Formas para estimular el punto G y punto P en el encuentro sexual
Ambos puntos son claves en la sexualidad femenina y masculina. Conoce dónde se encuentran y cómo estimular estas zonas.
El 95% de las personas con vulva pueden alcanzar el orgasmo solo con la estimulación del clítoris, el cual ha ido ganando protagonismo que antes no se le daba. Sin embargo, dentro de la vagina también hay zonas que pueden brindar mucho placer, tales como el llamado punto G. Es importante resaltar que prestarle atención a este espacio no significa que reemplace la estimulación del clítoris, sino que puede sumarse a esta.
En tanto, para las personas con pene también existe una zona que intensifica el placer, la cual es llamada punto P, y no suele ser estimulada por prejuicios construidos entorno a la sexualidad masculina. La sexóloga y psicóloga Cecilia Ce detalló a Infobae dónde se encuentran exactamente ambos puntos y las formas tocarlos.
Estimulación del punto G
“El punto G es una zona rugosa que se encuentra en el primer tercio de la cavidad vaginal sobre la pared anterior, es decir, la pared más cercana al ombligo”, detalla la especialista. Este se ubica a apenas unos tres centímetros de la abertura vaginal, por lo que no es necesario penetrar muy profundo, además que este responde de forma positiva a la estimulación manual.
Para empezar, la persona debe estar ya excitada, puede ser mediante besos, masajes eróticos, estimulación manual o sexo oral. “La posición más cómoda para localizar el punto G es estando boca arriba, o semi sentada, con piernas semi flexionadas. Es recomendable colocar la mano en forma de garra, ya que el movimiento principal lo realizan los dedos y no tanto la mano en sí”, explica.
Es decir, no es necesario el movimiento adentro-afuera, sino que el o los dedos deben ingresar a la cavidad vaginal con la palma de la mano hacia arriba para realizar un movimiento de “ven” mientras se presiona la zona. Se puede estimular la vulva a la vez.
Suele suceder que la estimulación del punto G esté acompañada de una sensación fuerte de ganas de orinar debido a que se estimula la uretra de forma indirecta. “Lo importante es estar en confianza, cómodas y entregarnos a las sensaciones, darle tiempo al disfrute y permitirnos experimentar un orgasmo posiblemente más intenso”, resalta la sexóloga.
Estimulación del punto P
Mientras tanto, el punto P es lo que se conoce como el punto G masculino. Este responde a la estimulación directa de la próstata, a unos cinco centímetros ingresando por el ano.
Es un punto que produce gran placer debido a que suma la estimulación de una vía nerviosa diferente a la del pene y los testículos, y genera un aumento de las sensaciones y un orgasmo más intenso.
“Lo único que mantiene alejados a los hombres de explorar esta fuente de placer son los prejuicios. Erróneamente se ha asociado la estimulación anal a la homosexualidad. Así que aclaremos que las prácticas sexuales no definen la orientación sexual. Siendo hombre puedo sentirme atraído hacia la estimulación anal llevada a cabo por una mujer o me la puedo realizar yo mismo”, asevera la experta.
Cecilia Ce explica que la forma más cómoda de estimular la próstata es cuando la persona se encuentra recostada boca arriba con las piernas semi flexionadas, y esta debe de ir de menos a más. En este caso también es importante que se esté en un grado alto de excitación.
Es muy importante el uso de un lubricante, pues el ano no cuenta con lubricación propia y es la única manera de evitar molestias. “Vamos a ir hacia adelante y hacia arriba en busca de la próstata, es decir, hacia la pared anterior cercana al ombligo. Es posible que podamos reconocer una protuberancia con forma de nuez. Lo que vamos a hacer es estimular la próstata de manera suave masajeando en círculos y ejerciendo una leve presión”, recalca.
En este caso también se recomienda acompañar con la estimulación del pene, con el fin de que el cuerpo esté relajado y así dejarse llevar.