La economía ha crecido 4.7% en mayo. ¿Es que entramos a un nuevo ciclo de crecimiento? No, pues este se explica por el aumento del volumen de producción de minerales (el PBI no primario casi no se ha movido), debido a la maduración de inversiones de años anteriores. Entre ellas, Las Bambas, Toromocho y la ampliación de Cerro Verde.Este crecimiento va a durar todo el 2016 y algo del 2017. Pero, más allá no hay grandes proyectos nuevos en el partidor. Y esto es un fenómeno mundial. Dice el FMI que en los próximos años seguirán cayendo las inversiones de BHP Billiton, Rio Tinto, Freeport-McMoran y Glencore, entre las más importantes. Poco tienen que ver aquí los “antimineros”.El tema central es que lo que mueve la economía es la inversión durante la construcción de la mina: abrir el tajo, carreteras, obras civiles, alimentación y servicios diversos. Así, en Las Bambas se invirtieron US$ 10,000 millones y la población se decuplicó en 10 años llegando a 18,000 personas.Pero la mina terminada no va a emplear ni a la cuarta parte. Y hoy los camiones o mineroductos llevan el mineral al puerto, lo que tiene un impacto en el PBI (amplificado por el INEI, basado en los precios del 2007) porque aumenta las exportaciones. Aplausos para la estadística y las primeras planas. Pero la economía regional y nacional ya no se mueve como antes.Esa nueva producción impactará poco en la recaudación. Uno, porque los precios están bajos. Dos, porque durante los primeros años la recuperación de las inversiones disminuirá el impuesto a la renta y el canon.Por tanto, hay que buscar otros motores de crecimiento, como lo dice el FMI: “Con el fin del superciclo de los commodities, el Perú necesita una nueva máquina para el crecimiento, la cual puede ser la inversión y las exportaciones en activos no mineros” (1). Cómo has cambiado, pelona.Pero este enfoque es oportunista: si continuara el superciclo, ¿ya no habría que buscar una nueva máquina? Falso. El problema es de fondo y lo expresa así el Banco Mundial: “Las políticas que llevaron al Perú a formar parte de los países de ingresos medios altos no son aquellas que lo llevarán al nivel de altos ingresos. Tenemos que pasar de una economía basada en recursos naturales a una economía impulsada por la productividad” (2). Ah, ya.Eso se llama diversificación productiva y debiera ser el eje ordenador, bajo la dirección del Primer Ministro y articulada con Produce. Algún esfuerzo hizo el Ministro Piero Ghezzi con el Plan Nacional de Diversificación Productiva. Pero el MEF casi casi lo acorraló en una esquina pues la sola mención de un “plan” reconoce que el mercado falla en la supuesta “asignación óptima de recursos”.Pasando a la reactivación económica, esta tiene su lugar dentro de ese objetivo central y tiene, básicamente, un componente fiscal y uno monetario. En el plano fiscal, Alfredo Thorne ha asumido como ancla que el déficit fiscal no se moverá más allá del 3% del PBI, que es lo que le entrega Segura, a pesar de que puede usar los ahorros fiscales y el FEF, que llegan a 16% del PBI (3). Si no se desecha esa ancla, entonces la inversión pública se quedará donde está y el impulso fiscal será mínimo. Más aún si no se revierte la rebaja del impuesto a la renta de las empresas de Segura que cuesta 0.8% del PBI, a lo que se añadiría otro 0.5% del PBI de pérdida si se rebaja el IGV de 18 a 17%.En política monetaria, un impulso al crecimiento implica bajar la tasa de interés de referencia, al revés del alza que ha puesto en marcha el BCR, cuya preocupación central gira alrededor de la no devaluación, entre otras cosas por el alto nivel de la deuda externa privada, que asciende al 18% del PBI, lo que comparte con PPK (4).Pareciera entonces que el impulso reactivador tendrá como eje el “destrabe” de una serie de inversiones como el Metro de Lima, el Gasoducto Sur Peruano, el aeropuerto Jorge Chávez. Aquí cabe preguntarse hasta donde el problema es de trabas y hasta donde están paradas debido a la caída del ciclo económico. A lo que se agregan los planteamientos de PPK para invertir en nuevas refinerías de cobre (tema de un próximo artículo).Sea lo que fuere y aún suponiendo un fuerte “destrabe”, eso es insuficiente para reactivar la economía. Otra vez el FMI: “Nuestro ejercicio econométrico muestra que los multiplicadores de la inversión pública tienen un mayor efecto en la producción agregada que el gasto corriente o un estímulo tributario, en el corto y en el mediano plazo, sobre todo, durante la bajada del ciclo económico”.En síntesis, si no hay nuevos motores, diversificación productiva y aumento de la inversión pública, difícilmente habrá reactivación económica, aumento del empleo, redistribución del ingreso y aumento de la inclusión social. Veremos qué pasa.(1) Ver “Selected Issues”, 15 de julio del 2016, página 30. http://goo.gl/O8SHPc(2) Ver “Perú: Aumentar la productividad para un crecimiento más rápido”, Informe 99400-PE, 2015.(3) Ver http://goo.gl/a1bQcc(4) Entrevista en Caretas, 07/01/2016.