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Sociedad

“No existe la enfermedad ‘coronadengue’, es una infección simultánea por COVID-19 y dengue”

El médico infectólogo Juan Celis, de la región Loreto, explicó que en la Amazonía es muy usual que una persona se infecte con dos enfermedades a la vez.

En octubre 2021 hubo un pico alto de casos por dengue en 15 regiones del país. Foto: composición de Jazmin Ceras/La República
En octubre 2021 hubo un pico alto de casos por dengue en 15 regiones del país. Foto: composición de Jazmin Ceras/La República

La epidemia del dengue ha crecido notoriamente en medio de la pandemia por el coronavirus, sobre todo, en las regiones amazónicas y en Ica con más de 35.000 casos hasta fines del 2021. Incluso, en algunas regiones se detectaron pacientes con ambas infecciones y le denominaron el ‘coronadengue’.

Precisamente, en octubre del año pasado, el Ministerio de Salud (Minsa) declaró en estado de emergencia por brote y riesgo inminente de dengue a 15 regiones como Piura, San Martín, Loreto, Huánuco, Junín, Cajamarca, Cusco, Madre de Dios, Ayacucho, Lima, Amazonas, Ucayali, Pasco, Tumbes e Ica.

Actualmente, existe mucha desinformación y, en esta nota, queremos precisar algunos puntos sobre este ‘coronadengue’ que ha vuelto a ser muy comentado debido algunos brotes en algunos países de Sudamérica como Colombia y Argentina.

Infección simultánea de COVID-19 y dengue

El doctor Juan Carlos Celis Salinas, infectólogo del Hospital Regional de Loreto, explicó que se trata de una infección simultánea de una persona por los virus de la COVID-19 y dengue. Situación similar a lo ocurrido con la ‘flurona’, pero con diferentes síntomas.

No existe una enfermedad que se llame ‘coronadengue’. Lo único que quiere decir es que el paciente tiene dos infecciones juntas: coronavirus y dengue. El ‘coronadengue’ es más frecuente. Estamos en brote de dengue (en Loreto) y como estamos saliendo de ómicron, hemos visto varios casos de personas que tienen ómicron y además están con dengue. A veces, la persona está terminando el coronavirus y le da dengue”, explicó.

Una de las consultas que los pacientes le realizan al médico infectólogo es sobre si una persona que le da las dos infecciones a la vez, puede agravarse. Celis comentó que, hasta el momento, no han registrado un caso grave.

“Hasta ahora no hemos visto eso, ni con coronavirus con influenza, ni con coronavirus con dengue. Hace poco hemos visto un caso de coronavirus con malaria. Siguiendo ese caso, podría ser un ‘malarona’, por ejemplo. En la Amazonía, es bien usual. Acá hemos tenido coronavirus con malaria, malaria con dengue porque el paciente vive en una zona endémica, ahora como la COVID es tan frecuente, es posible que un paciente tenga dengue más coronavirus”, precisó.

Celis detalló que al inicio de la pandemia se detectaron algunos casos por ‘coronadengue’, sin embargo, ya no lo están reportando porque no es una infección nueva. Además, genera desesperación y desinformación en la población.

“A las personas cuando a veces le colocas ‘coronadengue’, sienten que es una enfermedad. Si una persona está vacunada y le da COVID-19, su infección será leve y tiene que concentrarse en el dengue porque sí le puede dar grave. Hay que hacerle sus chequeos, exámenes, tranquilizarlos y evito colocar ‘coronadengue’ para no alertar a la población de que es otra enfermedad”.

Diferencia entre COVID-19 y dengue

El doctor Celis detalló que los síntomas de coronavirus y el dengue tienen similitudes y brindó una breve explicación sobre ambas. “Muchos pacientes por COVID-19 hacen fiebre y por dengue también y podría haber una confusión. Sin embargo, después ya se separan porque el coronavirus tiene síntomas respiratorios, especialmente ómicron, como malestar de nariz y dolor de garganta. Pero eso no hace el dengue. El dengue te da fiebre, dolor de cuerpo. Pero si veo que su fiebre dura cuatro o cinco días, vemos que podría ser otra cosa, le empieza a doler la barriga y eso no te hace ómicron. En estos días hemos estado con muchos casos de dengue, malaria, y estamos teniendo esa combinación. En personas vacunadas son muy leves y lo bueno es que no parecen agravar”.

Consultado sobre la emergencia sanitaria por dengue, Celis indicó que en octubre sí hubo un pico grande en varias regiones, pero bajó en diciembre. Aunque, explicó que, a fines de enero empezó a aumentar los casos, puesto que, la enfermedad aparece por temporadas: enero-febrero-marzo y agosto-setiembre-octubre. “Hace dos semanas que tengo hospitalizados por dengue y malaria, antes no teníamos en la tercera ola”.

Loreto ingresa al final de la tercera ola

Por otro lado, Celis precisó que Loreto se encuentra en la fase final de la tercera ola. Explicó que, en el caso de hospitalizados, en un solo día llegaron a tener 73 hospitalizados en toda la región. Actualmente, solo hay un hospitalizado en el Hospital Regional, 5-6 en EsSalud y, en toda la región, son 29.

“Creo que estamos al final de la tercera ola, cada vez hay menos ambulatorio. La mayoría que entra a UCI, son los no vacunados. Ha habido vacunados con dos dosis pero mayores de 70 años que ha sido hospitalizados, pero la mayoría son no vacunados”, respondió.

Loreto en la cola de vacunación

De acuerdo al Repositorio Único Nacional de Información en Salud (Reunis), hasta el 13 de febrero, Loreto aparece en el penúltimo lugar de la tabla de vacunación con 600.100 personas con dos dosis, lo que representa el 54.73% de la población objetivo con el esquema de inmunización completo.

Para Celis, están muy lentos porque no hay una estrategia clave para llegar a las comunidades más alejadas; no hay un presupuesto que pueda sostener la inmunización de las personas; el rechazo a la vacuna y el tema religioso.

“No se ha asignado un presupuesto especial para la vacunación, puesto que, piden que se trabaje con su propio presupuesto y para vacunar en la Amazonía es bien costoso, no es solo contratar una embarcación, enfermeros, cadenas de frío, sino de un presupuesto que puedan sostener. El otro tema clave es que esto se trata de una salud intercultural, la desinformación ha llegado más rápido que la información, algunas comunidades nativas están rechazando, incluso hay amenazas a los vacunadores. Entonces, no hay una estrategia, no lo veo, de repente está escrita en papel, pero no veo una estrategia comunicacional de que se contrate profesores bilingües para llegar a la población. Tenemos 32 lenguas nativas, no es tan fácil”, manifestó.

“Hay tema religioso. La religión adventista está muy presente en las comunidades, no se trata solamente de ir, se necesita hacer un estudio, por etnia, por zona y saber cómo entrar, una estrategia comunicacional. Cuando asisto a las reuniones, me comentan que ya han presentado su plan al Minsa, pero es costoso. Solamente mandan las vacunas como para vacunar en ciudad, pero nosotros no somos ciudad, tenemos mucho río, se necesita un presupuesto. Hay rechazo, no hay presupuesto para hacer campañas educativas para esos grupos poblacionales”, concluyó.