Aumenta la tensión a tres semanas de la votación., No hay duda de que las tres semanas que quedan para elegir al próximo presidente serán tremendamente intensas por el virtual empate en el que están Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, y en donde todo, absolutamente todo, puede influir en el resultado final del proceso electoral. Por ejemplo, los cuestionamientos planteados al aún congresista y secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, por hechos que estarían siendo investigados sobre lavado de activos por parte de la DEA, a partir de una grabación encubierta en la que este le habría dicho a Jesús Vásquez –un piloto comercial peruano– que lavó, por indicación de Keiko Fujimori, US$15 millones. Fuerza Popular ha negado estos hechos a través tanto de la candidata presidencial como del integrante de su plancha José Chlimper, quien solicitó al organismo antinarcóticos de Estados Unidos una respuesta sobre la denuncia que fue aceptada con una escueta declaración: “Keiko Fujimori no está, ni ha estado previamente, bajo investigación de la DEA”. El problema es que la denuncia alude a una investigación al congresista Ramírez, de quien, sorprendentemente, Chlimper señaló que no tiene “ningún cuestionamiento”, algo que no es cierto pues se trata de alguien que arrastra varias denuncias periodísticas, como las hechas por la publicación ‘Hildebrandt en sus trece’ o por autoridades oficiales. Ese fue el caso, en su momento, de la procuradora de lavado de activos Julia Príncipe, quien en la entrevista que le hice en el programa ‘Buenas Noches’ que este columnista conducía en ATV+ señaló, en setiembre de 2014, que Joaquín Ramírez debía ser investigado por lavado de activos. Lo curioso es la diferente reacción de Keiko Fujimori, quien es imposible que pueda desconocer los serios cuestionamientos a Ramírez, frente a la que ha tenido con otros integrantes de su partido con quienes, ante el menor cuestionamiento, no dudó en su firmeza para desligarlos de su entorno en el acto. Por ejemplo, el congresista Juan José Díaz Dios. Todo esto ocurre en un contexto en el que la competencia electoral está tremendamente apretada, y donde las últimas encuestas de GfK, Ipsos y Datum coinciden en que hay un empate técnico bastante sólido, a diferencia del sondeo bastante discordante de CPI que pone a Keiko Fujimori en clara ventaja. Así, la historia del resultado final de esta elección es incierta y aún no está escrita. Todo dependerá de cómo se manejen los dos candidatos en estas tres semanas finales.