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Sociedad

Kathryn Mannix: “Lo que se debe decir antes de morir: Gracias, lo siento, te perdono, te amo”

Kathryn Mannix. La doctora británica es una especialista en muerte paliativa. Presenció diez mil muertes en un hospital de Londres. Admite que hablar en su país sobre este tema es tabú. Cómo tener una mejor muerte. Mannix da algunas luces.

HAY FESTIVAL 2019
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Elmer Mamani

Uno de los familiares de Kathryn Mannix hace poco murió. Era joven y un paro cardíaco lo fulminó. Nadie lo esperaba, nadie dijo adiós. ¿Tú viste morir a alguien?, me pregunta. Asiento y me dice: “es muy difícil, ¿verdad?”.

Mannix empezó siendo oncóloga, pero luego atrajo su atención a los pacientes que no podían ser curados, los que no se podían salvar. Cuarenta años después, la doctora es considerada pionera en la medicina paliativa, una rama que busca que los pacientes sobrelleven su sufrimiento, que estén mejor.

Ella presenció 10 mil muertes mientras trató a pacientes en la unidad de medicina paliativa en un hospital de Londres, Inglaterra. De toda esa experiencia nació Cuando el final se acerca. Cómo afrontar la muerte con sabiduría, que viene a presentar en el marco del Hay Festival de Arequipa. El libro narra treinta casos verídicos de pacientes que la doctora acompañó en sus momentos finales.

¿Ha cambiado su idea sobre la muerte de primera muerte a la última?

Conforme veía más, empecé a sentirme menos asustada de la muerte de mis pacientes y de la gente que quiero. Según las investigaciones que se han hecho, las personas que hablan acerca de esto, con sus familias, con sus doctores; tienen una mejor muerte. Si ellos planifican esto, tienen una mejor muerte. Las que no hablan nunca de esto, ni siquiera en el último minuto y mueren, es un total desastre. Así las investigaciones lo establecen.

¿Por qué eligió ejercer la medicina paliativa, estar cerca de los que van a morir?

Algo que la gente tiene que entender es que no es solo acerca de morir. Quiero dejar en claro que no estamos solo en los momentos en que la persona va a dejar de existir, sino que vamos haciendo un seguimiento después de que les dicen que no van a curarse. La meta es hacerlos sentir bien y ayudarlos con las dificultades que tengan, en comer, en cómo manejar su respiración y los síntomas principales de su enfermedad.

¿Cómo es el proceso de fallecer, es bello, como usted alguna vez declaró?

La frase de la muerte es bella fue traducida mal por los periodistas. Lo que quise decir es que es gentil. Estar ahí con una persona es conmovedor. Lo interesante sobre mi libro es que las personas que están sentadas con una persona que está falleciendo se dan cuenta que la respiración cambia y eso pasa cuando el cerebro se está deteniendo mientras la persona está completamente inconsciente. La respiración se hace automática y cambia. Pasa entre superficial y profunda, de entre rápida y lenta. Puede emitir de repente sonidos, ser ruidoso y con burbujas, pero no significa nada. Las familias piensan que es por el dolor, por el sufrimiento, pero la persona que está muriendo no siente nada.

La muerte, un tabú

Cuando recién ingresan a trabajar, los doctores jóvenes están mucho más preocupados en evitar que la gente muera, asegura Mannix. La mayoría no se preocupa por los que no tienen oportunidad.

Sabine la motivó a escribir Cuando el final se acerca. “Esta es la historia que cambió mi carrera”, confiesa. Explica que con su caso comprendió cómo funciona la muerte. Sabine, de 80 años, tenía cáncer al colon y se le había extendido al hígado, lo que la estaba matando. En ese entonces Mannix era un joven médica en formación de la nueva especialidad de medicina paliativa.

El mismo jefe de la unidad le detalló a Sabine el proceso de su muerte. "Empecé a notar cosas que antes nunca había notado sobre todo ese proceso", recuerda.

Mientras el doctor hablaba con Sabine y la consolaba, interiorizó todo lo que dijo.

¿Qué la motivó a escribir?

La desesperación. Allá, en Inglaterra, la gente tiene mucho miedo a la muerte. Tiene una percepción negativa sobre esta. En realidad la muerte es un proceso bastante pacífico, por ejemplo, hace 100 años las personas perecían en su casas tranquilas.

¿La modernidad intensificó este miedo?

En Inglaterra a la muerte no la nombran, le dicen solo "D" (por death en inglés). Es como un tabú. Con hablar de sexo no vas a quedar embarazada, hablar de la muerte no te va a matar.

¿Cómo imagina su muerte?

Quiero morir en mi cama, con tiempo para decir adiós y arreglar todos los asuntos pendientes. Hay cuatro frases que uno tiene que decir antes de fallecer: gracias, lo siento, te perdono y te amo. Es muy, muy importante. Yo quiero tener la oportunidad de decir esas cosas, pero todos deberíamos decirlas todos los días por si acaso.

¿Qué opina sobre el suicidio?

Pienso que es una tragedia y que las familias nunca se recuperan de eso. Un accidente también es difícil.

¿Tiene alguna idea de qué hay después de fallecer?

No tengo idea (risas). Pero he visto a gente de mucha fe por ser creyente morir tranquilos, al igual que a ateos seguros. En cambio, la gente que es un poco creyente o un poco atea, se les ve mucho más ansiosas de no saber qué va a pasar.

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