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Mujer tenía una tabla en su cocina sin saber que era una obra millonaria

La obra maestra del pintor renacentista Cimabue se vendió por 24 millones de euros, siendo cinco veces mayor a su valor estimado inicialmente.

La licitación se inició en 3 millones de euros, monto que fue superado ampliamente en la venta final de la tabla perdida de Cimabue. La casa de subastas Acteon no identificó al postor ganador de la obra de arte “Cristo se burló” en la venta que se realizó en los exteriores de París, Francia.

Fue todo un suceso histórico porque es la primera vez en muchos años que una pintura de Cimabue, un pintor primitivo pionero, conocido también como Cenni di Pepo, ha quedado bajo el martillo en una casa de subastas y si fuera poco, batiendo récord con el precio de la venta final.

Según Acteon, la cifra alcanzada fue la más alta para un cuadro medieval y la octava más alta para una pintura antigua. El lienzo que se lleva el primer lugar es el Salvator Mundi, obra atribuida a Leonardo da Vinci vendida en 450 millones de dólares en el 2017.

Hace un mes los expertos confirmaron el hallazgo extraordinario de la pintura de Cimabue, cuya dueña vive en la ciudad de Compiegne, ubicada al norte de Francia. La propietaria tenía la costumbre de colgar la tabla en su sala de estar o en su cocina. Creía que era una antigua imagen religiosa cuando llevo el cuadro a la subastadora.

Los técnicos entendidos en el arte de Turquin en Francia usaron la reflectología infrarroja para comprobar que la pintura es parte de un díptico más grande de 1280, cuando el maestro renacentista pintó ocho escenas de la pasión y resurrección de Cristo. Cada una de esas tablas en el díptico posee cuatro escenas.

Sus pinturas más matizadas y naturales influenciaron de una manera considerable a los pintores italianos, que todavía se encontraban fascinados por el arte bizantino fuertemente estilizado de aquella época.

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