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Apurar el paso, por Humberto Campodónico

“El actual estilo de crecimiento no sirve para llegar a los Ingresos Altos. Para eso se necesita el aumento de la productividad, que tiene como base al sector manufacturero...”.

In memoriam ingeniero Gonzalo García Núñez

En el 2008 el Perú alcanzó la clasificación de País de Ingresos Medios Altos, que elabora el Banco Mundial: su PBI per cápita fue US$4,200 anuales por habitante. Se logró, sobre todo, por el alza espectacular de los precios de los minerales debido a la industrialización de China, que impulsó el PBI del mundo y de la región.

Muchos creían que el superciclo se mantendría por décadas. Por tanto, ¿para qué impulsar nuevos motores de crecimiento? Fue la época de oro del “chorreo” y del “piloto automático”.

Quince años después el PBI per cápita del Perú es de US$7,126, con una población de 34 millones. Y, ahora, el umbral para entrar al “club” de Ingresos Altos es US$13,845 per cápita. ¿Cuánto tiempo nos faltaría para ser como los ya miembros Chile y Uruguay?

Veamos. Partiendo del per cápita de US$7,126, si la tasa de crecimiento promedio del PBI fuera 2% anual nos demoraríamos 35 años; si crecemos al 3%, 4% o 5% anual, la demora sería de 24, 17 y 15 años, respectivamente. Ojo, no hemos incluido la tasa de crecimiento de la población (1% anual) lo que aumentaría la demora.

¿Cuál es, hoy, la tasa de crecimiento potencial del PBI del Perú? Los cálculos optimistas del MEF la ponían en 3% en el 2022, cifra que ha disminuido. Para el 2024 todos pronostican que se crecería al 2.5%. Magro: más de lo mismo por 20 años más.

Hay que “apurar el paso”, dijo el ingeniero Gonzalo García Núñez, lamentablemente fallecido esta semana: “¿A qué velocidad debe crecer la economía para satisfacer las necesidades de nuestra gente? La respuesta pasa por la identificación de los sectores más capaces de arrastrar al conjunto de la economía hacia mayores niveles de producción, consumo y en general de gasto agregado. Se trata de asignar recursos a los sectores o actividades más dinámicas para multiplicar variables claves como el empleo y los salarios, el consumo y los ingresos, la producción y la productividad, en suma, para darle velocidad a la demanda y el gasto agregados pospandemia”. (1).

Hay varias cosas aquí. La primera: dejar de lado “la proyección” del PBI per cápita. No solo porque es un indicador promedio que esconde la desigualdad en la distribución del ingreso, sino porque, como dice Gonzalo, de lo que se trata es del impulso a sectores dinámicos que, de un lado, aumenten la velocidad del crecimiento y, a la vez, el empleo, los salarios, el valor agregado y la productividad.

La segunda: prolongar el actual estilo de crecimiento es prolongar al “Perú fracturado”: una economía formal concentrada y oligopólica (casi lo único que le preocupa a la ortodoxia), un sector informal con el 75% de la población (y que crecerá más en los próximos años, a la par que la pobreza) y una economía delictiva (narcotráfico, tala y minería ilegales, entre otras) que socava la democracia (está en todo el Perú, incluido el Congreso) y que podría reflejarnos en el espejo ecuatoriano (2).

Eso implica una nueva visión. Al lado del impulso a la minería formal tenemos que saber que eso no basta para las necesidades de la economía que señala Gonzalo. Nos dice: “Hay que impulsar a los sectores que producen encadenamientos productivos y aceleran toda la economía”. Ese necesario –y más veloz– crecimiento del PBI tiene que ser necesariamente diversificado, como lo ha señalado hace tiempo la diversificación productiva de la Cepal. Hoy, cual generales después de la batalla, también lo dicen la OCDE, el BID, el Banco Mundial y tutti quanti, incluido el FMI.

En síntesis, el actual estilo de crecimiento no sirve para llegar a los Ingresos Altos. Para eso se necesita el aumento de la productividad, que tiene como base al sector manufacturero, así como el impulso a la inversión en ciencia y tecnología, donde estamos en la cola. Y, en países como el Perú, la dotación de factores nos ha dado el enorme potencial del sector turismo y del sector forestal (hoy amenazado por la economía delictiva debido a la ley Soto) para promover empleo y valor agregado.

Falta mucho para lograrlo, pero es el camino. Hay que apurar el paso.

Ingeniero Gonzalo García, descansa en paz.

1) Gonzalo García Núñez, Apurar el paso, La República, 10/9/2021
https://bit.ly/3vtqimB
2) El Perú se ha lumpenizado, La República, 17/11/2023.
https://bit.ly/4aL6onk

Humberto Campodónico

Cristal de mira

Humberto Campodónico. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.