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Sociedad

Educación universitaria virtual o presencial: ¿cómo debería ser la enseñanza tras la pandemia?

La COVID-19 trajo consigo una serie de cambios en el mundo. Y, quizá, sea bueno empezar a replantearnos si alguno de esos cambios deberían permanecer, tal es el caso de las clases virtuales.

¿Cómo debería ser la enseñanza a partir de la pandemia? (Foto: Composición - La República)
¿Cómo debería ser la enseñanza a partir de la pandemia? (Foto: Composición - La República)

La propagación del nuevo coronavirus originó una serie de cambios drásticos en la vida de todos. Muchos sectores tuvieron que adaptarse a la ’nueva normalidad’, uno de ellos fue la educación.

El brote de la COVID-19 en el Perú provocó que las clases presenciales se paralizaran en todo el país desde el último mes de marzo. En su lugar, las clases virtuales se convirtieron en la herramienta elegida por las universidades para poder continuar con el ciclo académico.

Clases virtuales y la pandemia

Según explica Fernando Vílchez Sánchez, psicólogo educativo egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con experiencia en docencia universitaria, “esta situación (...) ha hecho evidente la necesidad de estar preparados y no acostumbrarnos, no depender más que todo, de la ejecución de la clase a través de un docente”.

En este sentido, las plataformas virtuales adquirieron protagonismo al transformarse en una alternativa para no detener las actividades educativas. Pese a ello, este contexto significó un desafío enorme para algunos profesores, quienes tuvieron que adaptarse rápidamente al uso de tecnologías antes desconocidas por ellos.

En el interior del país, la pandemia ha evidenciado la centralización de la educación en la capital. Si hablamos de limitaciones, el acceso a internet y a herramientas tecnológicas se han convertido en los inconvenientes más grandes para tener una educación virtual de calidad.

“El tema de no contar con una computadora, con una tablet, o por último con un celular, que por lo menos tenga los requerimientos básicos para poder acceder a una de estas plataformas virtuales mediante las cuales se reciben las clases (...) es una gran limitación. Y si eso nos pasa solamente en Lima, imaginemos pues al interior del país, donde se tiene que luchar con otras diferencias y otras limitaciones”, comentó el especialista.

Las significativas diferencias en los niveles social y económico de los peruanos han expuesto los obstáculos que algunos estudiantes, e incluso maestros, han tenido que atravesar en este contexto.

Clases virtuales: ¿cómo debería ser la enseñanza tras la pandemia?

El desarrollo de las clases virtuales en el Perú, a raíz de la expansión del nuevo coronavirus, ha hecho evidente que no estábamos preparados para llevar a cabo un método así. Todos estos aspectos mencionados anteriormente nos conducen a un importante punto de encuentro: la posibilidad de que la educación virtual se ejecute como una alternativa complementaria.

“No se puede hablar de una educación virtual porque no reúne las condiciones para que se den todos los logros previstos, al igual que una educación presencial. Sería irresponsable decir que una educación virtual es lo mismo que una educación presencial. Pero sí es importante no negar su valor complementario y su valor de soporte para los estudiantes.” comentó Vílchez Sánchez sobre el tema.

Yuriko Huayana, docente en Educación Continua de la Universidad de San Martín de Porres, agregó que “la educación superior va a evolucionar mucho con toda esta revolución digital que se está dando por la pandemia porque nos está haciendo diferenciar cuáles son los verdaderos valores y atributos de una clase virtual (...) Esta evolución va a permitir coexistir ambos entornos, tanto las clases virtuales como las clases presenciales”.

Por esta razón, es necesario tener en consideración vertientes más específicas sobre esta modalidad de enseñanza. Uno de los primeros aspectos que merece una reflexión más profunda es la naturaleza de las carreras universitarias, ya que algunas exigen contenido más teórico, mientras que otras -tales como profesiones de ingeniería o bioquímica- necesitan plasmar lo aprendido a algo real y concreto.

Se debe tener en cuenta, además, la relevancia del vínculo que se establece entre el docente y el estudiante. Se trata de una relación humana que, según investigaciones, influye en un desarrollo óptimo del aprendizaje. Por otro lado, es necesario reconocer que algunos alumnos no tienen mucha compatibilidad con las clases virtuales, lo cual puede afectar en forma negativa su desenvolvimiento profesional.

La clave detrás de la ejecución óptima de esta modalidad reside en que tanto estudiantes como maestros cuenten con los conocimientos para utilizar las herramientas tecnológicas necesarias y con un acceso correcto a internet para que la educación no se vea limitada bajo ninguna excusa.

“La clave para que las clases virtuales funcionen en las universidades peruanas de manera adecuada (...) sería en base a un proceso de transformación digital. No solamente para el profesor, quien está enseñando estos módulos digitales, sino también para el alumno, quien se está adecuando a este nuevo formato digital”, expresó Yuriko Huayana.

Por su parte, Vílchez Sánchez destacó el rol de los docentes en las universidades y la importancia de resaltar su valor como formadores de profesionales. Es por ello que los animó a preguntarse “¿qué es lo que yo puedo aportar a mis estudiantes, que ellos no van a conseguir en ningún otro lado? Esa es la pregunta que deben ahora hacerse todos los maestros de educación universitaria”.