagunas con peligro de desborde representa el mayor riesgo.

“Tenemos esta situación de lagunas que pueden tener un potencial peligro de desborde y de generar un aluvión. De hecho, Huaraz se encuentra bajo peligro de un posible desborde de la laguna Palcacocha, en la ciudad de Caraz; así también, un posible desborde de la laguna Parón. Son dos de las lagunas que están en mayor nivel de peligro por las condiciones en las que se encuentran y por la cantidad de población en amenaza”, advierte la experta.

Un aluvión en la laguna Palcococha sepultó a 1.800 personas, aproximadamente, en 1941. Foto: Huaraz en línea

Otro de los peligros identificados en la región es el impacto de la pérdida de glaciares en la calidad del agua. “En algunas zonas, el retroceso glaciar ha originado el drenaje ácido de roca, debido a que las rocas cubiertas por glaciares han quedado expuestas, y se ha generado una serie de reacciones químicas que afectan la calidad del agua. Aún se está evaluando la magnitud de esta situación”, dice.

La importancia de un inventario de glaciares

El documento citado es el quinto inventario, a nivel nacional, que mide la situación de los glaciares en Perú, pero el segundo elaborado por Inaigem. “El objetivo es monitorear tanto glaciares como lagunas de origen glaciar para conocer cómo han ido cambiando y qué dinámicas presentan para facilitar información útil para las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático”, expresa Moschella.

Asimismo, la directora de Investigación en Glaciares comenta que, si bien el presente informe se basa en datos de la superficie glaciar, desde Inaigem también se está preparando un documento que profundiza acerca de las lagunas provenientes de glaciares que puedan ser más peligrosas para las comunidades.

Mapa de distribución de lagunas de origen glaciar en Perú. Foto: Inaigem