Testigos señalan a Miguel Arévalo como socio de narco “Lunarejo”
El viejo truco. En un nuevo intento por impedir que avancen las indagaciones del fiscal especializado en Crimen Organizado Álvaro Rodas Farro, la defensa de Miguel Arévalo Ramírez interpuso un hábeas corpus y alega que este ya fue investigado, y no le encontraron nada. “Eteco”, como lo llaman los testigos, es conocido también por querellar a los periodistas que informan sobre su caso, como ha ocurrido con La República.
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Colaboradores eficaces declararon ante representantes del Ministerio Público y del Grupo Especial de Inteligencia Orión de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (Dirandro) que el peruano Miguel Arévalo Ramírez, conocido como “Eteco” en los archivos policiales, se asoció al narcotraficante Fernando Zevallos Gonzales, “Lunarejo” para exportar ilegalmente cocaína a los Estados Unidos. Ambos usaron como cobertura sus actividades empresariales para ocultar que se dedicaban al narcotráfico.
Según la información del caso, que ahora está en manos del fiscal especializado en Crimen Organizado Álvaro Rodas Farro, “Eteco” y “Lunarejo” obtenían la droga del Huallaga y pagaban a terroristas de Sendero Luminoso para proteger la salida de los alijos de cocaína de la zona de conflicto.
Los periodistas de La República Edmundo Cruz y César Romero fueron querellados por “Eteco” en represalia por haber informado sobre las investigaciones de las autoridades que lo implican con el narcotráfico. Lo mismo hizo con otros reporteros que lo mencionaron vinculado con el mismo delito. No obstante el amedrentamiento, las indagaciones continuaron y el fiscal se apresta a denunciar a “Eteco”.
Un colaborador eficaz manifestó a las autoridades: “Conozco a Miguel Arévalo Ramírez, nacido en Tocache, San Martín, porque estudió primaria en el Colegio 0413 y la secundaria en el Colegio Instituto Nacional Agropecuario (INA). Ellos son tres hermanos: Julio, Geny y Luis Arévalo Ramírez. Sus padres son Negrín Arévalo Silva y Peti Ramírez. En 1980, “Eteco” repartía víveres de la tienda de sus padres a diferentes zonas aledañas de Tocache. Después de 1983 comenzó a juntarse con Leo González (primo de Fernando Zevallos Gonzales, “Lunarejo”), donde trabajó como ayudante aproximadamente tres años. Luego trabajo solo, con más experiencia en el narcotráfico, contactándose con un acopiador muy conocido en la zona de Sión (distrito de Campanilla, provincia de Mariscal Cáceres, San Martín), llamado Guillermo López Peña, 'Psicodélico. 'Él era el contacto entre los narcotraficantes y Sendero Luminoso, quienes cobraban ‘cupos’ de 10 mil dólares por cada vuelo de droga, dinero que era entregado al camarada ‘Marvin’".
Relación directa
“Eteco” también se asoció con su tío Julio Arévalo Silva, sus primos hermanos David Bazán Arévalo, conocido como “Wicapa” ( exalcalde de Tocache) y Mario Bazán Arévalo, todos relacionados con el narcotráfico, según las autoridades. Además mantuvo negocios con un reconocido acopiador de droga del Huallaga, José Aguilar Ruiz, “Shushupe”.
Manifestó otro colaborador eficaz, cuyo testimonio es parte de la investigación fiscal: “Tengo conocimiento de que “Eteco” era socio de Fernando Gonzales Zevallos, “Lunarejo”, cuyas reuniones se realizaban en el aeropuerto de Tocache, de donde sacaban alrededor de dos toneladas anuales de droga hacia Colombia. Ellos tenían dominada toda la zona de Tocache, Sión, Campanilla, Aucayacu y el Ramal de Aspuzana. Dentro de ese grupo estaban Rubén Ríos Rengifo, Gildemeister Reátegui Vela. Ellos eran los coordinadores en la zona de Lima para exportar la droga vía marítima. Sus principales acopiadores de droga eran Alfonso Reyna Sánchez, ‘Loco’, y Arturo Castillo Pezo, ‘Ramachu’, quienes desde 1989 al 2000 trabajaron con “Eteco”. La droga era llevada a Colombia en 2 o 3 vuelos semanales de 1.000 kilos en cada ocasión”.
Mediante diferentes acciones legales, Miguel Arévalo Ramírez ha logrado desactivar investigaciones sobre su caso. El incidente más reciente al respecto es la presentación de un hábeas corpus para que el fiscal Álvaro Rodas Farro archive todo lo actuado, especialmente los testimonios incriminatorios de los colaboradores eficaces.
