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Política

Vizcarra disuelve el Congreso y convoca elecciones

Decisión histórica. Luego de entender que el Congreso le había negado la confianza al gabinete de Salvador del Solar, el jefe del Estado adoptó este paso trascendental, de consecuencias imprevisibles. Vicente Zeballos es el nuevo premier. Los comicios legislativos se han convocado para el 26 de enero del 2020.

A las 5:40 de la tarde, el presidente Martín Vizcarra anunció desde Palacio de Gobierno que el Congreso sería disuelto.
A las 5:40 de la tarde, el presidente Martín Vizcarra anunció desde Palacio de Gobierno que el Congreso sería disuelto.

Una decisión que pasará a la historia. O que ya es histórica. A las 5:40 de la tarde, después de una larga reunión con su gabinete ministerial, el presidente Martín Vizcarra anunció la disolución constitucional del Congreso, luego de que este siguiera adelante con la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC), a pesar de que el premier Salvador del Solar había hecho cuestión de confianza en el mismo Pleno.

“Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”, dijo Vizcarra en un breve mensaje a la Nación, de apenas nueve minutos, pero cuyas consecuencias se hacen impredecibles.

El debate constitucional se mantendrá en los días siguientes; existen argumentos legales para todos los gustos. Lo que no se puede decir es que la decisión presidencial sea equiparable con un golpe de Estado.

Porque la disolución del Parlamento está contemplada en la Constitución. La primera confianza se le fue negada al gabinete que dirigía Fernando Zavala, en el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.

Palacio considera que el Pleno negó por segunda vez en lo que va del quinquenio la confianza, cuando siguió adelante con el proceso de nombramiento de los nuevos magistrados del TC. Al final, solo se alcanzó los votos para designar a Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea. No ocurrió lo mismo con la opción de Manuel Sánchez Palacios. La sesión se había suspendido hasta mañana.

Este momento crucial de la historia peruana es la consecuencia del conflicto político entre el Ejecutivo y el Legislativo. Para tratar de salir del atolladero, el presidente Vizcarra anunció en su mensaje del 28 de julio que presentaría al Parlamento un proyecto de reforma constitucional para adelantar las elecciones generales al 2020, a fin de que los peruanos pudieran elegir a sus nuevas autoridades nacionales.

Esto se hizo efectivo el 31 de julio, y el proyecto pasó a la Comisión de Constitución, con Rosa Bartra (Fuerza Popular) en su conducción. El debate demoró e incluso se trajo a una delegación de la Comisión de Venecia, que debía emitir una opinión a mediados de octubre.

Sin embargo, y sin esperar que esta institución emitiera su informe, Constitución mandó al archivo el proyecto de reforma constitucional. En respuesta, Vizcarra anunció una nueva cuestión de confianza, esta vez para modificar el proceso de elección de los miembros del TC. El Parlamento había iniciado un proceso bastante rápido para reemplazar a los seis magistrados con plazos vencidos. La lista de aspirantes había sido muy cuestionada por especialistas y organizaciones civiles porque, salvo excepciones, los nombres no tenían las suficientes credenciales profesionales.

Sesión accidentada

El domingo, en una entrevista en Cuarto Poder, Vizcarra adelantó que avanzaría hacia la disolución constitucional del Parlamento si es que el premier Salvador del Solar no podía sustentar la confianza antes de que el Pleno empezara a elegir a los nuevos integrantes del TC.

Se esperaba que el Congreso acusara recibo y dejara que Del Solar pudiera explicar a la representación las razones de la cuestión de confianza y los alcances del proyecto de reforma de la ley orgánica del TC. Al final lo hizo, por diez minutos, aunque luego de una sesión bochornosa (leer este artículo).

Del Solar dijo algo que La República adelantó el domingo: la cuestión de confianza también tenía efectos sobre el proceso que se estaba llevando a cabo en esos momentos. Pese a esa advertencia, el Pleno siguió adelante con la sesión. Luego de su intervención, Del Solar y el gabinete se dirigieron a Palacio de Gobierno con el presidente Vizcarra, quien no llegó a viajar a la región San Martín.

