El periodismo no es oficio policial ni justicia de tribunales. Es solo información que nutre la conciencia y nos hace sensibles a los actos del crimen y la corrupción. ,Para el periodismo que se hace en el Perú no todo está perdido. Existen las crónicas y cierto, los cronistas. He celebrado –y como no es costumbre en el medio— la aparición del libro Guerras del interior del periodista Joseph Zárate, un texto que denuncia tres casos de sobrevivencia que sufren los peruanos víctimas de la guerra contra nuestro medio ambiente. Libro necesario para entender el Perú porque no todo es prensa basura de Magaly, Leiva o 'El valor de la verdad'. Igual, estoy de gira por el norte y me encuentro con dos hermosos libros escritos por cronistas. En Trujillo, Tercera persona del cronista paiteño César Clavijo y en Chimbote Todos muertos del joven Dan Ruiz. La antología de Clavijo se ubica en los terrenos del periodismo narrativo. Un autor con prosodia dirían los que saben. Y yo aseguro que son relatos de “lo real” que se hacen inmortales por su trascendencia literaria, aquel requisito que solo tiene el buen periodismo. Personajes y noticias son narrados con ritmo y contundencia plástica. En el caso de Dan Ruiz existe una exploración en la violencia de nuestros días, su catarsis, su reclamo. Los escenarios son densos, y los cadáveres van apareciendo unos tras otros. ¿Es ficción? No, es verdad. La guerra sucia, los desaparecidos, esas heridas que no cierran y que Ruiz denuncia como escritura del mejor reportero. El periodismo no es oficio policial ni justicia de tribunales. Es solo información que nutre la conciencia y nos hace sensibles a los actos del crimen y la corrupción. Estos, son libros para el corazón y esa noble infección creativa.