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Comunicar con empatía, por Lucia Solis

‘‘Enfoques más inclusivos, diversos y sensibles pueden alentar a más personas a buscar apoyo y atención médica temprana para el cáncer, mientras que el uso de frases basadas en el miedo, la amenaza y la tragedia corre el riesgo de generar rechazo’’.

Ningún tipo de mensaje que buscara ser alentador, positivo y compasivo habría podido hacerme creer que mis dos abuelos murieron de cáncer porque ‘‘perdieron’’ la ‘‘batalla’’, porque no ‘‘lucharon’’ lo suficiente o porque no fueron dignos ‘‘guerreros’’. Hoy, en el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, reflexionemos sobre la importancia de tener empatía y sensibilidad en nuestra comunicación sobre esta enfermedad.

Se trata de un lugar común, al que recurrimos casi sin pensar, y que está socialmente aceptado. El uso del llamado lenguaje bélico (términos y metáforas relacionadas con la guerra y la lucha) se ha normalizado a tal punto que, muchas veces, no recordamos que detrás de cada diagnóstico hay vidas, historias particulares, seres humanos que merecen respeto, que deben ser tratados y tratadas con dignidad.

Por ejemplo, el cáncer de mama afecta en mayor medida a las mujeres, pero también a hombres cis y trans. Es por ello que emplear un lenguaje que tenga en cuenta esta realidad, no solo es inclusivo, sino que dimensiona apropiadamente el real alcance de esta enfermedad. El periodismo y otras ramas de la comunicación son base y motor de la construcción de discursos e imaginarios; y tienen un papel fundamental en la percepción que se tiene sobre el cáncer y otras condiciones.

‘‘Perdió / ganó la batalla contra el cáncer’’, ‘‘Su lucha contra el cáncer’’, ‘‘Es una guerrera’’, ‘‘Demostró ser más fuerte que el cáncer’’, son solo algunas de las expresiones que evocan confrontación, resistencia, guerra. Sin embargo, es importante que desde las comunicaciones tengamos presente que cada paciente lidia con la enfermedad de manera única, y que no existe una forma ideal de hacerlo. De hecho, transformar el lenguaje para estos casos es una forma de visibilizar la diversidad de experiencias e historias relacionadas con ella.

Enfoques más inclusivos, diversos y sensibles pueden alentar a más personas a buscar apoyo y atención médica temprana para el cáncer, mientras que el uso de frases basadas en el miedo, la amenaza y la tragedia corre el riesgo de generar rechazo. Desterrar estigmas, crear conciencia y promover entornos más inclusivos también deberían ser metas de las comunicaciones.

Que este día nos recuerde el poder del lenguaje. Al cuestionarlo y transformarlo podemos contruibuir, desde nuestros espacios, a que cada persona paciente de cáncer se sienta vista, escuchada y comprendida en su proceso. Comunicaciones inclusivas y respetuosas promueven la diversidad y la equidad en la sociedad. Las palabras tienen un poder incuestionable y es nuestra responsabilidad emplearlas con sensibilidad y empatía.

Lucia Solis Reymer

Casa de Brujas

Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.