No se filtró mayor información desde el Ejecutivo mientras el jefe del Estado y los ministros estuvieron reunidos. El Pleno reanudó su sesión a las 4 p.m. para debatir y votar la cuestión de confianza. Lo que faltaba por saber era si el Ejecutivo aceptaría esto o, en su defecto, entendería que había sido rechazada por seguir adelante con la elección de los magistrados del TC.

La respuesta llegó de la propia boca del presidente en su mensaje, que fue transmitido por cadena nacional: “Hoy hemos presentado la tercera cuestión de confianza, y lo que ha acontecido en el Congreso subraya la desvergüenza en la que ha caído la mayoría parlamentaria, absolutamente divorciada de la voluntad de los peruanos y trabajando de manera denodada para proteger y blindar a los suyos”, dijo.

Y añadió: Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República. Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la Constitución. Como lo mencionó el jurista Marcial Rubio, la disolución de un Congreso tiene como función lograr una nueva elección parlamentaria y que sea finalmente el pueblo quien defina a quién le da la razón: “Si a la mayoría parlamentaria que hoy disuelvo y se ha opuesto al Ejecutivo, o si le da la razón al Ejecutivo eligiendo una nueva mayoría”.

El discurso completo puede leerse más abajo.

Lo que ha ocurrido después de este anuncio trascendental (y lo que ocurrirá) será motivo de diversos análisis. De lo que se puede decir, hasta el momento, es que las elecciones legislativas han sido convocadas para el 26 de enero del 2020. Aparte que Vicente Zeballos es el nuevo premier en reemplazo de Del Solar, quien tuvo que poner su cargo a disposición (lo que correspondía después de que el Ejecutivo argumentara que la confianza había sido rechazada).

El Congreso seguirá funcionando mediante su Comisión Permanente (que controlan el fujimorismo con sus aliados). Es la primera vez que se usa esta potestad presidencial. La decisión de Vizcarra es un hito.

Y por la noche, mientras en el hemiciclo hacían juramentar a Mercedes Aráoz luego de aprobar una suspensión temporal al mandatario, los jefes de las Fuerzas Armadas, además del jefe del Comando Conjunto y de la Policía, fueron a Palacio a expresar su lealtad a Vizcarra. Luego, una notaria intentó en vano que la PCM reciba comunicaciones con los acuerdos del Congreso. Todo parecía ya consumado.

FFAA y PNP respaldan a vizcarra

Los militares decidieron ayer expresar su apoyo y lealtad al presidente Martín Vizcarra. También lo hizo en el mismo sentido la Policía Nacional.

Los militares decidieron ayer expresar su apoyo y lealtad al presidente Martín Vizcarra. También lo hizo en el mismo sentido la Policía Nacional.

El mensaje de Vizcarra

Peruanas y Peruanos:

Me dirijo a Ustedes en este mensaje a la Nación dada la crisis política que vive nuestro país.

Hace ya un año y medio asumí la presidencia de la República, como sucesión constitucional resultante de una enorme crisis institucional, generada por una serie de sucesos que culminó en una segunda presentación de vacancia por parte del Congreso de la República al anterior presidente, y su posterior renuncia.

Asumí con la convicción de que será posible generar una nueva etapa de transformaciones que condujeran a nuestro país al futuro que se merece. Ya desde mi discurso de investidura planteé las líneas de mi Plan de Gobierno, de las que la Lucha anticorrupción y el fortalecimiento institucional eran sus dos primeros pilares.

Ese discurso, que fue aplaudido en el Congreso, luego se transformó en un Decreto Supremo y, en cumplimiento del mismo, fuimos tomando medidas para cumplir con el compromiso asumido ante los peruanos.

Sabíamos que ese camino, urgente para el Perú, no sería fácil si no contábamos con el apoyo del Congreso.

