Dieciocho soldados murieron en 24 horas en el noroeste de Pakistán, incluidos 10 en un atentado suicida que, junto a otro ataque, fue reivindicado por talibanes pakistaníes, informaron el martes las autoridades policiales y de inteligencia.
"Un presunto kamikaze suicida detonó [el martes] un vehículo bomba cerca de un puesto de control del ejército" cerca de Bannu, en la provincia montañosa de Jaiber Pajtunjuá, fronteriza con Afganistán, declaró a la AFP un oficial de inteligencia bajo condición de anonimato.
A continuación, "sus cómplices abrieron fuego" y "diez soldados murieron y otros siete resultaron heridos", añadió.
Mursaleen Khan, un agente de la policía local, añadió que "se produjeron intercambios de disparos" y que las fuerzas de seguridad acordonaron la zona.
Una facción del grupo talibán Hafiz Gul Bahadur reivindicó el ataque horas después.
El día anterior en la misma zona de Bannu, "siete policías fueron secuestrados y llevados a un destino desconocido", declaró a la AFP un alto cargo de la policía bajo condición de anonimato.
"Hombres armados rodearon un control policial en la región de Bannu y se apoderaron de las armas de los policías", añadió.
Cerca de 24 horas más tarde, un segundo policía, Muhammad Zia ud-Din, declaró a la AFP que "todos los policías secuestrados fueron liberados".
El lunes por la noche, "hombres armados atacaron un puesto de control de guardias fronterizos en la región de Tirah", en la misma provincia de Jaiber Pajtunjuá, dijo un oficial de inteligencia en condición de anonimato.
"Los intercambios de disparos entre ambas partes duraron varias horas", aseguró esta fuente, que citó un balance de "ocho soldados muertos" y de "nueve asaltantes muertos y otros siete heridos".
El ataque fue reivindicado por el movimiento de los talibanes pakistaníes TTP, formado en el combate en Afganistán y con la misma ideología del grupo que retomó el poder en el país vecino desde 2021.
En un comunicado, el TTP asegura haber respondido a una operación de las fuerzas de seguridad contra uno de sus combatientes.
Pakistán, una potencia nuclear fronteriza con Afganistán, se enfrenta a un incremento de los ataques del TTP, cuyos combatientes mataron el 25 de octubre a diez policías.
El país de 240 millones de habitantes también sufre violencia separatista en la región de Baluchistán, en su frontera con Irán en el sudoeste.
Siete soldados murieron allí el sábado en ataques separatistas baluches y una semana antes un atentado del mismo movimiento dejó 26 muertos, entre ellos 14 soldados, en una estación de tren.
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