cine,¡Huye!,Vástago de padre afroamericano y madre blanca, Jordan Peele (Nueva York, 1979) es un actor, guionista y realizador de larga trayectoria, pese a su juventud. Educado en el Sarah Lawrence College, no llega a graduarse debido a que deja los estudios cediendo a su atracción por dedicarse a la comedia.Pronto encuentra trabajo en el elenco estable de MADTV (2003-2008) y en Comedy Central logra programa propio (2012-2015) en pareja con Michael Key, con quien coprotagoniza los sketches de Key&Peele. Su popularidad se completa con el rol del agente especial Webb Pepper de la serie Fargo.Con Michael Key coescribió, actuó y produjo la cinta Keanu (Peter Atencio, 2016) y a lo largo del decenio ha sido llamado reiteradas veces por la TV para encarnar al entonces presidente Barack Obama. Peele es casado con la actriz italoamericana Chelsea Peretti, la misma que hace una pequeña aparición en la escena del cóctel de Get out.Desde luego, los datos anteriores nos llevan a ubicar a Jordan Peele como uno de los rostros conocidos de la TV norteamericana, pero no permiten prever el logro que es ¡Huye! (Get out, 2017), su ópera prima, cinta independiente de bajo presupuesto (4.5 millones de dólares) que se ha revelado como la más rentable del año (US$ 184 millones en taquilla), superando incluso a la multipremiada Moonlight.LA HISTORIAEscrita por el propio Peele como una variación de The Stepford Wives (la novela de Ira Levin, no su versión fílmica por el británico Brian Forbes, 1970) nos presenta a Chris (Daniel Kaluuya), fotógrafo afroamericano de 25 años quien mantiene una relación de cinco meses con Rose (Allison William) formando una feliz pareja interracial. Cuando la historia comienza, Chris ha sido invitado a pasar el fin de semana en la amplia propiedad campestre de sus acomodados futuros suegros, el neurocirujano Dean Armitage (Bradley Whitford) y la psiquiatra Missy Armitage (Catherine Keener).La acogida es cordial y dentro de las más estrictas normas de cortesía. Chris conoce a Jeremy Armitage (Cecil Landy Jones), hermano de Rose, a los extraños domésticos de la casa, la filipina Georgina (Betty Gabriel) y el jardinero Walter (Marcus Henderson) y es presentado en un cóctel a los conocidos de la familia. Sin embargo el clima idílico se rompe muy pronto debido a una serie de incidentes cada vez más inquietantes que lo llevan a pensar en una conspiración, idea que es compartida por su amigo Rod (Lil Rel Howery), con quien permanece en contacto vía celular.PUESTA EN ESCENALa primera escena de Get out, que sirve como un prólogo a la historia, es muy lograda: vemos a un joven afroamericano caminar en noche cerrada por una desierta calle residencial de Nueva York, al mismo tiempo que escuchamos sus reflexiones, en las que declara sentirse fuera de lugar y no del todo seguro. De pronto aparece un moderno auto blanco del que se escucha a todo volumen la vieja canción Run, rabbit, run. El auto da media vuelta y de él sale un encapuchado que golpea al peatón, lo introduce en la maletera y parte con él.Estamos ante una síntesis de lo que luego veremos: un soberbio tratamiento del espacio y la iluminación (la escena se desarrolla en continuidad, marcada por el uso de un plano-secuencia) y un sorprendente uso de la banda sonora para crear un envolvente clima dramático. Por añadidura, el humor interviene gracias a la inversión de un viejo cliché racista: aquí estamos ante un negro que se siente inseguro en un barrio de blancos y, como para ratificarlo, un acto violento lo sume en la inconsciencia, tal como ocurrirá luego de la hipnosis forzada que afectará a Chris.Pero lo que vivirá Chris en casa de los Armitage no será tan expeditivo como esta introducción. Si la acogida de que es objeto inicialmente en la residencia recuerda al clásico Adivina quién vino a cenar (Stanley Kramer, 1967), otros momentos serán puestos bajo el patrocinio de David Lynch (el accidente del ciervo atropellado en el viaje por la carretera, el extraño comportamiento de los sirvientes), el primer John Carpenter (para el prólogo) y hasta el mismísimo Stanley Kubrick de Ojos bien cerrados, citado explícitamente cuando Chris supone estar en manos de una secta.Estas y otras citas cinéfilas abundan en Get out, con la diferencia respecto a otros casos de que aquí se trata de referencias pertinentes que jamás traban el relato. Hay que destacar la paleta de tonos netos que aplica el fotógrafo Toby Olivier, el manejo del espacio en interiores con una planificación precisa y al servicio del punto de vista y la notable utilización de la música, que resulta indispensable a la creación de un clima de horror.Peele apuesta al reforzamiento de este clima mediante un sutil trabajo sobre los detalles visuales y sonoros. La sesión de hipnosis entre Chris y Missy es un momento magistral, en el que todo depende del tintineo de una cucharilla contra una taza de té cuya repercusión acompaña al espectador, y lo mismo puede decirse de las apariciones y eclipses de Georgina (una inquietante Betty Gabriel) y Walter, a quienes se podría asociar con aparecidos.Pero Jordan Peele no busca hacer saltar al espectador en la butaca. Lo suyo es más sigiloso y malvado. En el fondo Get out nos cuenta una historia de vampiros, en cuyo territorio penetra Chris al momento en que traspasa el umbral de la residencia de los Armitage y cae en la trampa de Missy, cuyo proceso de hipnosis es ilustrado bellamente a través de imágenes de caída y flotación. Como la Alicia de Carroll, Chris solo podrá librarse del trance a través del despertar.Hemos hablado de vampiros. Es aquí que la pesadilla de Peele logra su mayor impacto de crítica social (el memorable cóctel en los jardines de los Armitage) al dar imágenes verosímiles y extrañas de esta clientela blanca que se sirve de los hipotéticos poderes rejuvenecedores de sus víctimas. La evocación de los viejos clichés relacionados con la esclavitud y la violencia contra una minoría sirven de trasfondo metafórico a esta historia de diabólicos trasplantes.Destacamos una combinación muy hábil, a través de diálogos estupendos, del horror con el humor. Un humor sardónico que le impide ser solemne o discursivo. Hay en las situaciones que presenta, por más impactantes que sean, uno o más elementos que las subvierten e introducen la sonrisa. Es también el rol que cumple Rod (un magnífico Lil Rel Howery), quien como mejor amigo de Chris aporta una contraparte cómica con su personaje, caricatura de detective privado que verbaliza en lenguaje procaz lo que el protagonista es incapaz de mencionar.Podríamos seguir, pero creemos que este análisis es suficiente para dar una idea de la función renovadora del género que cumple Get out, que nos saca del enésimo exorcismo o actividad paranormal para narrar una historia bien urdida e inteligente que utiliza con conocimiento a los clásicos para lograr un registro creativo y personal. Cinéfilos, no perderla. ❧La ficha Dirección, guion. Jordan PeeleFotografía. Toby OliverMúsica. Michael AkelsReparto. Daniel Kaluuya, Allison William, Catherine Leener, Bradley Whitford, Betty Gabriel, Lil Rel HoweryProducción. EEUU, 2017Duración. 104 minutos