Fiscal exige al Gobierno reponer equipo que apoyaba al Eficcop

El precio del golpismo

“¿Habría pensado, durante el apogeo de su todopoderosa dictadura bicéfala, que pasaría su ancianidad clamando compasión...”.

¿Serán conscientes los golpistas del Congreso y sus líderes que, cuando cambien los vientos políticos (que siempre cambian), podrían ser ellos lo que acaben pasándose diez o quince años en la cárcel por el gravísimo delito de sedición o cualquier otro de los muchos que viven cometiendo? ¿Pensarán que la impunidad que les da ser parte de agrupaciones hermanadas en la maniobra mafiosa les durará toda la vida? ¿No se darán cuenta de que, violando la Constitución y amañando leyes con nombre propio, están construyendo el mismo aberrante y contrahecho edificio legal que, mañana, podrá usarse contra ellos?

Miren, si no, el caso de Alberto Fujimori, quien terminó purgando pena bajo las leyes que él mismo propició. ¿Habría pensado por un instante, durante el apogeo de su todopoderosa dictadura bicéfala, que pasaría su ancianidad clamando compasión y rogando por un indulto como lo ha hecho cada día de los dieciséis años que ha estado preso? ¿Pensará que valió la pena pisotear libertades, derechos, instituciones, vidas, para ese penoso final?

Sería bueno que los rostros de la ultraderecha que hoy brega por una vacancia ilegal contra un presidente no por incompetente menos democráticamente elegido se miren en ese espejo y vean su no improbable futuro. La historia no olvida y se repite siempre, aunque a menudo lo hace con los papeles cambiados y dar un golpe de Estado, delito que hoy, en estas volátiles circunstancias políticas parece una aventura traviesa, es una violación mayor en cualquier democracia con una institucionalidad medianamente sólida.

Claro que, en algunos casos bastante visibles, la desesperación por violar la ley a cualquier costo resulta más bien una maniobra de salvación inmediata, un artilugio para escapar de la acción de la justicia que ya les pisa los talones. A esos no les preocupa la cárcel de mañana. Eso puede esperar. Ahora están muy ocupados/das tratando de escabullirse de la cárcel inminente.

Maritza Espinoza

Choque y fuga

Periodista por la UNMSM. Se inició en 1979 como reportera, luego editora de revistas, entrevistadora y columnista. En tv, conductora de reality show y, en radio, un programa de comentarios sobre tv. Ha publicado libro de autoayuda para parejas, y otro, para adolescentes. Videocolumna política y coconduce entrevistas (Entrometidas) en LaMula.pe.