En familia
De acuerdo con uno de los colaboradores eficaces, Miguel Arévalo formó una organización con sus familiares. Así lo dijo: "En el año 2000, el acopiador Alfonso Reyna Sánchez dejó de trabajar con "Eteco". Así que este reunió a los familiares de su esposa, Magda Ruiz Fonseca. A sus cuñados Alfonso Díaz Fonseca, Marco Ruiz Fonseca y Óscar Ruiz Fonseca, a sus sobrinos Víctor y Johnny Cárdenas Díaz y a su tío Jhon Cárdenas Pinto. Ellos eran los encargados de comprar de 500 a 800 kilos de cocaína cada cuatro meses. Luego enviaban los cargamentos a Chimbote o al puerto de Eten (Chiclayo). Sin embargo, después de cuatro años de actividades ilegales, sus cuñados Alfonso, Marco y Óscar Ruiz Fonseca fueron detenidos en Chiclayo con aproximadamente 500 kilos de cocaína". Ahora están presos en el penal de Picsi de dicha ciudad norteña.
Si en algo coinciden los diferentes colaboradores eficaces es que lo identifican ligado a "Lunarejo" Fernando Gonzales, condenado a 27 años de prisión por narcotráfico. Así lo mencionó uno de los testigos: "'Eteco' a partir de los 17 años inició sus actividades ilícitas, en la década de los 80. Tengo conocimiento de que él trabajaba con los hermanos González (Álvarez, primos de 'Lunarejo'), quienes eran conocidos narcotraficantes de la zona del Huallaga. Son familia directa de los (hermanos) Sánchez Paredes. Uno de los hermanos, Leonardo González Álvarez, fue asesinado por orden de Fernando Zevallos. El otro hermano, Genaro González Álvarez, era esposo de Gery Arévalo Ramírez, hermana de 'Eteco'. Igualmente trabajó en el narcotráfico con Fernando Zevallos, 'Lunarejo', quien era pareja de Daisy Ruiz (prima de Magda Ruiz Fonseca). También trabajaba con Raúl Chávez Aliaga, 'Mongol', conocido narcotraficante que vivió en Colombia. Lo hizo a pedido de 'Eteco', Miguel Arévalo Ramírez. 'Mongol' sigue viviendo en Colombia, pero con otra identidad, según refieren sus propios familiares".
Los testigos señalaron que "Mongol" y Marco Ruiz Fonseca, "Pantera", cuñado de "Eteco", se encargaban de acopiar la droga de Miguel Arévalo Ramírez, ya que eran los contactos con los narcotraficantes de Colombia.
"Se supo que en esa época 'Eteco' y Marco Ruiz Fonseca se pelearon por un 'cierre' de dos millones de dólares. 'Eteco' culpaba a su cuñado Marco Ruiz, pero en realidad 'Eteco' se había quedado con el dinero. Incluso los narcos colombianos quisieron matar a Marco Ruiz por el dinero", relató un colaborador eficaz.
Otros familiares que participaron en el negocio de "Eteco", identificados por los testigos, son su primo hermano Alberto Arévalo Guzmán y los hermanos David y Manuel Bazán Arévalo, quienes también son sus primos.
Las declaraciones de los colaboradores eficaces coinciden con identificar a Miguel Arévalo Ramírez en presuntas actividades ilícitas que deben ser esclarecidas.
Intenta zafarse de investigación
El abogado de Miguel Arévalo Ramírez, Juan Alejandría Castro, interpuso una demanda de hábeas corpus ante el juzgado de Tarapoto con el objetivo de paralizar las investigaciones en contra de su cliente por parte de la Fiscalía de Crimen Organizado de Lima.
El 30 de diciembre del 2019, el titular del Juzgado de Investigación Preparatoria de Tarapoto, César Méndez Calderón, admitió el hábeas corpus contra el coordinador de las fiscalías de Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina; el fiscal del caso, Álvaro Rodas Farro; y el jefe del Grupo Especial de Inteligencia Orión de la Dirección Antidrogas, comandante PNP Walter Lozano Pajuelo.
Los datos
Número. Entre colaboradores eficaces y testigos protegidos, la Fiscalía de Crimen Organizado suma casi una docena.
Escuchas. Las autoridades cuentan con grabaciones de conversaciones telefónicas desde 2014 que probarían lo manifestado por los colaboradores eficaces y testigos protegidos de la Fiscalía de Crimen Organizado.
Cursó estudios en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajó en los diarios La Voz, El Nacional y El Popular. Integrante de la Unidad de Investigación del diario La República. Es una de las ganadoras del “Gran Premio Nacional de Periodismo” 2014, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
