No hay gabinete que sirva sin acuerdo de convivencia.,Es difícil imaginar en qué país pensaba el congresista Gilbert Violeta cuando propuso “un gabinete multipartidario” para reemplazar al presidido por Fernando Zavala. “Si ganamos las elecciones sobre la base de una convocatoria mucho más amplia con diversas fuerzas políticas, en este momento, para darle mayor estabilidad política al país, el gabinete debería ser multipartidario”, señaló Violeta, quien preside el partido PPK. Su propuesta no sería mala si no fuera por el ‘pequeño gran problema’ de que los otros partidos políticos que podrían participar en el gran combo que él imagina parecen estar más interesados en acuchillar a los actuales ministros a punta de interpelaciones y censuras envenenadas. Sugerir el cambio de gabinete se parece, en la política peruana, a esos remedios a la mano que siempre se recomiendan cuando una persona tiene síntomas de alguna enfermedad pero no se sabe, realmente, qué diablos tiene. Es como decir tómate esto mientras vamos averiguando qué tienes y, en todo caso, mal no te hará. Pero, en un contexto como el actual, sí podría servir un nuevo gabinete o uno remozado siempre con Fernando Zavala al frente del mismo. El trajín del primer año del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski ha sido intenso y está dejando varios contusos en el gabinete, mientras el fujimorismo, con su furgón de cola aprista, se apresta a despacharse un par de ministros más que se sumarían a la censura de Jaime Saavedra y la ‘semicensura’ de Martín Vizcarra. Uno es Carlos Basombrío, quien a pesar de haber conseguido algunos buenos resultados en interior, ya parece haber sido fileteado por las bancadas de Fuerza Popular y del Apra. El otro es Alfredo Thorne, del MEF, luego de la difusión del audio de su conversación con Edgar Alarcón, en la cual no hay, en realidad, un chantaje al contralor pero sí algunas frases infelices que, extraídas fuera del contexto, crearán la oportunidad para que la oposición lo liquide. Está en manos de PPK decidir qué hacer con el consejo de ministros ante ese escenario complejo. Una posibilidad es un gabinete remozado, pero ese remedio no va a servir si antes no se llega a un acuerdo básico de convivencia con Fuerza Popular. “La convivencia con el partido de Fujimori no es una canción de amor pero funciona”, acaba de decir PPK en Madrid. ¿Funciona? De repente en ese país imaginario en el que Violeta cree que puede haber un gabinete multipartidario porque, en el Perú, esa convivencia no está funcionando sino que está paralizando a la nación.