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EE. UU.: un médico dejó de bañarse por cinco años y notó cambios extraordinarios en su piel

James Hamblin dejó de lado los artículos de limpieza porque aseguró que fregarnos diariamente con agentes de limpieza destruye o altera microbiomas importantes para el organismo.

Las alergias, el eccema y el asma podrían ser el resultado de una exposición insuficiente a los patógenos ambientales. (Foto: NY Post)
Las alergias, el eccema y el asma podrían ser el resultado de una exposición insuficiente a los patógenos ambientales. (Foto: NY Post)

Durante una conferencia, un médico se hizo una pregunta que quizás muchas personas se han hecho: ¿qué sucedería si dejamos de bañarnos y de usar productos de aseo personal? James Hamblin decidió hacer un experimento con su propio cuerpo y dejó de bañarse por cinco años desde que se mudó desde Los Ángeles a Nueva York en Estados Unidos.

Los resultados lo dejaron realmente asombrado. Es por ello que decidió escribir su libro Clean: the new science of skin (Limpio: la nueva ciencia de la piel) en el que explora las ideas más recientes sobre cómo cuidar el cuerpo.

Hamblin contó a NY Post que dejó de lado el champú y el acondicionador. Además, del jabón, desodorante, humectante, exfoliante y cualquier otro producto de cuidado personal, ya que según remarcó “disfruta caminar entre los humanos como un hombre inmundo”. “Fue parte de minimizar en general lo que necesitaba”, señaló.

Estados Unidos – salud – medicina

James Hamblin decidió hacer un experimento con su propio cuerpo y dejó de bañarse por cinco años. (Foto: NY Post)

En su libro, el especialista en salud aseguró que “Al igual que nuestro tracto digestivo, nuestra piel alberga billones de bacterias cruciales y fregarnos diariamente con agentes de limpieza destruye o altera ese microbioma importante, lo que probablemente podría conducir a peores resultados de salud”.

“Nuestra forma de vida cada vez más ‘limpia’ (lavar a menudo, permanecer en el interior, comer alimentos procesados y estériles) puede confundir nuestro sistema inmunológico. Durante la mayor parte de la historia humana, un aluvión constante de exposiciones a microbios entrenaría a nuestro sistema para saber cuándo y cómo reaccionar”, afirmó Hamblin.

Las alergias, el eccema y el asma, afecciones que se cree que están relacionadas con trastornos autoinmunes, podrían ser en parte el resultado de una exposición insuficiente a los patógenos ambientales, especialmente en la infancia. En 2016, los investigadores publicaron un estudio en New England Journal of Medicine que descubrió que una comunidad Amish en Indiana tenía cuatro veces menos tasas de asma y seis veces menos alergias que una comunidad Hutterite genéticamente similar en Dakota del Sur. La diferencia clave, encontraron los investigadores, fue que los Amish crecieron teniendo interacciones diarias con los animales y el suelo en la granja.

Un estudio reciente de la Universidad de California en San Diego descubrió que los ratones limpios de bacterias de la piel eran más susceptibles al cáncer de piel. El jabón que se ha usado durante miles de años a veces era corrosivo (hecho con lejía), lo que significó que el lavado alguna vez fuera una medida extrema.

Hamblin no aboga por que todos dejen de bañarse, solo que comiencen a cuestionar los “rituales que se consideran una necesidad”. “Si te saltas un día de la ducha, no te verás grasiento ni olerás a cebolla. No evoco un olor desagradable y no me veo realmente grasiento. Huelo como una persona”, afirmó el médico.

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