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Colectiveros de Lima y Callao exigen que legalicen sus rutas

Reacciones. Buscan apoyo del Ejecutivo y del Congreso para que “formalización” no los excluya. Corredores sufren pérdidas por competencia desleal. Piden al MTC no ceder más.

Caos. Una imagen habitual: colectivos compitiendo con buses en los corredores viales. Foto Gerardo Marín/ La República
Caos. Una imagen habitual: colectivos compitiendo con buses en los corredores viales. Foto Gerardo Marín/ La República

Luego de que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) aprobara el reglamento del servicio temporal de los autos colectivos de rutas interprovinciales e interregionales, ahora los choferes de estas unidades de Lima y Callao exigen que los incluyan en este proceso de formalización, con el fin de que puedan operar en sus “rutas” sin que les impongan multas.

“Una ley no puede discriminar a una ciudad, como Lima y Callao. Nosotros no defendemos a los ilegales, solo queremos cumplir las reglas”, precisó la presidenta de la Confederación Nacional de Transportistas de Autos Colectivos (Conatrac) de Lima y Callao, Rina Huacre.

La dirigenta informó que, tras realizar una serie de manifestaciones en los exteriores del MTC, han logrado reunirse con funcionarios del sector; sin embargo, le han aclarado que es complicado que puedan aceptar su formalización. “Nos han dicho que acudamos al Congreso para lograr un proyecto de ley que nos incluya en el reglamento del servicio temporal del auto colectivo. Nos han dado las pautas y ahora estamos buscando el apoyo de bancadas”, dijo.

Solo en Lima y Callao existen alrededor de 150.000 autos colectivos, entre station wagon, sedan (M1) o minivanes (M2).

“Si es que se formaliza este servicio, se pondría en riesgo la vida de los usuarios y se agravaría más el caótico tránsito de la capital”, advirtió el director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia. “Si ya de por sí legalizar a los colectivos en las carreteras es irresponsable, ampliar sus rutas para Lima y Callao sería un peligro. El MTC ha dado un mal precedente y deberá hacerse cargo de los robos y accidentes que se puedan dar”, manifestó.

Y es que explicó que los colectiveros se han organizado para invadir las principales vías troncales de Lima y también para evadir los controles de fiscalización de la Autoridad del Transporte Urbano (ATU). “Cuentan con grupos de WhatsApp en los que se avisan si hay operativos. Incluso cobran cupos y hasta le ponen stickers a los carros para reconocerse”, señaló.

Hablan los afectados

Al respecto, el representante de los operadores de los corredores complementarios, Ángel Mendoza, denunció que las mafias de autos colectivos se han apoderado de sus rutas, lo que les genera millonarias pérdidas por la competencia desleal. “En las avenidas Arequipa, Wilson, Javier Prado, Abancay, en la Panamericana y San Juan de Lurigancho, los autos nos quitan pasajeros”.

Por su parte, el vocero del consorcio Santa Catalina, del Corredor Morado, lamentó que el MTC no priorice carriles exclusivos para sus buses, sino que beneficie a los informales. “Necesitamos viajes más rápidos”.

MTC se somete a transportistas informales

Lamentablemente, el MTC sigue sometiéndose a los informales. Ayer, firmó un acta con los gremios de autos colectivos a fin de que se adecúen a su nuevo reglamento.

Entre los acuerdos, el MTC se comprometió a promover un conversatorio con la Comisión de Transportes del Congreso para formular iniciativas en favor de los colectivos. Una de ellas ya la tiene lista el Ejecutivo. Se trata de la anulación de las multas aplicadas en la pandemia.

El premier Aníbal Torres dijo que entre hoy y mañana publicarán la norma que “reestructurará” a la Sutran; es decir, se le debilitará en las sanciones.

(Lima, 1988). Estudió Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. En sus más de 10 años como reportero ha trabajado en radio, TV y prensa. Actualmente, escribe crónicas y reportajes en el diario La República. También ha sido becario de la Red de Periodistas Latinoamericanos Cosecha Roja y es colaborador de la revista Anfibia. Ocupó el primer lugar en el Primer Concurso Nacional de Periodismo sobre Políticas Sociales (CIES-2015). Sus cuentos han sido publicados en antologías literarias. Es coautor de La banda sonora de tu vida (Autómata, 2019), de Generación B, jóvenes del Bicentenario (Artífice, 2021) y de Una carta sin Paul McCartney y otros relatos (Caja Negra, 2022).