¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Forjando una nación

Estas elecciones son una prueba de fuego para el Perú del Bicentenario.

En estas elecciones nada ha sido fácil. Cada paso que han dado los candidatos y sus campañas nos ha ido acercando a este final de fotografía. Aún quedan algunas horas más de incertidumbre hasta que se defina al ganador, y para que democráticamente aceptemos el fallo final, el último voto.

¿Qué hemos aprendido en el camino? Hay quienes tratarán de no reconocer nada del oponente y que persistirán en el error de pensar el Perú como un cómodo lugar donde solo cabe una facción. Sin embargo, el Perú del Bicentenario se está forjando desde abajo, con la irrupción de nuevos actores, potentes voces que llegan de lo más profundo del vasto territorio en el que hemos nacido.

Los 200 años transcurridos no han sido un lecho de rosas. Cada paso dado en la forja de la nación en la que queremos vivir nos ha costado enfrentamientos, violencia y muchos sacrificios. Y hemos superado los retos a lo largo de la historia, hasta alcanzar el nivel de país pujante, trabajador y con esperanza en el futuro que ahora somos.

Esta elección marcará un hito, sin duda. Ha sido el choque de civilizaciones, de culturas, de sistemas disímiles que se están midiendo, que son protagonistas de la historia y que demandan atención, respeto, trato justo.

De este enfrentamiento telúrico debemos salir airosos y con nuevas perspectivas. No es posible que mantengamos la actitud terca e infantil de negar la realidad evidente y de persistir en los errores. Tenemos que madurar como personas y como sociedad e incorporar al “otro”, a esa parte del país que hoy se expresa y se hace visible. Es el tiempo del reencuentro y de la reconciliación.

Sabemos que la coyuntura actual de conteos y reclamos se resolverá porque la democracia que recuperamos nos ha permitido gozar de elecciones limpias desde el 2001. Desde entonces, ningún proceso realizado ha estado teñido de fraude o corrupción. Nuestras instituciones han resistido y así lo reconocen autoridades nacionales y los veedores de organismos internacionales que han verificado los procesos y las garantías que existen.

Las autoridades de gobierno han invocado a los candidatos a mantener la tranquilidad y a respetar los resultados cuando sean proclamados. El presidente Sagasti, la primera ministra Bermúdez, el cardenal Barreto han sido enfáticos sobre la independencia y el profesionalismo de las autoridades electorales. El propio presidente del JNE ha dado plena garantía de resultados verificados y exactos.

Como ciudadanos nos queda esperar en actitud vigilante y mantener la calma. Son días duros, pero necesarios para conocer resultados fidedignos que consoliden la legitimidad del nuevo gobierno y para forjar la nación que soñaron nuestros próceres hace 200 años.