El informe Cavero

El congresista Alejandro Cavero recomendó a la subcomisión de acusaciones constitucionales archivar los casos contra el expresidente Manuel Merino de Lama, el expremier Ántero Flores-Aráoz y el exministro del Interior Gastón Rodríguez, por homicidio y lesiones. Su informe fue motivado por una acusación constitucional presentada por la ex fiscal de la Nación Zoraida Ávalos, que investigó la muerte de Inti Sotelo y Bryan Pintado, así como los 78 heridos durante las marchas que condujeron a la renuncia de Merino.

Cavero propone el archivamiento de la demanda con argumentos sorprendentes, que intentan esconder una realidad flagrante detrás de un telón de falacias ridículas. La idea central es que, aunque las muertes de Inti y Bryan “fueron producto de heridas causadas por perdigones de plomo en diversas partes del cuerpo” y la situación de las 78 personas lesionadas “es similar, con muchos heridos de perdigones de plomo y canicas de vidrios”, “no existe evidencia concluyente que demuestre que las lesiones sufridas por los manifestantes fueron producidas por la PNP, en tanto estas fueron producidas por elementos que no son utilizados ni fueron entregados a los efectivos policiales”. Por esto, “no podría imputarse a los señores Manuel Merino, Ántero Flores-Aráoz y Gastón Rodríguez la comisión impropia de delito de homicidio”.

En otras palabras, como los perdigones de plomo no son armas de reglamento ni fueron entregados por el comando a los efectivos que participaron en la represión de las marchas, es imposible que la Policía los usara. Por tanto, Merino de Lama, Flores-Aráoz y Rodríguez quedan limpios de cualquier responsabilidad.

Pero si no fue la Policía, ¿quién disparó a los manifestantes? ¿Cómo murieron Inti Sotelo, Bryan Pintado? ¿Está insinuando Cavero que fueron los propios manifestantes los que se dispararon entre ellos? ¿Quizá el responsable fue un tercero fantasmal o invisible, que solo habita en la imaginación del congresista de Avanza País? ¿No ha leído Cavero las decenas de testimonios de las personas que declaran expresamente que fue la Policía quien les disparó a quemarropa? ¿No ha visto los videos que registran este accionar?

El informe de Alejandro Cavero es una burla que obvia otros hechos gravísimos como las detenciones arbitrarias o las desapariciones forzosas ocurridas en estas jornadas, un esfuerzo descarado por torcer la verdad y salvar a aquellos que considera sus aliados. Un destino muy triste para alguien que ejerció el periodismo y parece haber olvidado el respeto por la verdad más elemental, y que, en los primeros compases de su carrera, ha preferido incurrir en uno de los peores vicios de la política peruana, anteponiendo las afinidades y componendas políticas a la justicia y la vida humana.