Marianela Boán. Coreógrafa cubana, una de las líderes de la danza latinoamericana, presentará hoy y mañana “Propulsión” con la Compañía de Danza Contemporánea de República Dominicana en el Festival de Danza Nueva en el ICPNA.ominicana en el Festival de Danza Nueva en el ICPNA,La reconocida coreógrafa cubana Marianela Boán está en Lima con la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de República Dominicana. Hoy y mañana participará en el Festival Danza Nueva en el ICPNA con la obra “Propulsión”. Boán está considerada como una abanderada de la danza de vanguardia con su propuesta de “danza contaminada”. Aquí habla de su arte y teorías. -No puedo dejar de preguntarle sobre Alicia Alonso. Es una gran figura de la danza cubana, latinoamericana y del mundo. Mi admiración total, estamos hablando de la Stravinsky de la danza. ¿Es verdad que el Che Guevara le enseñó a jugar billar? Mi madre, esa es una historia muy larga. Ocurrió en Argelia. Mi padre era corresponsal de Prensa Latina en Argelia y murió en un accidente. El Che para consolarnos a mi hermano y a mí nos llevaba a una sala de billar para entretenernos con esas bolitas de colores y hacernos ver que nuestro padre era un héroe. Yo salí de allí curada, diciendo que mi padre era un héroe y además para calmar a mi mamá. O sea, era un gran psicólogo. Pero muchos años después me enteré que era el Che Guevara, cuando nos atendía solo era un señor muy bueno, el ministro de Salud, no la figura que se convirtió después. Hablemos de danza, ¿el cuerpo ahora no basta para la danza? Yo hablo por mí, todo coreógrafo, escuela, tiene sus principios, para mí el cuerpo es la fuente de la danza, del cuerpo se deriva a otros lenguajes, a otras partes como a la mente. El cuerpo es la fuente, pero abierta y mi trabajo siempre apela a la danza como una fuente impulsiva hacia otras cosas para hablar de la realidad, del hombre actual de las emociones. La mío es una danza semiótica. ¿Ahora se apela a otros recursos que van más allá del lenguaje del cuerpo? Sí, mi obra recurre normalmente a lo que se llama “danza contaminada”, la danza como disciplina básica pero abierta a otras disciplinas. ¿En qué consiste la ”danza contaminada”? Es un término que yo recojo de la música. Cuando un compositor piensa qué grado de contaminación puede tener su composición, cuánto de contemporáneo, electrónico o una mezcla con algo clásico. Para mí, al tomar y transformar ese término, trabajo con géneros diversos de arte como ritmos de moda, rumbas, bachatas, la pintura, literatura o el bailarín en distintos roles además de bailarín, en fin, es una teoría larga y compleja. En Estados Unidos contaminé con el video y la imagen. La danza como punta de partida que se deja contaminar, ensuciar con la realidad. No veo a la danza como algo aséptico, precioso sino como algo que también recorre todo el dolor. ¿Cómo trata al público? Me encanta que participe, que reaccione en el momento. Envidio el poder que tiene un concierto de rock (risas). No me gusta nada pasivo, sino algo que te cambie la vida, te haga pensar. ¿Que plantea “Propulsión”? Es una obra donde de pronto hay una sonrisa, menos centrada en lo social que siempre es mi tema, no obstante invita una relación con el público. Trabaja la idea de que la vida no es lineal para nada sino circular. Su arte está marcado por preocupaciones sociales de Cuba y del mundo. En Cuba siempre he sido crítico sobre la realidad social de mi país, pero en Estados Unidos también. Pensé que iba a ser muy abstracta, pero no, he sido súper crítica y en República Dominicana también. O sea, la danza de Boán es la danza inconforme. Sí, yo creo que el arte de vanguardia es inconforme siempre, sin ninguna condición. Lo mío es totalmente inconforme.❧ Dato funciones. “Propulsión”, con la Compañía Nacional de Danza Contemporánea de República Dominicana, se presentará hoy y mañana en el ICPNA. Av. Angamos 120, Miraflores, a las 7:30 p.m. Entradas en boletería: 40 soles.