Estamos en plena transición energética y esa realidad plantea nuevos retos. Los más importantes se definen a nivel mundial, pues quien lidere esa transición estará en mejor posición económica que sus rivales. Pero no es solo la geopolítica mundial lo que está en juego. También los intereses nacionales y regionales, así como las condiciones con las que se llevarán a cabo la explotación de los nuevos combustibles limpios. Vamos por partes.
Entre 2017 y 2022, la demanda de litio se triplicó, la demanda de níquel aumentó un 40% y la demanda de cobalto un 70%, según la Agencia Internacional de Energía de la OCDE. Si el mundo quiere adoptar plenamente la energía renovable y alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, el uso de minerales de transición energética deberá multiplicarse por seis para el 2040. Eso elevaría el valor de mercado de los minerales de transición a más de US$ 400,000 millones (Naciones Unidas, 2023).
Al mismo tiempo, ha comenzado una pugna por su control. Dice Jake Sullivan, asesor del presidente Joe Biden: “Los minerales críticos son la columna vertebral del futuro de la energía limpia. Hoy en día, Estados Unidos produce solo el 4% del litio, el 13% del cobalto, el 0% del níquel y el 0% del grafito necesarios para satisfacer la demanda actual de vehículos eléctricos” (Brookings Institution, 27/04/2023)
Y añade que “las cadenas de suministro de energía limpia corren el riesgo de convertirse en armas de la misma manera que el petróleo en la década de 1970 o el gas natural en Europa en 2022, debido a lo cual estamos tomando medidas”.
Sullivan se está refiriendo, principalmente, a China, que representa entre el 85% y el 90% de la refinación mundial de elementos de tierras raras y quien, además, refina el 68% del cobalto del mundo, el 65% del níquel y el 60% del litio para las baterías de vehículos eléctricos. El 75% por ciento de todas las baterías y la mayoría de los vehículos eléctricos se fabrican en China.
De su lado, la política china consiste en que “el sistema de reservas del Estado será mejorado rápidamente. Asimismo, se perfeccionará el dispositivo de coordinación de la prospección, de la producción, del aprovisionamiento, de los stocks y de la venta de los minerales estratégicos” (Comité Central del PC de China , Xinhua, 24/07/2024).
Así, estos países ordenan sus fichas en el tablero de ajedrez mundial. Para competir el uno contra el otro. Lejos estamos del multilateralismo que estuvo en boga, por lo menos en Occidente, incluso en la época de la Guerra Fría. Se pensaba que se podía avanzar con una combinación de politicas de cooperación y competencia, lo que no dejaba de lado los intereses nacionales, pero se excluía la confrontación activa. Eso ha terminado.
En la región y en el Perú
Según el United States Geological Survey 2023 de EEUU, de los 28 millones de toneladas de reservas mundiales de litio, Chile (Salar de Atacama) y Argentina tienen 9.3 y 3.6 millones MMT, respectivamente, lo cual representa el 51% del total. Esta cifra no incluye a Bolivia pues aún no ha comenzado la producción. Pero Bolivia, según el mismo USGS 2023 tiene 21 MMT de recursos, los que se convertirán en reservas cuando se hagan las inversiones y la producción comience. Este es el famoso triángulo del litio.
De acuerdo con el mismo informe, en Perú existe un millón de toneladas de recursos de litio, en la mina Falchani en Cusco, de propiedad de American Lithium (Canadá). Estos recursos son de litio en roca (y no en salares), pero recién están en etapa de exploración y se espera que las inversiones entren más adelante.
No es posible aquí desarrollar las políticas nacionales. Solo diremos que, en Chile, la estatal Codelco se ha convertido en socia de las dos empresas que explotan el litio (SQM y, Albemarle) y plantea una intervención activa del Estado en el “oro blanco”. En Argentina la política es bien liberal. Y en el Perú, hasta ahora, la explotación del litio se hará como lo decida la empresa (ya habría un contrato con Elon Musk para venderle el litio para sus autos Tesla). ¿Y los intereses del Perú? Bien, gracias.
Otro temas clave es la actual producción peruana de minerales estratégicos. Una reciente investigación de Cooperacción dice: “dentro de los concentrados de mineral que se exportan desde el Perú, están saliendo elementos químicos de alta demanda internacional en el marco de la revolución tecnológica digital y la transición energética sin ser registrados en las estadísticas ni valorizados. Estos minerales podrían ser luego recuperados en las refinerías en el extranjero, que estarían obteniendo así ganancias gracias a recursos no renovables que salen del territorio nacional sin que se haya pagado por ellos” (1).
Estos minerales son litio, cobalto, níquel, germanio, telurio, vanadio, galio, indio, etc. El informe hace un cálculo económico preliminar del telurio y dice que “se podrían recuperar unos 105,800.kg de telurio, lo que significaría un valor de US$ 8.3 millones de dólares es decir, poco más de S/. 30 millones de soles solo por dicho elemento estratégico que, si hubiera sido reportado y valorizado, podría haber significado mejor un aporte fiscal por parte de la actividad minera “ (ídem). Increíble, pero cierto.
Esto ha motivado la reciente formación de un Panel de Naciones Unidas para los minerales críticos de la transición energética, liderado por la Secretaría General. Se preocupa de establecer reglas claras para “apoyar una transición justa y equitativa hacia las energías renovables, al tiempo que se aprovechan los minerales críticos de la transición energética para el desarrollo sostenible. El objetivo es garantizar que los países y las comunidades locales dotados de estos minerales se beneficien económicamente, de forma plena, incluso mediante la adición de valor local, al tiempo que se salvaguardan las protecciones sociales y ambientales de las comunidades y los ecosistemas afectados” (2).
Hay quince países miembros, entre ellos Brasil, Canadá, Chile, China, Colombia, Congo, Egipto, Unión Europea, India, EEUU. No está el Perú. Entre los actores no estatales está el EITI, el Foro Intergubernamental de Minería, el IGF, el Consejo Internacional de Minerales y Metales (ICMM), el Banco Mundial y la Agencia Internacional de la Energía, entre otros.
Concluyendo
La transición energética trae consigo importantes desafíos para la lucha por el cambio climático, dentro de los cuales se inserta la pugna por la hegemonía global en el siglo XXI entre China y EEUU. De su lado, los países productores de esos minerales se alistan a participar en las cadenas de valor global, junto a los inversionistas privados, estableciendo sus legítimos intereses.
Eso no está pasando aquí, como hemos visto. Por ello, es importante poner al día la legislación para que incluya a los minerales estratégicos dentro de los lineamientos de Aduanas. Y, como país con recursos mineros para la transición, promover su explotación de acuerdo con el Panel de la ONU, donde no estamos participando.
Con la polarización creciente, con un Ejecutivo y un Congreso que se preocupan por sus intereses inmediatos (incluida la minería ilegal), pero no de los temas claves, como los minerales estratégicos, se está fracturando aún más al país.
1) Los nuevos minerales estratégicos que salen sin dejar huella, 2024
www.cooperaccion.org.pe
2) Naciones Unidas 2024, www.un.org
Humberto Campodónico. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.