Libre de los Asad, Damasco entra en 2025 con "esperanza"
En la plaza de los Omeyas de Damasco, cientos de personas se congregaron ondeando banderas con los colores de la "revolución" y celebrando la entrada del país en un año de "esperanza" tras trece años de sangrienta guerra civil.
En la medianoche, resuenan disparos desde el monte Qasiun que domina la capital y se mezclan con el estruendo de los fuegos artificiales que iluminan el cielo nocturno.
"Viva Siria, Asad ha caído", gritan los niños. "No esperábamos que se produjera un milagro así, hoy los sirios han recuperado su sonrisa", declara a la AFP Layan al Hiyazi, una estudiante de ingeniería agrícola de 22 años en la playa de los Omeyas.
"Hemos podido obtener nuestro derecho, ahora podemos hablar. Me he desahogado estas tres últimas semanas y esta noche sacando todo lo que he tenido enterrado durante casi 14 años" de guerra, añade la joven.
Por primera vez en medio siglo, Siria inicia un nuevo año sin los Asad en el poder. En una fulgurante ofensiva, una coalición rebelde liderada por un grupo islamista tomó Damasco el 8 de diciembre y provocó la huida a Rusia de Bashar al Asad.
Las celebraciones de Año Nuevo transcurren en un ambiente amigable en la capital. Las nuevas fuerzas de seguridad, con atuendo militar, patrullan las calles con el fusil en la espalda y a veces ondeando banderas revolucionarias.
Esta bandera con tres franjas verde, blanca y negra, con tres estrellas rojas en medio, domina también la playa de los Omeyas, algo impensable hace apenas un mes, cuando los Asad dominaban con mano de hierro el país.
- "Mejor que antes" -
Tras un conflicto que dejó medio millón de muertos y millones de desplazados y exiliados, muchos sirios tratan todavía de reencontrarse con sus desperdigadas familias o saber qué ha ocurrido con las decenas de miles de presos y desaparecidos.
Pero el sentimiento generalizado es de optimismo. "Sea lo que sea lo que venga, será mejor que antes", resume Iman Zeidan, una diseñadora de 46 años, que festeja en la plaza de los Omeyas con su marido y su hija.
"Antes había celebraciones, pero no así. La alegría es doble ahora, celebramos el nuevo año con todo nuestro corazón, celebramos la esperanza que trae", asegura.
En la céntrica plaza resuena la canción revolucionaria "Levanta la cabeza, eres un sirio libre", de la cantante Assala Nasri.
"Antes, cada año envejecíamos diez años de golpe", asegura a la AFP Qasem al Qasem, un taxista de 34 años, evocando las difíciles condiciones de vida en un país en pleno hundimiento económico.
"Pero con la caída del régimen, todos nuestros miedos se han disipado", explica. "Ahora tengo mucha esperanza. Todo lo que quiero es la paz".
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