Escritor albanés se llevó el de las letras. Albanés dejó en carrera a Tabucci y Milan Kundera. Tirana. EFE. El autor albanés Ismaíl Kadaré, distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, aseguró ayer a EFE que es un galardón que alegraría a “cualquier escritor”. “Es un premio de gran valor que alegraría a cualquier escritor del mundo que lo recibiera”, declaró por teléfono desde su casa en Tirana. Y agregó: “Dedico el premio a la literatura y lengua albanesas, desconocidas en el mundo”. El escritor dijo sentirse orgulloso de un premio que –señaló– han recibido antes grandes autores del mundo. Además, el autor de obras como El general del ejército muerto destacó el hecho de que el resto de candidatos al galardón era muy digno de recibirlo. Kadaré, de 73 años, es oriundo de la ciudad sureña de Gjiroskastra, escribió su primer libro a los 16 años, y ha sido galardonado también con el premio Man Book International, concedido en 2005 en el Reino Unido. Respecto a su eterna candidatura al Nobel de Literatura, Kadaré indicó a EFE que con este premio sus expectativas de recibirlo “ni aumentan, ni disminuyen”, aunque reconoció que el Premio Príncipe de Asturias podría desempeñar “un rol positivo” al respecto. La obra de Kadaré ha sido traducida a 40 idiomas. En España están editadas más de 30 novelas, entre ellas Crónica de Piedra, El palacio de los sueños, y Abril Quebrado. La mayoría de estas obras de Kadaré fueron escritas durante el régimen comunista, con el que mantuvo una relación ambigua. Manifestó su oposición contra el viejo régimen, que no permitía reformas democráticas, huyendo de Albania en 1990 e instalándose en Francia, donde solicitó asilo político. En ese país vivió hasta 1999 y desde entonces pasa su vida entre París y Tirana. “Lo veo normal. Esta vida compartida me lo ha dictado mi trabajo. Ahora paso más de la mitad del año en Tirana”, reveló Kadaré. El dato Libros. Entre sus libros se encuentran El sucesor, La hija de Agamenón, Tres elegías por Kosovo, El concierto, El palacio de los sueños, entre otros.