No es el gesto de las barricadas de Fernando Belaunde en Arequipa 1962, pero en cierto modo las evoca. El viaje de Pedro Pablo Kuczynski a La Oroya para movilizar a los desesperados trabajadores de la refinería Doe Run es un ejemplo de iniciativa en el partidor. Con esto el escenario político de las Fiestas Patrias es suyo. Quizás el nuevo Congreso hubiera concedido la prórroga de la liquidación de la empresa fijada para el próximo 27 de agosto. Pero el llamado a una marcha de trabajadores sobre Lima para hacer presión sobre el fujimorismo le da a PPK una movida de ventaja, y es un botón de muestra de lo que puede hacer un Ejecutivo decidido. La mayoría del Congreso queda ubicada entre la espada y la pared. Si prorroga le dará a PPK su primera victoria política. Si posterga su decisión tendrá su bautizo de fuego frente a los trabajadores de La Oroya. Para la opinión pública será una señal de lo que sucede cuando no se quiere conversar en política. Inevitablemente habrá quienes critiquen el gesto de PPK por populista. Doble crítica, pues hasta aquí se consideró que este tipo de tácticas de cara al pueblo iban a ser exclusividad del fujimorismo y de la izquierda. Esto refuerza la hipótesis según la cual estos cinco años verán la confrontación de por lo menos dos populismos. El llamado a la marcha, que todavía no tiene fecha, es solo la mitad de la historia. Pues demorar la liquidación tiene que ver con la búsqueda de nuevos inversionistas para modernizar, volver ambientalmente viable y comercialmente rentable una refinería que se inauguró en 1922 y empezó su crisis actual en el 2009. De otra parte la movida de PPK también es claramente empresarial. El funcionamiento antiecológico de la refinería volvió a La Oroya tóxica. Su cierre ha dejado a numerosas personas sin empleo, y a la vez ha venido limitando la capacidad productiva de parte de la minería del centro. Todos temas que los pasados gobiernos no pudieron resolver. Es de esperar que después de la prórroga reclamada aparezca un plan para atraer inversionistas hacia lo que en los hechos tendrá que ser una nueva refinería, o casi. Queremos pensar que PPK ya tiene a algunos de esos potenciales inversionistas bajo la manga.