Luego de que Marcelo Odebrecht afirmara que entregó US$ 4 millones al ex presidente Lula Da Silva, éste declaró que no descarta postular a las elecciones del 2018 en Brasil.,Luego de las declaraciones del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, expresidente de la constructora Odebrecht, donde afirma que entregó alrededor de US$ 4 millones en efectivo a Luiz Inácio Lula da Silva, entre 2012 y 2013, el expresidente brasileño dijo estar dispuesto a ser candidato en los comicios presidenciales de 2018. PUEDES VER: Ex presidente de Odebrecht reveló haber pagado 4,15 millones de dólares a Lula da Silva Frente a estas declaraciones dadas por Marcelo Odebrecht, Lula da Silva volvió a defender su inocencia y criticó la filtración de declaraciones 'mentirosas' a la prensa; asimismo, señaló que no se le 'pasa por la cabeza' ir a prisión. "Para que alguien sea preso debe haber cometido un crimen y la policía y la justicia necesitan tener pruebas para condenar a una persona. Desde hace tres años escucho mi nombre y hace tres años que estoy esperando", dijo Lula, quien tiene cinco juicios abiertos en su contra, la mayoría de ellos por corrupción. Además, el ex presidente consideró que el pueblo brasileño tiene nostalgia del tiempo en que fue presidente (2003-2010) y recordó que lidera las encuestas de intención de voto de cara a los comicios de 2018, a pesar de que todavía no fue oficializada ninguna candidatura. "Mis adversarios están muy nerviosos porque me golpean desde hace tres años y en cada encuesta que sale estoy más al frente. Cuando pienso en no presentarme (a postular a la presidencia), ellos me provocan y entonces me entran más ganas de concurrir", agregó Da Silva, quien también afirmó que él es capaz de arreglar a su país, puesto que tiene “capacidad de escuchar al pueblo”. Por otro lado, el exmandatario, quien ha sido crítico con las políticas de austeridad del Gobierno de Michel Temer, acusado por el Partido de los Trabajadores (PT) de haber dado un “golpe” para destituir a Dilma Rousseff por juicio político en 2016, reprobó el proyecto de reforma del sistema de pensiones impuldaso por el gobierno de Temer, y los recortes en educación.