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Política

El Perú mira la historia de dos países

Las salidas a las graves crisis políticas en Chile y Bolivia.

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Si los recientes estallidos sociales en Chile y Bolivia han sido observados con atención desde el Perú, especialmente por el riesgo de que aquí pudiera ocurrir algo similar, los caminos de solución que emprendan ambas naciones también serán seguidos, por lo mismo, con extremo cuidado.

Son dos países limítrofes con los que existen cercanías que van mucho más allá que la vecindad geográfica. A veces se dice que el sector rico del Perú se parece al más pudiente de Chile, y el más pobre al más precario de Bolivia.

Pero ambos estallidos son consecuencia de dos situaciones distintas, aunque se parezcan sus consecuencias.

La crisis boliviana, como señaló el presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, el domingo en La República, ocurrió en el contexto de un fraude electoral, de un acto muy antidemocrático cometido por Evo Morales; mientras que la turbulencia social en Chile fue consecuencia de un proceso complejo de una sociedad fatigada e indignada por la dificultad para acceder a los beneficios del progreso.

Los efectos de ambos conflictos son, sin embargo, parecidos: una alta turbulencia social y política que pone en riesgo a la democracia.

En Bolivia, significó la caída de la presidencia de Morales tras catorce años consecutivos, aunque es claro que la democracia en ese país ya había colapsado mucho tiempo atrás por su afán de perpetuarse en el poder.

Evo Morales se fue asilado a México, mientras la perspectiva boliviana que dejó es compleja pues se abre una situación incierta por la vocación de una derecha que combina racismo con religiosidad, con la aspiración de abordar el poder como sea.

Lo mejor que podría ocurrir en Bolivia ahora es que la elección presidencial se realice en el plazo constitucional y que la gane Carlos Mesa –que debió disputar la segunda vuelta con Morales–, por su vocación democrática.

El caso de Chile puede parecer mucho más complejo que el de Bolivia, pues la presión ahí ha sido por un cambio estructural, pero el acuerdo histórico firmado en la madrugada del viernes entre el gobierno y la oposición puede, por difícil que sea el camino, dar lugar a un país más sólido e integrado al final de esta profunda crisis.

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