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Guayaquil no sabe cuántos muertos tiene por coronavirus

Autoridades reconocen que la epidemia los ha desbordado y que no están en capacidad de saber con certeza cuántos son realmente los fallecidos.

Las postales que se registran en el país vecinos son dolorosas. Foto: difusión
Las postales que se registran en el país vecinos son dolorosas. Foto: difusión

Oficialmente en la provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, han fallecido 60 personas víctimas del coronavirus, cuando en todo Ecuador la cifra llegó ayer a un total de 93.

Pero estas víctimas son las que llegaron a los establecimientos de salud. Los muertos son mucho más, pero no han sido registrados porque las autoridades no los pueden retirar de las viviendas o de la calle. Según reportes de la policía guayaquileña, las autoridades han recibido más de 550 pedidos de levantamiento de cuerpos.

Por eso, el viceministro de Gobernanza y Vigilancia de la Salud, Julio López, ha tenido que aceptar que las cifras oficiales no reflejan el impacto mortal del coronavirus.

“Los hospitales privados y públicos han colapsado. Tres compañeros de trabajo llevaron a sus padres a intentar ingresarlos a un centro hospitalario, a públicos, luego a los privados, no importaba el costo,y tampoco pudieron ingresar. Uno de ellos murió en el estacionamiento del hospital, en la ambulancia, y el otro igual. Por eso la gente está muriendo en su casa, porque como no hay suficiente atención, los servicios hospitalarios están colapsados”, relató el editor metropolitano del diario guayaquileño El Universo, José Olmos.

“El viceministro Julio López ha dicho que en estos momentos las estadísticas deben quedar a un lado y que lo que importa era parar la enfermedad. Pero si no se tienen estadísticas correctas, tampoco se puede detener a la epidemia. Entonces, estamos frente a una especie de indefensión donde la gente no sabe dónde acudir con su enfermo agonizante, que anda de hospital en hospital. Como no hay ambulancias, los trasladan en camionetas”, explicó Olmos.

En las redes sociales circulan fotografías y videos que los propios guayaquileños han registrado de los cuerpos insepultos en las puertas de las casas de sus familiares. No hay espacio en las morgues.

En tiempos normales se consignaba hasta 40 fallecimientos, pero ahora, en medio del avance del coronavirus, la cifra saltó hasta un promedio de 120 decesos, según información del diario guayaquileño El Universo.

Por esta razón las autoridades han resuelto habilitar un cementerio para una capacidad de 2 mil cadáveres, aunque probablemente resulte insuficiente si no deja de ascender la curva de infectados.

El reportero Alfonso Albán, periodista del diario Expreso, que se edita en Guayaquil, relató a La República que el disparo del número de víctimas de la epidemia obedece a una combinación de responsabilidad del gobierno de Lenin Moreno y de los propios ciudadanos.

“Lo que sucede en Guayaquil responde a dos factores. Por un lado, la decisión del gobierno (de Moreno) que fue la tardía y, por otro lado, el desinterés por parte de la ciudadanía de no acatar la cuarentena con las restricciones que impuso el gobierno nacional. Esto es el resultado de una mezcla de ambos factores”, relató Albán. También coincidió con un contexto peculiar.

El origen de este mal

Son más de 3 millones de ecuatorianos los que residen en el exterior, concentrándose la mayor parte en Estados Unidos, España e Italia, que son en la actualidad focos de la expansión de la epidemia. Por estos días muchos decidieron retornar para reencontrarse con sus familias, sin saber que estaban contagiados.

“En el caso particular de Guayaquil y del Guayas, y de ciudades cercanas a Guayaquil, el vicepresidente Otto Sonnenholzner explicó que, como estábamos en época de vacaciones en la costa (ecuatoriana), llegaron personas del exterior a Ecuador. Estas retornaron al país, principalmente de España y otros lugares de Europa, y resultó que llegaron con el virus. No respetaron la cuarentena, y en lugar de quedarse en sus casas, organizaron fiestas, reuniones, bodas , etc., lo que de alguna manera es reflejo de lo que vemos ahora”, dijo Alfonso Albán.

El periodista guayaquileño describió las espantosas imágenes de los cuerpos de víctimas del coronavirus regados en calles, vecindarios y casas porque nos existe suficiente personal para efectuar el levantamiento legal de los cadáveres.

“Nos ha sorprendido a muchos ver las imágenes que nos llegan por redes sociales de cuerpos de personas fallecidas tendidas en las veredas de las casas y que ya llevan días y se encuentran en estado de descomposición. Al llamar al 911 para pedir que vayan a recogerlos, resulta que el sistema está saturado. Por eso se ven en las redes los cuerpos”, precisó el reportero de Expreso.

Contar los muertos

José Olmos coincidió con Albán en los factores que explicarían por qué el contagio de coronavirus en la provincia de Guayas, en general, y en Guayaquil, en particular, ha crecido exponencialmente a un ritmo de espanto. Un cuadro tristísimo que se repite son los familiares que durante varios días esperan en las puertas de las morgues que les entreguen los cuerpos de sus seres queridos. No hay suficiente personal para atenderlos.

“Nadie calculó lo que iba a pasar. Incluso nosotros lo tomamos como algo lejano porque la enfermedad estaba en China, luego pasó a Italia y España. Pero la verdad es que en el caso de Guayaquil es una tierra de muchísima migración. La gente ecuatoriana que estaba en Italia, o la que trabajaba en España, al ver el avance de la epidemia, regresaron. Y a pesar de los controles en el aeropuerto, apareció el primer caso. No se profundizó más en el tema y la gente siguió relacionándose. No tenía fiebre, pero tenía el virus”, manifestó José Olmos.

“Además, aquí en Guayaquil hay un lugar exclusivo llamado Samborondón, y como estamos en época de vacaciones, muchísimos jóvenes, grupos de estudiantes que viajaron a Europa por las vacaciones, al regresar trajeron los contagios por uno y otro lado. Cuando nos dimos cuenta no solamente estábamos en el nivel uno o dos, epidemiológicamente hablando, sino en el nivel tres, y de un momento a otro estábamos en el nivel cuatro, en el que ya no sabes quién te contagiará, ni quién es el portador del virus. Fue demasiado rápido y ahora estamos enfrentando una situación dura, dura, dura”, apuntó.

Periodista de investigación del diario La República. Soy Comunicadora Social egresada de la Facultad de Letras y Humanidades de la UNMSM. Llevo 23 años realizando la labor de reportera en la Unidad de Investigación del diario, donde me he especializado en abordar temas de seguridad nacional, derechos humanos, narcotráfico y terrorismo.