Sexualidad

Estudio revela que los hombres tienen un impulso sexual más fuerte que las mujeres

Estudio hizo un análisis de varias investigaciones que comparaban la libido sexual de personas del sexo masculino y femenino.

Estudio concluye tendencia de hombres a partir de otras investigaciones. Foto: Canva
Estudio concluye tendencia de hombres a partir de otras investigaciones. Foto: Canva

Un estudio, publicado en Psychological Bulletin, analizó los resultados de 211 artículos científicos y encontró que los hombres, en promedio, tienen el deseo sexual más fuerte que las mujeres. Se halló que ellos piensan y fantasean con más frecuencia sobre el sexo, experimentan sentimientos sexuales a un nivel mayor y se masturban más en comparación con las mujeres.

“Un aspecto crucial de la sexualidad humana se refiere al deseo sexual de los individuos. Podría decirse que las personas difieren en su motivación sexual disposicional. Como resultado, la investigación científica y las conversaciones de las fiestas se han centrado en la cuestión de si existe una diferencia de género en el deseo sexual humano”, dijo el autor del estudio, Julius Frankenbach, y sus colegas.

Con esta cuestión, los investigadores se propusieron a dar un concepto novedoso acerca de este apetito al sexo, basado en la teoría psicológica y realizar un metanálisis de los estudios publicados que examinaron las diferencias de género en el deseo sexual para determinar las tendencias generales en los resultados.

Los investigadores revisaron publicaciones científicas en busca de estudios que midieran la frecuencia con la que una persona piensa en el sexo (cognición sexual), tiene sentimientos sexuales (afecto sexual) o tiene relaciones sexuales (comportamiento sexual), pero también estudios en los que los participantes autoevaluaron su deseo sexual o sentimientos sexuales. Estos debían incluir participantes masculinos y femeninos, con más de 14 años, y el número de miembros del estudio no debía ser demasiado pequeño (al menos 20 hombres y mujeres cada uno).

Los investigadores excluyeron los estudios en los que los participantes pertenecían a poblaciones clínicas, que se publicaron antes de 1997, las cuales incluyeron cualquier forma de manipulación o intervención experimental y los que tuvieron lugar en el contexto del embarazo o el aborto.

La búsqueda dio como resultado un total de 483 publicaciones que cumplían con los criterios de los investigadores. Sin embargo, 460 no contenía toda la información necesaria. Los implicados en el análisis se pusieron en contacto con los autores de estas publicaciones, con solicitudes para proporcionar información que faltaba. 

Los resultados no mostraron diferencias de género en la frecuencia con la que una persona tiene relaciones sexuales en promedio. Sin embargo, los hombres reportaron tener más aventuras de una noche y el número mayor de parejas sexuales, tanto en el último año como en el total de parejas sexuales.

“Estos análisis sugieren que la respuesta sesgada puede haber jugado un papel, pero que este efecto fue pequeño. El efecto puede ser impulsado por normas sociales a través de influencias inconscientes o subconscientes, como errores de memoria, diferentes estrategias de estimación o contabilidad diferencial para casos extremos de haber tenido relaciones sexuales, pero también pueden ser impulsados, al menos, en parte, por tendencias de autopresentación, que los hombres sobreinformen y/o las mujeres subinformen sobre sus experiencias sexuales”, escribieron los investigadores.

Los resultados principales indicaron que los hombres pensaban en el sexo con más frecuencia (cognición sexual), tenían sentimientos sexuales con más frecuencia y participaban en conductas sexuales con mayor periodicidad. Los hombres también informaron emociones sexuales más intensas (intensidad del afecto) y evaluaron su deseo sexual como más alto.

“Los hombres piensan y fantasean con el sexo con mayor frecuencia, experimentan afectos sexuales como el deseo con mayor frecuencia y se involucran más a menudo en conductas sexuales solitarias (masturbación). Las respuestas sesgadas pueden haber inflado estas diferencias, pero es poco probable que explique completamente el efecto. La estimación conservadora del efecto corregido por sesgo de respuesta sigue siendo de tamaño moderado”, concluyeron los investigadores.

El estudio hace una valiosa contribución a nuestro conocimiento de la sexualidad. Sin embargo, cabe señalar que se basó en autoinformes y que el diseño del estudio no permite conclusiones de causa y efecto.