Pero este se volvió aún más complejo ante una oposición sistemática al desarrollo de la Reforma de Justicia, a la reforma Política y a cualquier medida que vaya contra los esquemas de impunidad y de protección de intereses subalternos. Aún más cuando la mayoría parlamentaria recurre a innumerables argucias y trampas políticas, destinadas a perjudicar ya no al gobierno, sino a la sociedad en su conjunto.

Ante esa situación presentamos el proyecto de reforma de adelanto de elecciones, como una salida al evidente entrampamiento político, dejando en manos de la ciudadanía la definición de cuál es el Perú que quieren para el futuro y acortando los mandatos del Congreso y del Presidente de la República. Ante esta propuesta de desprendimiento patriótico, el Congreso respondió con un tratamiento vergonzoso que no tuvo pudor en utilizar hasta a organismos internacionales sin tan siquiera escuchar sus opiniones, para archivar una medida que contaba con el apoyo mayoritario de la ciudadanía.

Pueblo peruano, hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para avanzar de manera concertada con el parlamento. Sin embargo, es claro que la obstrucción y el blindaje no cesan, ni cesarán a la hora de defender la corrupción, por lo que no habrá acuerdo posible en ese punto.

Como saben mi gobierno ha recurrido tres veces a la cuestión de confianza.

En la primera, planteamos la cuestión de confianza para aprobar las cuatro reformas constitucionales que habían sido presentadas al Congreso, y que tenían 40 días sin siquiera tener dictamen para ser debatido en el pleno, me refiero a la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, financiamiento de organizaciones políticas, prohibición de reelección congresal y la bicameralidad. La ciudadanía se expresó en el referéndum y decidió que los congresistas no sean reelectos de manera inmediata y que las organizaciones políticas deberán de tener un financiamiento transparente y lícito. Sin embargo, perdimos la oportunidad de tener un congreso bicameral, porque se intentó camuflar la posibilidad de una reelección. ¿Tan difícil es pensar en el Perú primero?

Hoy hemos presentado la tercera Cuestión de Confianza, y lo que ha acontecido en el Congreso subraya la desvergüenza en la que ha caído la mayoría parlamentaria, absolutamente divorciada de la voluntad de los peruanos y trabajando de manera denodada para proteger y blindar a los suyos.

Nuestro proyecto de ley busca generar un mecanismo más transparente y participativo en la elección de los miembros del Tribunal Constitucional para evitar las repartijas y la utilización de las instituciones para que unos pocos se sirvan de ellas. Ante esto, desde el Congreso se intentó impedir al premier ingresar al hemiciclo, se desconoció el artículo 129 de la Constitución Política del Perú, no se dio la prioridad que la cuestión de confianza merece y, luego, se aprobó el primer miembro de un tribunal express en una dudosa votación, vaciando de contenido la cuestión de confianza planteada.

Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República.

Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la constitución. Como lo mencionó el jurista Marcial Rubio, la disolución de un congreso tiene como función lograr una nueva elección parlamentaria y que sea finalmente el pueblo quien defina a quién le da la razón: Si a la mayoría parlamentaria que hoy disuelvo y se ha opuesto al ejecutivo o si le da la razón al ejecutivo eligiendo una nueva mayoría.

En ese sentido, el cierre que hoy dispongo está dentro de mis facultades contenidas en la Carta Magna y que busca dar una solución democrática y participativa a un problema que el país viene arrastrando hace tres años, dando fin a esta etapa de entrampamiento político que ha impedido que el Perú crezca al ritmo de sus posibilidades.

Esta medida excepcional permita que la ciudadanía finalmente se exprese y defina en las urnas y mediante su participación, el futuro del Perú.

Pueblo peruano, estamos haciendo historia y este momento lo recordarán las siguientes generaciones y cuando lo hagan espero que entiendan la magnitud de esta lucha que hoy libramos contra uno de los males endémicos que tanto daño ha hecho a nuestro país y que no lo le ha permitido crecer como se merece y como nos lo merecen todos los peruanos.

Seguirán encontrando en este presidente a un mandatario profundamente respetuoso de la Constitución y dispuesto a dar la lucha por el Perú.

Profesión; periodista. Doctor por la Universidad de Salamanca (Instituto de Iberoamérica).