Denuncian a escuela de ballet por instar a sus alumnos a fumar para ‘mantenerse delgados’ [FOTOS]

Un informe realizado por una comisión del gobierno austriaco creado para la investigación de casos de maltrato contra estudiantes de la academia de ballet de la Ópera de Viena, en Austria, determinó que los niños que cursaban estudios en la institución estaban en riesgo de sufrir daño psicológico y físico debido que eran animados a fumar para mantenerse delgados.

La escuela creada hace 248 años por la emperatriz María Teresa de Austria para preparar a jóvenes y niños en el arte de la danza se encuentra en la mira del mundo, pero no por las buenas prácticas, sino por sus falencias en la protección de los menores contra la discriminación, el descuido y el deterioro de la salud.

Como parte de las recomendaciones, el informe solicitó una total renovación de la escuela. La investigación se inició en abril después de que la revista Falter realizara una serie de denuncias que incluían daños físicos a bailarines en prácticas y entrenamientos. Además, se aludía a un caso particular de acoso sexual.

La investigación presidida por Susanne Reindl-Krauskopf detalló una serie de conductas vejatorias hacia los muchachos de la escuela, incluyendo su identificación por primer nombre y talla de ropa con el objetivo de que siempre estén atentos a su peso.

En conferencia de prensa, Reindl-Krauskopf señaló: “Recibimos reportes que nos indican cómo los estudiantes recibían el consejo de comenzar a fumar con el objetivo de que perdieran el hambre y se mantuvieran en el peso adecuado”. Aquellos “consejos” eran para chicos entre 10 y 17 años.

También se informó sobre recargadas sesiones de práctica y agendas de presentaciones demasiado estrictas que atentaban contra las condiciones de normal convivencia.

Las denuncias de la revista Falter también hablaban de castigos como golpes, arañazos y hasta tomaduras de cabello. En particular se aludía a la disciplina de una profesora de origen ruso, que según la ex bailarina austríaca Gabriele Haslinger aplicaba “métodos sádicos” y tenía la intención de imponer un sistema de poder “zarista” en la Escuela de Ballet.

Luego de las denuncias, la directora de la academia, Simdest Noja-Nebyla, fue destituida al constatarse las graves deficiencias con riesgos para los niños alumnos del centro artístico.