Reciente ganador del premio Príncipe de Asturias de las letras 2009. Escritor albanés tiene una marcada admiración por el gran personaje de Miguel de Cervantes. Redacción. Este año el Premio Príncipe de Asturias de las Letras ha puesto en atención de los lectores a un escritor muy poco difundido, por lo menos en el Perú, como el albanés Ismail Kadaré. Sin embargo, como afirman algunos críticos, Kadaré es un autor cuya obra venía irradiando y bien merecido lo tiene haber ganado el galardón. El escritor nació en Gjirokastra, situada al sur de Albania, en 1936. Sus padres fueros dos modestos funcionarios. Nació en el marco de la Segunda Guerra Mundial, por eso mismo su ciudad fue ocupada militarmente por los italianos, los griegos, las fuerzas reaccionarias albanesas, alemanes, hasta ser liberada por los socialistas albaneses. Mucho de esa realidad, pero también de los mitos y leyendas albaneses, aflora en algunas de sus novelas como El palacio de los sueños, El monstruo, Abril roto, El año negro y Los tambores de la lluvia. Estudió en la Facultad de Historia y Filología de la Universidad de Tirana y prosiguió en el Instituto Gorky de Moscú, hasta 1960, año en que regresa a su país. Retorna justo cuando Albania y la Unión Soviética rompen relaciones. En ese clima, trabaja como periodista en diversos diarios y suplementos de cultura. Ninguna tarea lo distrajo de hacer lo que le apasionaba: literatura. Publicó poemas, pero el libro que lo consagró fue su novela El general del ejército muerto, que se publicó en 1963. Con esta obra ganó reconocimiento en su país y en el extranjero. Su obra ha sido traducida a más de 40 idiomas. Su carrera de escritor también está marcada por su participación en la vida cívica y política de su país. En los años setenta, durante el régimen socialista, asume la diputación en la Asamblea del Pueblo. Pero no todo es calma. En 1990, cuando cae el comunismo en Albania, Ismail Kadaré pide asilo a Francia, donde se quedó casi nueve años. “Las dictaduras y la literatura auténtica –dijo aquella vez– son incompatibles... Un escritor es el enemigo natural de una dictadura”. Kadaré permaneció en Francia hasta 1999, momento en el que regresa a Albania. Como intelectual comprometido, jugó un rol importante para el esclarecimiento internacional del drama de los albaneses de Kosovo. Quijote en Albania Entrevistado por El País a propósito del premio, Kadaré señala que la cabalgata del Quijote llegó hasta los Balcanes, a través de los traductores y lectores. “En los Balcanes hay mucho de Don Quijote. Nuestro carácter es quijotesco, en el buen sentido del término, porque yo como escritor aprecio en Don Quijote no solo la locura, sino la fantasmagoría, ese hermoso delirio que tiene que ver con la libertad”, remarcó al diario español. Se asegura que de ese amor nació su libro Don Quijote en los Balcanes en el que se refiere cómo se ve al personaje de Cervantes en Albania. Asimismo dice que el hidalgo es muy popular en su tierra. “Se le considera como un personaje nacional, y son muchos los escritores albaneses que han señalado el paralelismo entre las andanzas de Don Quijote y las de los aventureros balcánicos que se adentraban en el Imperio Otomano en la época de la dominación turca”, enfatiza en la citada entrevista. En su universo narrativo Recogemos una guía de sus libro: En El general del ejército muerto (1963) se cuenta la historia de dos militares italianos comisionados para devolver a su patria los restos de los soldados enterrados en Albania durante la Segunda Guerra Mundial. En La boda (1968) y El castillo (1970), reflejan la época turbulenta que vivió Albania. Crónica de la ciudad de piedra (1971), crónica sobre Gjirokastra, su ciudad natal. También Noviembre de una capital revive la ocupación fascista de Albania. En El palacio de los sueños (1981) denunció el régimen burocrático y autoritario de Albania fabulando una parábola kafkiana sobre un ministerio cuya función es recoger, estudiar, catalogar y clasificar sueños en función de su peligrosidad.