El Congreso se recompone

El Congreso tardó solo diez días en reorganizarse para lanzar una nueva ofensiva populista, con medidas tan descabelladas como la creación de una aerolínea de bandera (justo ahora que todas las compañías aéreas están quebradas por la pandemia) o la derogación de la norma que regulaba los históricos abusos en la negociación colectiva del sector público.

Todo esto a la espera de un relanzamiento de la ley de «devolución» de los aportes a la ONP —imposible en un sistema que no genera ahorro, sino distribuye lo que ingresa— que fue observada por el Ejecutivo y causaría una perforación de 15 mil millones de soles a las arcas públicas.

Y, sobre todo, a la aprobación del presupuesto nacional, que incluiría una partida de 5 mil millones de soles en obras impulsadas por los propios parlamentarios y donde tendrá un papel protagónico Humberto Acuña Peralta, que sigue siendo presidente de la Comisión de Presupuesto a pesar de estar condenado a tres años de prisión suspendida e inhabilitación por autorizar el pago de un soborno a un policía que lo investigaba cuando era gobernador regional de Lambayeque.

Estas medidas serían alarmantes si solo nos limitáramos a su devastador impacto en nuestra economía. Pero me temo que no será así y que estamos ante la rápida recomposición de los distintos grupos que promovieron la vacancia de Martín Vizcarra, sumieron al país en la anarquía, ungieron presidente de facto a Manuel Merino de Lama, desataron la reacción ciudadana y fueron derrotados con la estrepitosa caída de Merino y el nombramiento de Francisco Sagasti como nuevo presidente.

Grupos que, vale la pena recordar, representan intereses que van desde la defensa de las universidades de mala calidad hasta el indulto a Antauro Humala, pasando por la minería informal o la corrupción de Odebrecht y los Cuellos Blancos del Puerto.

A estos grupos les queda poco tiempo en el poder, por lo que tienen que moverse aprisa. El lanzamiento de este paquete de iniciativas extravagantes prueba que en lo económico siguen apostando por la irresponsabilidad. ¿Qué nos garantiza que hayan sufrido una epifanía política que los conduzca a comportarse con sensatez, privilegiando los intereses nacionales a su cálculo pequeño y mafioso?

Como ocurrió con su antepasado de mayoría fujimorista, las fuerzas reunidas en este Congreso solo conocen un libreto (que mezcla el populismo económico, el autoritarismo y la defensa de sus pequeños feudos), que ejecutaron de la manera más ramplona hasta conducir al país al límite del precipicio.

Habrá que mantenerse vigilantes día tras día, con especial atención a algunas fechas señaladas, como este 3 y 4 de diciembre, cuando el gabinete encabezado por Violeta Bermúdez se presente ante el pleno para pedir el voto de confianza.