PerfilEl especialista en manejo de datos destapó con su testimonio una operación que, tomando datos de Facebook, habría influido en el resultado de las elecciones en los Estados Unidos.,Cristopher Wylie, el hombre que hizo remecer Facebook,"¿En qué crees tú?", pregunta una reportera de The Guardian, el emblemático diario británico, a Cristopher Wylie (28), especialista en el manejo de datos informáticos y fuente principal del caso que ha remecido a la gigante Facebook, por la filtración de millones de perfiles de usuarios de esta red social y el aparente uso de esta información en la última campaña presidencial en los Estados Unidos. "Es una pregunta difícil –responde Wylie–. Creo que no creo en nada. Voy por el mundo con una saludable dosis de escepticismo, es la mejor manera de ir por la vida". El especialista, un hombre homosexual, vegano, nacido en Canadá, que lleva el pelo pintado de color rosa y un pendiente en la nariz termina así una conversación de trece minutos con Carole Cadwalladr, periodista de The Guardian. Durante ese encuentro, Wylie ha explicado al detalle en qué consistía lo que él llama un "arma de guerra cultural", un sistema que capturó la información de 50 millones de usuarios de Facebook, y luego creó contenido, basado en esos datos, que pudiera influir en las decisiones de los votantes de Estados Unidos. Es curioso que el especialista canadiense hable del escepticismo, de la duda razonable, de no confiar en nadie, en el mundo real y en el digital, porque la manera de capturar la información de los usuarios tuvo que ver mucho con eso, con abusar de la confianza de los internautas. Esta se obtuvo mediante un cuestionario, un supuesto proyecto académico llamado ThisIsMyDigitalLife, con el que unos 6 millones de usuarios accedieron a revelar datos de su intimidad. Vamos, hay que decirlo, si los usuarios rechazaban la invitación de ThisIsMyDigitalLife, que se presentaba como una de las tantas aplicaciones que circulan en Facebook, hubieran mantenido a buen recaudo su información. Pero la curiosidad pudo más. Y lo que es peor, como explica Wylie, cuando un usuario caía en la trampa, permitía que el sistema de recopilación de datos también tuviera acceso a toda la información de sus amigos. Por eso la diferencia de cifras. Unos 6 millones accedieron a dar datos a ThisIsMyDigitalLife, pero el sistema recogió los perfiles de 50 millones. Cambridge Analytica "Asumo una parte de responsabilidad porque era el director de la investigación y trabajé en ese programa", dice Wylie, en todas las entrevistas que ha dado desde que se destapó este caso. Pero nadie más lo hace. Nadie más quiere ser señalado como responsable de este escándalo. Pero es obvio que el analista no actuó solo. Wylie desarrolló este sistema para Cambridge Analytica, una empresa británica a la que llegó por invitación de Alexander Nix, un ex analista financiero que se convirtió en CEO de la firma y que fue suspendido de este cargo con el inicio de las investigaciones. Cambridge Analytica se presentaba como una compañía de "análisis de datos". Ese era el resumen. Un informe del diario La Vanguardia, de España, explica que actuaba como "proveedora de investigaciones de consumo, publicidad dirigida y otros servicios relacionados con datos para clientes políticos y corporativos". Eso último llama a la sospecha. Las investigaciones apuntan a que Cambridge Analytica cedió toda la información que recopiló en Facebook a la campaña presidencial de Donald Trump. El nexo entre la firma y el republicano sería Steve Bannon, estratega de la campaña que llevó a Trump a la Casa Blanca y miembro del directorio de Cambridge Analytica, a la que llegó por recomendación de Alexander Nix. Según el testimonio de Wylie, fue Bannon quien aprobó gastar un millón de dólares para obtener los datos de millones de cibernautas a través de Facebook. Donald Trump, el supuesto beneficiado con toda esta operación, tiene un argumento para defenderse: despidió a Bannon de su entorno en 2017. Con su confesión ante cadenas de TV y diarios europeos, Wylie ha visto expuesta toda su vida. Los medios se han encargado de revelar que sufrió abuso cuando era niño, también que se le detectó déficit de atención y dislexia. Algunos lo comparan con luchadores contra la vigilancia global como Edward Snowden, otros lo llaman genio. La historia del escándalo informático en el que está involucrado apenas acaba de empezar. (E.C.)