Si no tienes tiempo para visitar cada esquina de la Ciudad Imperial, como todos quisiéramos, no tienes por qué perderte lo mejor que tiene este para ti.,Merodear por “El ombligo del mundo” es empaparse de maravillas arquitectónicas como edificios coloniales, palacios reales y piezas milenarias. Por eso, te dejamos cinco lugares clave para que explotes al máximo tu estadía en el Centro Histórico de Cusco. PUEDES VER: Cusco es considerada entre las 10 ciudades coloniales más bonitas de América Catedral Basílica de la Virgen de Asunción Construido sobre el palacio real del Inca Wiracocha, alberga a la Diócesis de Cusco y es el monumento religioso más importante del Centro Histórico de Cusco. Este templo católico, construido en 1560, es una joya de la arquitectura colonial de estilo barroco. Consta de 10 capillas, catorce pilares cruciformes que definen la distribución de las veinticuatro bóvedas de nervadura, siendo las más grandes la bóveda de ingreso y la del crucero. Además, alberga 400 lienzos y pinturas de la escuela cusqueña, únicas piezas de orfebrería a base de oro macizo, más de 300 perlas, 263 diamantes, 221 esmeraldas, entre otras joyas, como amatistas, topacios, zafiros, entre otros. Está ubicado en la Plaza de Armas de Cusco, calle Márquez 231. Templo de la Merced Acá descansan los restos de los conquistadores españoles Diego de Almagro, Almagro El Mozo, y Gonzalo Pizarro. Ubicado a solo unas cuadras de la Plaza de Armas, este monumento arquitectónico colonial nos recibe con retablos dorados y adornado con lienzos de los antiguos cusqueños. Su fundación data de la primera mitad del siglo XVI, pero tras los terremotos en esta ciudad, el Templo fue reconstruido y restaurado más de una vez. Merced es la patrona de este templo y las festividades por su día se celebran el 24 de septiembre de cada año, saliendo en procesión y recorriendo las calles de la ciudad. Está ubicada en la Calle Mantas s/n. Barrio de San Blas Conocido antiguamente como el barrio de los artesanos, impresiona a miles de turistas por su particular belleza de calles estrechas y altas, plaza pequeña y ubicada estratégicamente en el corazón de Cusco. Conocido también por el ser “el distrito de los artistas”, tiene una iglesia donde se encuentra un famoso y simbólico púlpito, tallado en madera de una sola pieza hace casi 400 años. Cerca de la iglesia se desarrollan talleres y tiendas de artistas y artesanos. ¿Cómo llegar? Desde la Plaza de Armas, dirigirse a la esquina de la catedral por la calle El Triunfo, seguiendo por Hatunrumiyoc hasta la cuesta de San Blas. Palacio Arzobispal En la intersección de las calles Hatun Rumíyoc y el jirón Herrajes, se alza una sencilla pared de adobe y se impone la portada de piedra con los escudos labrados de sus antiguos propietarios. Tras la conquista, distintas personalidades se hospedaron aquí, como el obispo Fray Vicente de Valverde, los marqueses de San Juan de Buenavista, y por los Valverde Contreras y Jarava, marqueses de Rocafuerte. Es también sede del Museo de Arte Religioso, construido sobre el palacio del Inca Sinchi Roca, acá se muestra obras de arte religiosas de la época colonial. Casa de los Cuatro Bustos Su primer huésped fue Francisco Pizarro, según algunas leyendas. Está decorada con rosetones y columnas en relieve, el dintel está labrado en una sola pieza lítica, apreciándose cuatro bustos y el escudo nobiliario. Hoy, su estructura está renovada y es parte del hotel Libertador junto con el predio aledaño. Está ubicado en la Calle San Agustín 400.