Preocupación en América Latina. La ofensiva de Donald Trump contra los migrantes indocumentados y con problemas judiciales ha despertado una gran ola de temor en México, Centroamérica y el resto del continente por los problemas sociales, económicos y de paz social que ellos ocasionaría.,México comienza a contemplar seriamente la posibilidad de que millones de sus migrantes pudieran ser deportados, y el panorama no es alentador. PUEDES VER: Hillary no perdió por cubanos opuestos a la apertura de Obama hacia Cuba Bajo las propuestas presentadas por el presidente electo Donald Trump, México podría recibir de regreso a millones de personas sin empleos disponibles para ellas; el país podría perder unos cuantos miles de millones de dólares de las remesas que envían cada año; y algunos de los deportados desempleados podrían engrosar las filas de los cárteles del narcotráfico, lo que generaría mayor violencia. El gobernador del estado sureño de Guerrero, Héctor Astudillo, sopesó ese escenario. Al menos un millón de guerrerenses viven en Estados Unidos, muchos de ellos sin la documentación requerida, y el estado ya está bajo el asedio de la violencia del narcotráfico y la pobreza. “Por supuesto, Guerrero no está en condiciones para recibir al millón o más de un millón de migrantes que hay” en Estados Unidos, reconoció Astudillo. “Creo que al contrario, ellos han sido un sustento importante para mantener la economía de Guerrero”. Los inmigrantes enviaron a México casi 25.000 millones de dólares en remesas en 2015. Trump ha dejado entrever que de alguna manera incautaría los fondos de aquellos inmigrantes que no sean deportados para pagar por un muro fronterizo que desea construir. ¿Con brazos abiertos? El gobierno federal anunció un programa de emergencia con el objetivo de alentar a las empresas a que contraten a los migrantes que regresan, pero Armando Osorio, un maestro de la Ciudad de México, duda que eso sea suficiente. “Esta gente no tiene autoridad moral para decir que ahora a los connacionales los recibe con los brazos abiertos”, afirmó. “Son ellos los responsables de la expulsión por hambre de millones de mexicanos”. Trump dijo el domingo que “lo que vamos a hacer es atrapar a los criminales y a aquellos que tengan antecedentes penales, a los miembros de pandillas, a los narcotraficantes, a muchas de esas personas —entre dos o tres millones— y los sacaremos de nuestro país”. En 2012, el gobierno estadounidense calculó que aproximadamente 1,9 millones de inmigrantes eran criminales y podían ser sujetos a deportación. “Lo que va a suceder es que esos individuos van a volver a México y no van a tener trabajo, por lo que engrosarán las filas de los cárteles”, dijo Vigil, autor del libro: “Metal Coffins: The Blood Alliance Cartel”. “Eso provocaría un tsunami de inmigrantes indocumentados hacia Estados Unidos, posiblemente muchos más de los que se estarían deportando”, declaró Vigil. Existen casos de migrantes deportados que asumen papeles de liderazgo en los cárteles de la región. Tal es el caso de Martín Estrada Luna, quien abandonó la secundaria en Washington con un historial de delitos menores. Dos años después de que fuera enviado de regreso a México en 2009, se había transformado en un capo del narcotráfico conocido como “El Kiko”, líder de un desalmado brazo del cártel de Los Zetas y quien planeó la masacre de más de 250 personas. Oleada pre-Trump Estados Unidos incrementará su vigilancia en la frontera con México desplegando un total de 150 agentes fronterizos adicionales de forma temporal en el Valle del Río Grande, zona situada en el sureste del estado de Texas. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) informó que está coordinando el despliegue temporal de 150 agentes para reforzar los centros de procesamiento de McAllen y Weslaco (Texas). El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, por su sigla en inglés) está tomando medidas ante el notable incremento de indocumentados en octubre y la posible llegada de una nueva oleada antes de que Trump asuma la presidencia el 20 de enero próximo. De acuerdo con cifras del DHS, en octubre se detuvieron a 46.195 personas a lo largo de la frontera con México, mientras que en septiembre la cifra fue de 39.501 y en octubre de 2015 fue de 32.724. El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo que a su país y Estados Unidos les une “la necesidad de atacar las causas de la migración” y que eso tiene que ver con la falta de empleo en Centroamérica. Además, el tema de la migración tiene que ver con “mejorar los niveles de paz y tranquilidad en el país, generar más oportunidades y eso es la Alianza para la Prosperidad” del Triángulo Norte de Centroamérica que integran El Salvador, Guatemala y Honduras, indicó el gobernante. “Bajó el tono” Para el canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, el presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha rebajado su tono en el tema migratorio porque se dio cuenta de que la economía de su país resentirá la deportación de millones de inmigrantes, a quienes Morales pide “no entrar en pánico”. “Se percató de que no puede expulsar, que no puede deportar de Estados Unidos a los 11 o 12 millones de migrantes que se estima que están de manera irregular en ese país. Es imposible. La economía de ese país se vería seriamente afectada” porque son los que hacen “el trabajo duro”, aseguró. Claves Redadas. El parlamentario andino Mario Zúñiga dijo que el anuncio de Trump de expulsar a millones de inmigrantes “criminales” indocumentados preocupa en la colonia peruana porque cree que el nuevo gobierno norteamericano hará una ola de redadas indiscriminada y no sabrá diferenciar a irregulares de los que no lo son. Temor. Hay preocupación por la posibilidad de que Trump anule las órdenes de Obama sobre la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, más conocida como DACA.