Descendientes de los chancas de Apurímac, los lamistas conservan su cultura y tradiciones. Un destino atractivo muy cerca de Tarapoto, la 'Ciudad de las Palmeras'. ,Iván Reyna / Revista Rumbos Llamada la 'ciudad de los tres pisos' por el sabio Antonio Raimondi, Lamas está estratégicamente ubicada sobre una montaña cónica (772 metros de altura), levantada por los antiguos y bravos guerreros chankas que, vencidos por Pachacútec, huyeron a la selva guiados por su líder Ankoallo. Hoy es la única ciudad de la Amazonia peruana (a 21 kilómetros de Tarapoto, San Martín) que no se asienta a orillas de un río. PUEDES VER: Chanchamayo: encuentro cercano con la naturaleza Lamas es la unica ciudad de la selva ubicada en una montaña. Foto: Iván Reyna Un año después de su fundación (ocurrida en 1656, 116 años antes que Tarapoto) se empezó a celebrar a la Santísima Cruz de los Motilones (del 01 al 18 de julio). El festejo es liderado por pandillas, bandas de músicos -bombo, tambor y quena- rodeados de grupos de danzantes, que terminan por contagiar a la población que empieza a dar vueltas tomados de la mano hasta encontrarse con otra pandilla y desencadenar en una euforia total. En este frenesí menudean los aplausos, apretujones, rodillazos y empujones. Es que se trata de una fiesta pagana, el nativo de Lamas rinde plegarias a la divinidad de la cruz, pero también cree en los seres mitológicos de la selva. Para conocer de cerca la cultura viva de los lamistas hay que visitar el Museo Étnico Los Chankas. Allí se enterará sobre el matrimonio nativo, los carachupas, el aconsejamiento, la cajada y otras costumbres. Además se narran las leyendas de la sirena, la runamula, el chullachaqui y el tunchi o tunche. Fascinante. Mujeres lamistas. Foto: Iván Reyna Otro espacio impresionante es el Centro Artesanal Waska Waska Warmi Wasi (casa de la mujer tejedora), un espacio para la imaginación y la innovación de la artesanía lamista. “Algunos dicen que la cultura chanka desapareció, pero eso no es cierto. Nuestras costumbres continúan con las danzas, la protección de los bosques, los rituales, tal como se practicaban hace 500 años”, destaca Warlin Guerra. Aroma a cacao El producto bandera de Lamas es el cacao y en la finca Ecoperlacha se ha adecuado un interesante circuito para los turistas. El ingeniero Hidérico Bocangel, dueño de la parcela, afirma que “en tres hectáreas se cultivan 15 variedades de cacao”. Cacao, el principal cultivo de Lamas. Foto: Iván Reyna En 1980 todo era café, pero las plagas arruinaron los cultivos. Bocangel señala que “los dedicados al cacao orgánico, aromático y fino ya suman 3 000 productores en todo Lamas”. Estos agricultores cuidan la fertilización adecuada, podas y atención fitosanitaria. Si bien las plantas empiezan a producir a los dos años, es a partir de los cuatro que se consiguen los mejores resultados. La cosecha de cacao se realiza cada 15 días. “El negocio es cultivar cacao fino y aromático que sirve para los chocolates, en cambio los cacaos ecuatorianos solo se compran para manteca”, advierte Hidérico. De Lamas para el mundo. Foto: Iván Reyna Muy cerca de la plaza de Wayku, unas plantas de ayahuasca dan la bienvenida a la parcela Yana Puma que conduce Prudencio Guerra y alberga a 85 plantas medicinales, las que ha dividido en plantas esotéricas y plantas digestivas, entre las que se puede nombrar a la sangre de grado, toe, chuchuwasi, sacha culantro. “Más adelante he pensado procesar plantas en líquidos para la población”, refiere Prudencio. Siete colores Lamas cuanta con todos los elementos para convertirse en un destino turístico sostenible. Su gente, siempre amable y trabajadora, libre de delincuencia y celosa de su cultura, sigue conservando sus atractivos como su atuendo de siete colores, mismo arcoíris, sus danzas y sus tejidos. En los almuerzos de Lamas no falta el inchicapi ni el tacacho con cecina de chancho, y de postre un bizcochuelo, un chaqui, un ñuto o rosquete. Siempre acompañado de un vaso de aguajina. Así visten las mujeres de Lamas. Foto: Iván Reyna El dato Raimondi, al referirse a Lamas como la 'ciudad de los tres pisos', lo decía en un sentido geográfico y social. El primer piso es ocupado por los descendientes de los antiguos chankas de Apurímac, mientras que mestizos y algunos blancos ocupan el segundo y el tercer piso. En Rumbo Ruta: De Lima a Tarapoto por vía aérea (50 minutos). Desde la llamada 'Ciudad de las Palmeras' en transporte público hasta Lamas (20 minutos). Sírvase inchicapi. Buen provecho. Foto: Iván Reyna