Presidente peruano expresó a mandatario norteamericano sumo interés en que apruebe solicitud de adquisición de vehículos M1126 Stryker de segundo uso repotenciados para el Ejército, aunque el instituto castrense prefiere las ofertas de unidades nuevas BTR-80A rusas y Black Fox coreanas.,El mandatario Pedro Pablo Kuczynski pidió al presidente Donald Trump que autorice la venta de un lote de 178 vehículos de transporte militar M1126 Stryker de segundo uso valorizado en 668 millones de dólares. Kuczynski formuló la solicitud a Trump en la reunión que sostuvo en privado en la Casa Blanca, el último 24 de febrero. PUEDES VER: PPK confirma que Donald Trump llegará al Perú para la Cumbre de las Américas Se desconocía que el jefe del Estado peruano abordó el requerimiento de los blindados norteamericanos, hasta que el propio Trump lo mencionó en una rueda de prensa inmediatamente después del encuentro con Kuczynski. Incluso adelantó que daría luz verde a la petición del presidente peruano. "Entiendo que viene a comprar algunos de nuestros vehículos militares. Son grandes vehículos. Lo aprobamos, úsenlos bien", declaró Trump en alusión a los blindados M1126 Stryker. Desde el 2010, como parte del programa Qarpay Nina (Sembrar Fuego), el Ejército peruano proyecta reemplazar a los antiguos blindados Unimog UR-416 de fabricación alemana, en servicio desde los años 70. En el 2016, un comité técnico del instituto castrense evaluó propuestas de vehículos de transporte de infantería italianos, surcoreanos, ucranianos, chinos y rusos, además del M1126 Stryker, y todavía no ha concluido con el proceso de selección, confirmaron fuentes del Ejército. Por eso tomó por sorpresa que Trump anunciara que daría el visto bueno a la solicitud de Kuczynski. Hasta diciembre del 2016, el proceso de evaluación de los blindados estuvo a cargo de oficiales del Comité de Estudio Técnico Operacional (CETO), del Comando Logístico del Ejército (Cologe), al mando del general EP Oswaldo Calle Talledo. Misión en el exterior Entre la última semana de agosto y la primera de setiembre del año que pasó, los efectivos del CETO visitaron la sede de General Dynamics Land Systems (GLDS), fabricante del M1126 Stryker, y los almacenes del Ejército estadounidense en Anniston, Alabama, para revisar los ejemplares que ofrecen los Estados Unidos. Poco después, entre la primera y segunda semana de noviembre último, los oficiales de la misma delegación se trasladaron a la productora de vehículos de combate Arzamás, ubicada en la localidad rusa de Nizhny Novgorod Oblast, para evaluar los blindados tipo BTR-80, BTR-80A y BTR-82A (8x8), además de ejemplares de recuperación (BREM-80U), de mando (BTR-80K) y de recuperación armada y reparación (BREM-L). Según el plan del Ejército, el siguiente paso era viajar a Corea del Sur para estudiar los vehículos de transporte de infantería Black Fox, que produce la compañía Hanwha. Una vez que se concluyera esta etapa, se procedería a la convocatoria de licitación. Pero, antes que se emitiera la resolución del Ejecutivo con la aprobación de la nueva misión del CETO a Corea del Sur –que iba a incluir además la visita de la fábrica Hyundai Rotem–, el cinco de diciembre pasado un organismo del Departamento de Defensa norteamericano, la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés), anunció que había despachado al Congreso un pedido de certificación para la venta al Perú de los M1126 Stryker por 668 millones de dólares. La DSCA informó que la operación se haría mediante la modalidad de Venta Militar al Extranjero (FMS, por sus siglas en inglés), un programa que requería previamente el consentimiento del Departamento de Estado, un requisito que daba por descontado que se cumpliría sin problemas. "El Departamento de Estado está resuelto a aprobar una FMS al Perú de vehículos Stryker de transporte de infantería reacondicionados, junto con repuestos, equipamiento y entrenamiento por un costo estimado de 668 millones de dólares. La DSCA ya remitió al Congreso el pedido de certificación para esta posible venta, el dos de diciembre", señala el comunicado del organismo estadounidense. Lo que quiere decir que, cuando Kuczynski se entrevistó con Trump, fue para pedirle que el Departamento consintiera la operación, algo que efectivamente el mandatario estadounidense anunció que lo diera por hecho. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Defensa, así como del Ejército, señalaron a La República que la compra todavía no estaba consumada. Y no ofrecieron mayores detalles porque las negociaciones se desenvuelven en secreto. De ejecutarse la adquisición por 668 millones de dólares, el monto superaría largamente a las compras más importantes que se hicieron durante el gobierno de Ollanta Humala: 528 millones de dólares por 24 ejemplares de helicópteros de combate rusos Mi-171Sh-P y los 210 millones de dólares por el satélite Perú-SAT 1. Con la ceja levantada De acuerdo con el reporte de la DSCA, cada uno de los 178 vehículos M1126 Stryker de segundo uso repotenciados incluye una ametralladora M2 Flex de calibre 50; sistema de armamento a control remoto (RWS, por sus siglas en inglés); dispositivos GPS; visores para los conductores; granadas de humo M6, además de servicios de adiestramiento de personal militar y mantenimiento de los equipos de todo el lote. El costo unitario de los M1126 Stryker de segundo uso repotenciado superaría los 2 millones de dólares. En cambio, por máquinas nuevas, los surcoreanos de Hanwha cotizaron el Black Fox en 1.3 millones de dólares, y los rusos 1.2 millones por el BTR-80 y 1.5 millones por el BTR-80A. Sin embargo, para el Ejército lo más preocupante no solo es que no habrá un proceso de licitación, sino también que la modalidad de venta que ofrece Estados Unidos –conocida como FMS, por sus siglas en inglés– no incluye el programa de compensación industrial (Offset) prevista por la ley, como contraparte por el desembolso de 668 millones de dólares. Según la norma vigente, el vendedor de equipamiento bélico está "obligado a llevar a cabo proyectos que compensan directa o indirectamente el flujo de dinero invertido en el contrato de venta". Además, "los beneficios industriales, económicos y comerciales otorgados como retribución por el contrato (en este caso de 668 millones de dólares) pueden alcanzar hasta el 100 por ciento del valor total del contrato principal". Las fuentes del Ejército explicaron que las empresas surcoreana y rusa estuvieron de acuerdo en ejecutar al 100 por ciento el Offset, como efectivamente han cumplido en anteriores operaciones de venta de equipamiento militar. El instituto castrense guarda mucha expectativa en el Offset que ofrecerá la empresa proveedora de los vehículos blindados porque necesita con carácter de urgencia modernizar el Centro de Mantenimiento de Blindados del Ejército (Cemablin). En cambio, el programa FMS norteamericano lo ofrece un organismo gubernamental y no la fábrica de los M1126 Stryker, la General Dynamics Land Systems. La transferencia de los blindados se hará mediante un mecanismo riguroso que comprende el compromiso del país comprador de no usar el equipamiento para acciones de agresión y requiere la aprobación del Congreso estadounidense. El propio comunicado de la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa precisa que no se incluye el Offset en la negociación. "No existen acuerdos de compensación (Offset) con respecto a esta venta potencial (de vehículos militares)", indica la agencia. Para las fuentes del Ministerio de Defensa, oficialmente, todavía no se ha resuelto la compra. Trump dijo otra cosa. En cifras US$ 150 millones presupuestó el Ejército para 70 blindados. US$ 3.7 millones sería el precio unitario del Stryker, incluyendo armas, adiestramiento y mantenimiento. SEPRES