Fuerza Popular se enfrenta a su nueva realidad

Fuerza Popular (FP) atraviesa un proceso de adaptación a las circunstancias. El viernes, en el local de Paseo Colón, se acordó que el secretario general, Luis Galarreta, será quien dirija las reuniones de la nueva bancada, la cual ejercerá funciones hasta julio del 2021. Será, en esencia, una suerte de apoderado de Keiko Fujimori, hoy en una segunda prisión preventiva pero que intentará -hasta donde pueda- seguir de cerca el trabajo de los legisladores de su partido.

Galarreta (y a través suyo, Keiko) buscará repetir problemas vividos en el Congreso disuelto el 30 de setiembre. En las elecciones del año 2016, la lista parlamentaria de FP obtuvo el 36% de los votos válidos. Luego, al aplicarse la cifra repartidora, consiguió la mayoría absoluta: 73 curules de un total de 130.

Entonces se asumió que el partido naranja era el gran poder político del país. Claro, había un detalle importante. De esos 73 legisladores electos, apenas 11 eran militantes.

En la interna se sabía que la bancada podía sufrir deserciones. Por esa razón se promovió una ‘ley antitránsfuga’, la cual el Tribunal Constitucional terminó dejando sin efecto. Cuando el presidente Martín Vizcarra disolvió constitucionalmente el Parlamento, FP contaba con 53 miembros.

En las elecciones legislativas del 26 de enero, FP ha ganado 15 escaños, aunque se esperaba un mejor resultado.

Un dato relevante es que ninguno de quienes asumirán funciones es militante del partido, de acuerdo con la información disponible en el portal Infogob. Entre esos 15 ‘fujimoristas’ sí hay exmilitantes del PPC, APRA y APP.

Ni siquiera es militante una histórica fujimorista como Martha Chávez. En su caso, Infogob solo registra una afiliación a la desaparecida agrupación Nueva Mayoría. Lo mismo en la base de datos del Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Una pregunta es si, bajo esas condiciones, FP podrá mantenerse unido, sin renuncias en el camino. Consultados algunos dirigentes, las respuestas coinciden en el siguiente argumento aritmético: resulta más factible mantener el orden y la disciplina en un grupo de 15 personas que en uno de 73.

Según esa mirada, FP sufrió de éxito en el Congreso 2016-2019. Ahora, con menos cabezas, puede ser más sencillo manejar la bancada, teniendo en cuenta, además, que este será un mandato de corta duración.

Existe un factor adicional. Los entrevistados también hicieron notar que mientras en la bancada fujimorista del Congreso disuelto los representantes por Lima sumaban 15 y tenían un alto peso político, lo cual dificultó la relación con quienes venían de las demás regiones, esta vez el sector capitalino lo conforman solo cuatro personas (Diethell Columbus -elegido vocero de la bancada-, Valeria Valer, Carlos Mesía y la ya mencionada Chávez, todos primerizos, salvo la última). En ese sentido, se espera una relación bastante más horizontal.

Jóvenes versus Becerril

Mientras Keiko Fujimori cumplía su primera prisión preventiva, el excongresista Miki Torres fue designado titular de una comisión de transición, a fin de llevar adelante una reorganización del partido.

En lo formal, ese proceso culminó con el nombramiento de nuevas autoridades y la renovación –parcial– del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Como se ha dicho, la secretaría general la ocupa Galarreta. Cerca de él trabajan, entre otros, el propio Torres (en la Secretaría Nacional de Educación), Milagros Takayama (personera legal) y Marco Antonio Pacheco (Secretaría Nacional de Juventudes).

“Galarreta está preocupado en trabajar con los jóvenes”, explica uno de los entrevistados para esta nota. La expectativa es ofrecer un rostro diferente al de años recientes. En ese esfuerzo se ha deslindado de la organización “La Resistencia”, especializada en insultar a opositores a domicilio. La propia Chávez ha dicho que FP no tiene vinculación institucional con ese grupo, lo que no quita que hay simpatizantes fujimoristas que lo adhieren en sus mensajes y métodos.

“Quizás algunos no entienden o no comprenden la situación”, señala otro de los consultados para este informe.

Esta frase hace referencia a las quejas provenientes de fujimoristas que consideran un error apostar por intentar enseñar un rostro menos beligerante. “No se puede tener un megáfono conectado a la boca todo el tiempo”, añade el representante de FP que prefirió el anonimato.

Uno de los que más se ha lamentado de las decisiones recientes de FP es Héctor Becerril. Cuando La República, en el contexto de la campaña para las elecciones legislativas, incluyó en un artículo las propuestas de dos candidatas de FP, la cuenta de Twitter “Jóvenes Fuerza Popular” agradeció el gesto. Becerril respondió: “¿Gracias a La República por tomar en cuenta sus propuestas? Qué tal coherencia, jóvenes”.

La vocación de troll de Becerril motivó la respuesta de la juventud de FP, que vía Twitter advirtió: “Alertamos a las juventudes y militancia fujimorista que no se dejen sorprender por convocatorias particulares que el señor Becerril y ‘La Resistencia’ están haciendo en redes y WhatsApp, con una agenda ajena a la de FP”.

Por cierto, Becerril renunció al partido. De acuerdo con la ficha de Infogob, canceló su afiliación en octubre de 2019. “Becerril ya no es ni militante ni dirigente”, dijo una fuente de FP. Carlos Tubino también optó por alejarse de FP luego de que no lo dejaran postular en enero, pero él ha mantenido más las formas con su anterior organización.

Decisiones que vienen

En la reunión del viernes en el local de FP, con la presencia de los congresistas electos, se leyó una carta firmada por Keiko en donde ella se reafirma como presidenta del partido. Así, puso punto final a su alejamiento de la política, anunciado cuando salió en libertad el 30 de noviembre.

Aunque no se dice de manera abierta, una de las preocupaciones apunta a lo que ocurrirá en las elecciones generales del año que viene.

La duda que mata en FP es si Keiko estará en condiciones de presentarse de nuevo. Si saliera libre a tiempo, la respuesta parece obvia. Si no fuera el caso, FP buscaría presentar una candidatura alternativa o, en todo caso, formalizar una alianza. La opción de que Keiko postule desde la cárcel, por el momento, no se antoja muy viable. “Es muy pronto para tenerlo definido”, comentó otra fuente naranja.

En su comunicación, Keiko ha pedido a los congresistas electos que mantengan “su situación judicial” y “dolorosa persecución” fuera del Congreso. También, colaborar para combatir el desempleo, la inseguridad y mejorar los servicios de salud y la calidad de la educación. Un detalle: no hay una sola palabra sobre Martha Chávez.