En los ambientes del actual Museo Bolivariano de Pativilca se trazaron las acciones finales de la gesta libertadora y se imprimió el primer ejemplar del diario El Peruano., Luis Pérez / Revista Rumbos Playas encantadoras, calles silenciosas, campos fértiles y exquisita gastronomía en Pativilca (Barranca, Lima). Suficientes atractivos para atrapar la atención de cualquier viajero y, según parece, hasta de un glorificado libertador. Y es que en el verano de 1824, el gran Simón Bolívar convirtió una de sus casonas coloniales en su Cuartel General. PUEDES VER: Áspero, la ciudad pesquera más antigua de América “Antes que pase a manos del libertador, la casa perteneció a los esposos Juan Canaval y Luisa Samudio”, recuerda el guía a los propietarios de la residencia -ahora histórica- en la que se alojaría Bolívar. Cuentan que el insigne personaje estaba enfermo cuando se acontonó en Pativilca. Adolorido y algo maltrecho, reposaba bajo una palmera, pero ese estado de debilidad no le impidió proclamar un estentóreo: ¡Triunfar!, ante una pregunta e inquietud del coronel Joaquín Mosquera. Su grito fue profético. Ese año se obtendrían las victorias definitivas de Junín y Ayacucho. Pero los hechos históricos no concluyen ahí. Al año siguiente, el 29 de octubre para ser más precisos, ordenaría la impresión del primer ejemplar del diario El Peruano. “Aún se conserva la editorial redactada por él. Además, se tiene la imprenta donde se trabajaron los ediciones iniciales", sostiene el orientador de la casona, declarada Monumento Histórico Nacional por el Instituto Nacional de Cultura (INC), hoy Ministerio de Cultura, el 7 de noviembre de 1942 Hoy la vivienda es la sede del Museo Bolivariano y en sus seis salas se exhiben objetos de la época y varias pertenencias de Bolívar. En el jardín hay un pozo y los restos de la palmera que 'escuchó' la profética respuesta.