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Despenalizar el aborto: una causa justa

“Los feminismos colombianos lograron poner en el debate público la necesidad de decir ‘basta’ a la criminalización de las mujeres”.

Los feminismos latinoamericanos siguen encabezando las luchas por la conquistas de derechos. Hoy Colombia empieza el camino hacia la despenalización del aborto. Será la Corte Constitucional quien decida sobre el presente y futuro de miles de mujeres y diversidades sexo genéricas.

A diferencia de Perú, donde solo es legal el aborto terapéutico cuando está en peligro la vida y salud de la madre, en el país fronterizo la interrupción del embarazo está permitida en dos supuestos más: cuando el feto es inviable y en casos de violación. Además de esta diferencia entre causales, otra que es importante señalar es que la ley peruana data de 1924, mientras que en Colombia la última actualización se dio en 2006, una fecha más o menos reciente. Entonces, ¿Por qué luchar por más?

En línea con lo que señaló Cristina Rosero, vocera del movimiento Causa Justa al diario El Colombiano, había un conflicto claro que afectaba a las mujeres y diversidades; y es que el aborto se considera un derecho pero a la vez un delito cuando este no cabe en ninguno de los tres supuestos; o sea, cuando el embarazo se origina como resultado de una deficiente educación sexual integral o de un fallo en los métodos anticonceptivos. Esta restricción, en un país con desigualdades sociales y económicas, puede significar una sentencia de muerte.

Despenalizar no equivale a legalizar. La diferencia es que, de aprobarse la primera (que es, además, lo que está en disputa en la Corte Constitucional), el aborto dejará de ser un delito y no se procesará a ninguna mujer que se someta a uno. Sin embargo, esto no implica que se vaya a implementar un protocolo de realización en la sanidad pública para quienes opten por la interrupción del embarazo libremente, como sucede en Argentina, por ejemplo, donde desde diciembre de 2020 los hospitales públicos están en la obligación de asistir y practicar abortos a las mujeres y personas con capacidad de gestar que así lo requieran y con base en una ley de plazos.

Pero más allá de lo que los opositores de esta ‘’Causa Justa’', como bien se llama la agrupación impulsora y movilizadora de esta iniciativa, puedan pensar respecto al dictámen de la Corte, sea favorable o no, el hecho de analizarla y considerarla ya es un avance. Los feminismos colombianos han logrado poner sobre la mesa, en el debate público, el legitimo derecho de las mujeres no solo de decidir sobre sus cuerpos, sino también el decir ‘’basta’' a la persecusión de quienes son víctimas de un sistema fallido en temas de educación sexual, de acceso a planificación familiar y métodos anticonceptivos, de decir ‘’ya no más’' a la criminalización de las mujeres y diversidades, al castigo por ejercer libremente su sexualidad.

Lucia Solis Reymer

Casa de Brujas

Periodista y editora de género en Grupo La República. Licenciada en Comunicación y Periodismo por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y máster en Estudios de Género por la Universidad Complutense de Madrid.