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La historia de Jos Beek, el ginecólogo que engendró 41 hijos usando su esperma en secreto

Durante los tratamientos de fertilidad para sus pacientes, el ginecólogo implantó su esperma sin consultar. Su ADN poseía una rara condición genética; debido a ello, 2 bebés fallecieron poco después de nacer.

Se pensaba que solo había tenido 21 hijos, pero las investigaciones aproximan a 41 la cantidad de bebés que inseminó. Foto: Composición/Clarín
Se pensaba que solo había tenido 21 hijos, pero las investigaciones aproximan a 41 la cantidad de bebés que inseminó. Foto: Composición/Clarín

Un hombre holandés, a pesar de estar fallecido, ha generado polémica en las últimas semanas al volver a hacerse viral su historia. Se trata de Jos Beek, quien fue un excelente ginecólogo, pero con un caso que ahora resulta lamentable, pues utilizó el cuerpo de sus pacientes para depositar su esperma sin consentimiento de ellas.

El médico fue investigado anteriormente, pues se pensaba que había tenido “solo” 21 niños. Este estudio además ayudó a revelar que Beek tenía una rara condición hereditaria y por ese motivo, dos de los bebés fallecieron poco después de nacer.

¿Cómo lo descubrieron?

El hombre desempeñaba sus labores en un hospital llamado Sain Elizabeth de la ciudad Leidedorp, al oeste de Holanda Meridional. Ese local pronto se hizo parte del completo médico Alrijne Zorggoep.

La historia de Jos Beek, el ginecólogo que engendró 41 hijos usando su esperma en secreto

El antiguo hospital Sint Elizabeth en Leidedorp, lugar donde se realizaron las inseminaciones. Foto: Clarin/ANSA

Dicha institución inició una investigación contra Beek, luego de que un grupo de 21 personas se presentaran con pruebas de ADN que eran semejantes a las del ginecólogo. Fue el profesor Didi Braat quien solicitó averiguar qué había ocurrido con los tratamientos de fertilidad que el médico había hecho.

“El hijo mayor (conocido) nació en 1975, el menor en 1990″, mencionó el docente Braat.

Se supo que las mujeres tratadas habían pedido al médico ser inseminadas con esperma de un donante anónimo. Sin embargo, el ginecólogo utilizó su propio líquido seminal sin siquiera consultar con las pacientes.

Las pruebas del que fue su laboratorio dieron como resultado que no había rastros de donantes, por lo que se presume que, en todos sus años en el hospital, Jos Beek utilizó su esperma.

El ginecólogo murió en 2019, y hasta hoy las investigaciones recogen a un aproximado de 41 personas que dicen ser hijos del fallecido.

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