Yape cobra comisión de 2.95%: ¿a quiénes y cómo funciona?
Economía

Informalidad laboral en el Perú llega hasta el 75%

Disparidad. Nuestro país tiene la segunda tasa más elevada de Latinoamérica, según la OIT. En la región, uno de cada dos ocupados es informal.

La tasa de informalidad laboral en el Perú es una de las más elevadas de la zona. Foto: EFE
La tasa de informalidad laboral en el Perú es una de las más elevadas de la zona. Foto: EFE

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) determinó que la informalidad laboral en el Perú pasó el umbral del 70%.

Si bien esta lectura al segundo trimestre del 2022, que nos coloca con la segunda tasa más alta de América Latina, se asemeja a la data del INEI a setiembre del año pasado (70,9%) –su última evaluación a nivel nacional–, desde la OIT advierten que el panorama se tornará más complicado, pese a la recuperación macroeconómica tras la pandemia, por la inflación global y el conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania.

Predomina lo precario

Actualmente, la recuperación del empleo ha sido ocupada entre un 40% y 80% por la informalidad; y, en el caso peruano, la masa en condiciones precarias es del 75%.

"Una de cada dos personas ocupadas en la región está en condiciones de informalidad", advirtió Claudia Coenjaerts, directora regional de la OIT para Latam y el Caribe.

Heterogeneidad

Dentro de las tasas de informalidad, en el caso de las mujeres  peruanas, esta se acerca al umbral del 80% mientras que en los varones es del 70%.

Aunque a nivel regional, luego de que la mano de obra femenina haya sido la más afectada por la crisis sanitaria, hay un incremento en la tasa de ocupación de las mujeres respecto a la de los hombres: 24,4% frente a 18,8%, respectivamente.

No obstante, las féminas con un menor nivel educativo continúan más rezagadas respecto al 2019, lastrando caídas de 29% en su ocupación y de 27% en participación, frente al descenso de 18% y 16% de los varones para sendos criterios.

Es clave elevar las remuneraciones

Roxana Maurizio, economista laboral de la OIT para la región, señaló que la pandemia demostró lo positivo que fue implementar estrategias de apoyo económico a los hogares en situación de vulnerabilidad (bonos), así como lo fundamental que sería la institucionalización del alza del salario mínimo, no solo en el Perú sino también en otros países complicados por las desigualdades.

A su criterio "se necesitan estrategias en un marco de coherencia para que puedan, de manera conjunta, dar respuestas y pasos importantes en la creación de puestos formales (...) que irá de la mano con una mayor cobertura de instituciones como el salario mínimo y la negociación colectiva. El reforzamiento de estas cumplirá un rol importante en la recuperación y desafíos", manifestó Maurizio en diálogo con la prensa. Finalmente, precisó que probablemente el 50% de los trabajadores de Latam no accederían a estos instrumentos políticos al estar sometidos a la informalidad. Es aquí que se encuentran los trabajadores pobres.

Síndrome del trabajador pobre

Según la OIT, la recuperación fraccionada del empleo –donde manda el precario en gran parte de la región– evidenció una nueva realidad: el síndrome del trabajador pobre, en donde los ciudadanos viven en condiciones de vulnerabilidad siendo aún formales.

Aunque es entre tres y cuatro veces más probable que un informal caiga en la pobreza antes que su contraparte.

Ello se complica con el deterioro del valor del salario real ante la elevada inflación –vista desde mediados del 2021– y la pérdida del poder adquisitivo de estos ingresos para atender necesidades básicas.

Infografía - La República

Infografía - La República

Formado en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En constante aprendizaje. La economía es la rama del periodismo más cercana a la gente y mi deber es ser un puente a la información.